Pemex seguirá con problemas presupuestales para el siguiente año

Pemex, la esperanza de la 4T para rescatar al sector energético

Los recursos que se tienen contemplados para Petróleos Mexicanos durante el próximo año le ayudarán a enfrentar algunas de sus problemáticas, sin embargo, se encontrará con un entorno complicado en el que se anticipa una diminución general en los precios del crudo y una mayor preocupación por parte de los inversionistas

Pemex es el pilar de la Cuarta Transformación. No importa lo que suceda, el gobierno mexicano insiste en poner a la petrolera mexicana al centro de todos sus planes, aunque eso signifique que se deban sacrificar otros sectores. La ‘ayudadita’ que el gobierno le dará a la empresa dirigida por Octavio Romero será de 86 mil millones de pesos, de acuerdo con el Proyecto del Paquete Económico 2020.

Este apoyo estaría enfocado, entre otras cosas, en aligerar la carga fiscal, como ya se había anunciado en el Plan de Negocios de Pemex, además de aumentar 5.6 por ciento la producción petrolera para el próximo año de los 1.6 millones de barriles diarios a 1.9 millones.

Sin embargo, aunque la cifra puede parecer onerosa, Gonzalo Monroy, director general de la consultoría GMEC, opina que la realidad es que ni siquiera esta inyección de capital será suficiente para rescatar a la petrolera más endeudada del mundo.

“Esta ayuda es insuficiente para poder mejorar los números de Pemex y es muy probable que la empresa se quedará muy por debajo de su producción porque nadie ve factible que logre los objetivos que se están planteando”, dice el especialista.

Para el ejercicio fiscal 2020, el proyecto de presupuesto de Pemex presenta un déficit en su balance financiero de 62.6 miles de millones de pesos (mmp), y un techo de gasto de servicios
personales de 93.7 mmp.

Lee: Moody’s advierte que Pemex está en peligro de volverse un ‘ángel caído’

En contra de todo pronóstico, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, aseguró que invertir en Pemex es “buen negocio”.

Durante la conferencia matutina de ayer, el titular de la dependencia aprovechó para explicar que el apoyo a la petrolera se hará en dos partes: 46 mil millones de pesos en presupuesto al capital y el resto del ingreso a partir de las ventas del crudo.

A pesar del optimismo del hombre a cargo de las finanzas públicas del país, los analistas de la calificadora Moody’s advirtieron que Pemex está en riesgo de perder su grado de inversión, con
lo que se ubicaría en el peldaño de “ángel caído”, junto con otras tres emisoras corporativas energéticas de América.

Ariane Ortiz, AVP Analyst y analista líder del Gobierno Soberano de México en Moody’s, explica en un informe que el gobierno definió una meta de superávit primario muy similar a la establecida para este año, lo cual implica un ejercicio fiscal austero que difícilmente permitirá acelerar la actividad económica.

“Los supuestos de crecimiento económico y de producción de petróleo del presupuesto 2020 son relativamente optimistas y, por lo tanto, pueden llevar a una sobreestimación de los ingresos gubernamentales para el próximo año”, detalla la analista.

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Ortiz también considera que los pronósticos oficiales están subestimando el monto de apoyo financiero que Pemex puede requerir, ya que el presupuesto no contempla cambios mayores en relación a lo anunciado anteriormente.

Uno de los temas que más inquieta a los analistas es que con una posible caída de los precios del petróleo se podría afectar directamente a la calificación crediticia de México.

Otros que no tardaron en reaccionar fueron los especialistas del sector de Barclays, quienes consideraron que la propuesta del Paquete Económico es demasiado optimista respecto a la producción, además de que muestra pocos cambios en la inversión para la petrolera.

Gonzalo Monroy opina que el presidente podrá decir muchas cosas negativas sobre la Reforma Energética, pero esta vez le va a contribuir un poco para su Proyecto de Nación y, en términos estrictos, la realidad es que en el sector no han cambiado las cosas y todo está igual que antes: aún hay fracking y el enfoque en aguas someras se mantiene, dejando de lado la parte de aguas profundas.

“Cuando le quitas el componente de la inflación, el Presupuesto para 2020 es idéntico al que vimos el año pasado, lamentablemente no esperamos grandes sorpresas para Pemex, a pesar de que todas las esperanzas están puestas sobre la empresa”.

¿Gasolinas más caras?

La máxima del gobierno es no aumentar ni crear más impuestos, sin embargo, esto puede resultar un poco costoso en el largo plazo, sobre todo para los consumidores que deberán cumplir a cabalidad con sus obligaciones fiscales.

Dentro del Paquete Económico 2020 se establece un incremento de 8.7 por ciento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), esto quiere decir que los combustibles se convertirán en un salvavidas para la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ante la posible falta de ingresos que pudiera presentarse por la baja de los derechos que pagará Pemex.

Al respecto, Ramsés Pech, analista y consultor del sector energético, explica que el precio de las gasolinas al consumidor final se mantendrá, pero con sus altibajos.

“Aunque los mexicanos no pagarán gasolinas más caras, esto estará en función del precio de referencia del crudo, además el negocio el próximo año va a estar en las terminales de almacenamiento y reparto, que por ese lado Pemex tiene una gran mina de oro”, precisa el también socio de Caraiva y Asociados.

Hace unos días, Ramírez Cuevas, coordinador de Comunicación Social de Presidencia, rechazó que exista un aumento en los precios de los combustibles y aseguró que éstos se mantendrán como hasta ahora, pues el gobierno tiene el firme compromiso de no aumentar los costos.

