Partidos toman partido

Hasta hace unas semanas parecía que la siembra de aspirantes presidenciales del PRI carecía de prospectos serios.

Se hablaba insistentemente de Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, y de Luis Videgaray Caso, secretario de Hacienda, como posibles candidatos del tricolor a la Presidencia de la República.

Sin embargo, con el escape de Joaquín “El Chapo” Guzmán del penal de máxima seguridad de “El Altiplano”, muchos pensaron que se habían ido también las posibilidades de que Osorio Chong fuera protagonista en la futura sucesión.

Imelda García Imelda García Publicado el
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De estas crisis, principalmente la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán, ha pegado en su imagen pública
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Hasta hace unas semanas parecía que la siembra de aspirantes presidenciales del PRI carecía de prospectos serios.

Se hablaba insistentemente de Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, y de Luis Videgaray Caso, secretario de Hacienda, como posibles candidatos del tricolor a la Presidencia de la República.

Sin embargo, con el escape de Joaquín “El Chapo” Guzmán del penal de máxima seguridad de “El Altiplano”, muchos pensaron que se habían ido también las posibilidades de que Osorio Chong fuera protagonista en la futura sucesión.

En el caso de Videgaray, el pobre crecimiento económico y el aumento en el precio del dólar son dos factores que pegan directo a sus aspiraciones presidenciales.

Sin embargo, ambos personajes continúan en la pugna de las posibles candidaturas en el 2018.

Los cambios en el gabinete presidencial abrieron el debate sobre si el presidente Enrique Peña Nieto marcó línea sobre quiénes podrían protagonizar la próxima elección federal.

A partir del jueves pasado, con los acomodos en el gabinete, de un momento a otro el panorama que se veía limitado de aspirantes cambió y ahora son más de media docena de personajes con posibilidades de trascender.

Empero, la tradición y disciplina de los priistas indican que debe prevalecer la institucionalidad y mesura en el posicionamiento de los presidenciables.

Todos negarán su intención de participar, hasta que el presidente Enrique Peña Nieto dé el banderazo, al interior del partido, para la sucesión.

Conforme se han dado los nombramientos anteriores, es posible que el tricolor nuevamente se decante por una candidatura de unidad.

Cuando esto ocurra, a finales del 2017 o principios del 2018, el priista elegido tendrá poco tiempo para remontar la ventaja de años que le llevarán algunos de sus contrincantes.

Por un lado, Andrés Manuel López Obrador ha dicho que en el 2018 competirá por tercera vez para buscar la Presidencia de la República, esta vez por su partido, Morena. Lleva en campaña desde el 2006.

Margarita Zavala, la exprimera dama –esposa del expresidente Felipe Calderón-, ha anunciado su intención de ser candidata presidencial del PAN.

Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno del Distrito Federal, también ha pedido ser considerado candidato del PRD, partido al que no está afiliado.

Y a quien muchos consideran un candidato natural para el 2018 es a Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, gobernador electo de Nuevo León y quien llevará como ventaja la etiqueta de independiente, tiene ya reflectores desde la campaña electoral de este año.

Osorio Chong, en la cuerda floja

Miguel Ángel Osorio Chong parecía, hasta hace unos meses, el precandidato natural del PRI para suceder a Enrique Peña Nieto en Los Pinos.

Sin embargo, las múltiples crisis que ha enfrentado el Gobierno federal, lo han puesto en la mira para perder su lugar en la lista de posibles candidatos.

De estas crisis, principalmente la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán, ha pegado en su imagen pública. Y él sabe que será un estigma que lo perseguirá en su futuro político.

Representantes de varios partidos pidieron su renuncia después de la fuga. Él respondió que los momentos de crisis eran para trabajar, no para renunciar.

Lo único que podría salvar a Osorio Chong de la debacle sería la recaptura del capo de la droga. Por eso, todas las capacidades del Estado, como él ha dicho, están enfocadas a este fin.

Videgaray, el bajo crecimiento

Luis Videgaray Caso es considerado uno de los hombres más importantes dentro del gabinete presidencial.

Su lugar en el equipo del presidente Enrique Peña Nieto, sin embargo, no ha sido el más afortunado.

Desde la Secretaría de Hacienda le ha tocado encabezar medidas no tan populares, como la reforma hacendaria. En casos como las poblaciones fronterizas, el aumento del IVA del 11 al 16 por ciento no le ha generado simpatías en los últimos meses.

A esto se suma el bajo crecimiento que ha tenido el país en los años de gobierno del presidente Peña Nieto.

Durante la campaña presidencial, la promesa fue que el crecimiento se triplicaría y se ubicaría en niveles de entre el 5 y 6 por ciento. En los tres primeros años de gobierno, el crecimiento se ha ubicado alrededor del 2 por ciento.

Esto ha pegado directamente a los bolsillos de los ciudadanos, lo que puede ser una fama no tan popular a la hora de emitir un voto a favor de un candidato presidencial.

Meade, el benefactor

Como José Antonio Meade hay pocos servidores públicos en la historia del país.

Su paso por cuatro secretarías federales lo convierte en un funcionario con experiencia en varias áreas de la administración pública.

Meade ha sido secretario de Energía, Hacienda, Relaciones Exteriores y Desarrollo Social.

Es uno de los servidores públicos que se ha mantenido con un perfil discreto, alejado de los escándalos.

El nuevo titular de la Sedesol tendrá a su disposición la mayor cartera de recursos de las dependencias de gobierno para llevar a apoyos a las comunidades marginadas, lo que puede ganarle presencia y votos en muchas personas que lo verían como su benefactor.

Es hijo de Dionisio Meade y García de León, un priista que fue diputado federal y ocupó múltiples cargos en la Administración Pública Federal.

Beltrones, red de apoyo

Aunque muchos auguraban que Manlio Fabio Beltrones ya no jugaría un papel relevante en las elecciones del 2018, su llegada a la presidencia nacional del PRI lo coloca ahora en un lugar privilegiado.

Los reflectores que le ganará su posición pública le auguran un buen templete para dar a conocer sus puntos de vista sobre los problemas nacionales y la forma de negociar con las otras fuerzas políticas.

Su postura de tener un liderazgo en el PRI cercano a la Presidencia de la República, además, le ganará cercanía con el presidente Enrique Peña Nieto para reforzar su confianza y colocarse como posible sucesor.

El liderazgo que tendrá en el PRI para mover las piezas de las próximas elecciones locales del 2016 y el 2017, le ayudará a Beltrones a conformar una red de apoyo en los gobiernos estatales, municipales y congresos, que podrían impulsarlo en su candidatura en el 2018.

Nuño, la cercanía

Aurelio Nuño es uno de los hombres más cercanos al presidente Enrique Peña Nieto. Es su consejero desde que era gobernador del Estado de México y uno de los hombres que lo ha acompañado en su ejercicio como presidente.

Se la ha considerado uno de los favoritos del presidente para encabezar la sucesión en el 2018. Sin embargo, se decía que desde su posición como Jefe de la Oficina de la Presidencia no tendría los reflectores necesarios que lo impulsaran entre la ciudadanía.

Por ello, Peña Nieto decidió colocarlo como secretario de Educación para ser el abanderado en la aplicación de la reforma educativa, tema bandera de la actual Administración.

Su reto será lograr la cabal aplicación de la reforma educativa en los próximos años para cambiar el modelo educativo del país.

Eruviel, los apoyos

En el 2011, cuando se pensaba que otro sería el candidato al gobierno del Estado de México, finalmente se decidió colocar a Eruviel Ávila como abanderado del tricolor, antes de que se fuera con otra fuerza política.

El entonces gobernador saliente Peña Nieto lo apoyó al darse cuenta de la vasta red de apoyos que Ávila en la zona oriente del Estado de México.

Aunque no era su favorito, predominó el pragmatismo y se quedó con la candidatura y el triunfo.

De la misma manera, Eruviel Ávila podría operar en el 2017 su red de apoyos en la entidad mexiquense para hacerse de la candidatura presidencial.

Velasco, el peso del PVEM

El joven gobernador de Chiapas es otra de las cartas que el tricolor tiene rumbo a las elecciones del 2018.

A pesar de pertenecer al Partido Verde Ecologista de México, las alianzas electorales de los últimos años entre el PRI y el PVEM podrían llevar a considerar la posibilidad de postularlo en el 2018.

En Chiapas, el PVEM ha encontrado su mina de votos al convertirse, desde hace unos años, en la primera fuerza política en esa entidad y apoyar al PRI con su coalición.

Esto le da a Manuel Velasco y al Verde un margen de negociación no solo para la designación del candidato presidencial en el 2018, sino para conseguir posiciones de gobierno en la futura administración.

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