Para el ejercicio fiscal del próximo año, el gobierno estima que los ingresos tributarios, incluyendo al IEPS de gasolinas, crezcan a una tasa real anual de 2.0 por ciento respecto a la recaudación aprobada en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) 2019 y a 3.7 por ciento con respecto al cierre de este año.

Esto se explica por el comportamiento esperado en 2020 sobre las referencias internacionales de la gasolina y el diésel respecto al observado durante 2019.

En el documento de Criterios Generales de Política Económica se menciona que las tasas del IEPS solo se actualizarán por inflación, como establece la ley de dicho impuesto y durante el próximo año se seguirán aplicando los mecanismos para suavizar los precios, con el objetivo de mantenerlos constantes en términos reales.

De enero a agosto de este año, el precio promedio de la gasolina de la Costa del Golfo de Estados Unidos disminuyó en 11.8 por ciento con respecto al mismo periodo de 2018, de acuerdo con datos de Pemex.

Dentro de los factores en el mercado local que contribuyeron a esto se encuentran la baja en los precios y la acumulación de inventarios por encima del rango que se observó en los últimos cinco años.

Barril a la baja

Dentro de los criterios del Paquete Económico se contempla la disminución en el barril del petróleo durante el próximo año en sintonía con las expectativas de analistas.

El precio estimado promedio de la mezcla mexicana para 2020 es de 49 dólares por barril, cifra que representa una reducción de 6 dólares desde los 55 dólares pronosticados en los Pre-Criteriosde Política Económica.

Diversos analistas han augurado una caída general en el precio del crudo a causa de una desaceleración de la demanda global, el incremento en la producción de países no pertenecientes a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y a la acumulación de inventarios.

Ramsés Pech considera que el gobierno decidió establecer esta meta con un propósito.

“Lo que se está planeando es una psicología inversa financiera porque le están apostando a tener un precio de barril bajo para tener un seguro de cobertura que no les cueste tanto y todo lo adicional sería un flujo extra a la Ley de Ingresos, es decir, que como no van adquirir deuda cualquier dólar adicional se utilizará para
cubrir el déficit”.

El gran ausente

El sector energético no solo abarca los hidrocarburos fósiles como el petróleo y el gas; dentro de este universo también habitan las energías renovables, sin embargo, en el Paquete Económico 2020 este tema pasó inadvertido.

La ausencia de este segmento provoca inquietud entre los especialistas porque la Cuarta Transformación está enviando el mensaje de que se seguirá poniendo al crudo como la principal apuesta, mientras que en el mundo cada vez más países adoptan a la tecnología verde para impulsar su economía.

Esta medida es un nuevo golpe para la industria que ya resiente los estragos tras la cancelación de la cuarta subasta eléctrica de largo plazo y dos líneas de corriente directa en alto voltaje de Oaxaca hacia el centro del país y de Baja California a Sonora.

Elie David Villeda, experto en energía, considera que el hecho de que no se haya incluido como una prioridad a las energías renovables hace más grande la brecha en el sector a nivel nacional, pero no solo eso, pues el impacto negativo que esto traerá puede ser irreversible.

“Si el gobierno se aferra a mantener una economía petrolizada el panorama será más complicado porque no tienen un plan B y existe el riesgo de que fallen con la estrategia de los hidrocarburos fósiles, ya que tienen metas muy ambiciosas y nada reales”, expone el especialista.

La reconfiguración energética emprendida por el actual gobierno le pasó factura al sector.

Prueba de ello es que México cayó seis posiciones en el Índice de Atracción de Energía Renovable por País (RECAI, por nombre original en inglés) elaborado por la firma Ernst & Young (EY).

En el ranking publicado en septiembre de 2018, el país se ubicó en el lugar 13, pero en la última actualización de mayo pasado se situó en la posición 19.

El experto en energía considera que una buena alternativa para que México pueda cumplir con sus compromisos sería llegar a un punto de equilibrio con un plan híbrido en el que se dé prioridad de igual forma a las inversiones renovables como fósiles, pero la tendencia del gobierno es clara.

Dentro del Proyecto del Paquete Económico 2020 solo se mencionan líneas de distribución, algo que es positivo ya que son necesarias, pero en cuanto a líneas de transmisión no se detallan posibles inversiones el próximo año para promocionar las energías renovables.

El camino correcto

México es un terreno fértil para la energía solar. De diciembre de 2018 a junio de 2019, el sector creció 32 por ciento, al pasar de 3,075 MW de capacidad instalada a 4,057 MW, de acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de Energía Solar (Asolmex).

Además, este rubro ha alcanzando inversiones directas por más de seis mil 500 millones de dólares y ha generado más de 50 mil empleos a nivel nacional.

Al cierre del año pasado, en territorio nacional existían 38 centrales solares en operación ubicadas en 11 estados, en la actualidad existen 44 parques solares en 14 entidades con operación comercial.

“El gobierno está desaprovechando que en este momento se están dando las condiciones en términos financieros porque los grandes bancos quieren financiar proyectos renovables y México se está perdiendo de esta oportunidad”, asegura Elie David Villeda.

El experto en energía espera que el próximo año la actual administración se dé cuenta de que es momento de sacarle provecho a las energías limpias, aunque quizá no desde un punto de vista federal, sino al darle oportunidad a los estados de que puedan hacer ellos sus propias iniciativas de subastas regionales de largo plazo.

“Es momento de apostarle a las energías renovables y des- carbonizar totalmente la gene- ración eléctrica en México; con las energías fósiles, el gobierno le está apostando al pasado, no al futuro”.

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