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Osorio Chong facilita la ruta para el 2015

Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre fue ungido por fin como nuevo presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Distrito Federal. Y ya tiene primera tarea: arrebatarle seis delegaciones al PRD.

Esto, de acuerdo con el proyecto político del tricolor 2012-2015, que se pondrá en marcha durante los próximos meses para menguar la hegemonía de la izquierda.

El objetivo es claro: ganar los siguientes comicios electorales de las delegaciones rurales: Tláhuac, Xochimilco, Milpa Alta, Magdalena Contreras, Tlalpan y Álvaro Obregón.

El objetivo es ganar los siguientes comicios electorales de las delegaciones rurales: Tláhuac, Xochimilco, Milpa Alta, Magdalena Contreras, Tlalpan y Álvaro Obregón
El nuevo PRI-DF también será apoyado desde el gobierno federal con más de 40 millones de pesos mensuales en programas sociales y para el campo, según sus líderes
El líder del PRI en el DF, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, contará con un presupuesto superior a los 60 millones de pesos anuales provenientes de las prerrogativas que el Instituto Electoral del DF le otorga

Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre fue ungido por fin como nuevo presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Distrito Federal. Y ya tiene primera tarea: arrebatarle seis delegaciones al PRD.

Esto, de acuerdo con el proyecto político del tricolor 2012-2015, que se pondrá en marcha durante los próximos meses para menguar la hegemonía de la izquierda.

El objetivo es claro: ganar los siguientes comicios electorales de las delegaciones rurales: Tláhuac, Xochimilco, Milpa Alta, Magdalena Contreras, Tlalpan y Álvaro Obregón.

Para ello, Gutiérrez de la Torre contará con un presupuesto superior a los 60 millones de pesos anuales, provenientes de las prerrogativas que el Instituto Electoral del DF le otorgó.

Además, el nuevo PRI será apoyado desde el gobierno federal con más de 40 millones de pesos mensuales en programas sociales y programas para el campo.

Y por si fuera poco, tendrá a su disposición un Consejo Político Estatal afín a sus proyectos, así como la anuencia de la fracción parlamentaria del tricolor en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).  

Por eso el proyecto no suena descabellado. Sobre todo cuando el plan del nuevo PRI lleva implícita la misión de disminuir el principal capital político de los partidos de izquierda. 

Es así como Cuauhtémoc Gutiérrez toma el control del partido en la Ciudad de México, cobijado por la cúpula priista y en especial por el poderoso secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

El recuento de los daños

Desde que tenía 14 años, Cuauhtémoc Gutiérrez pertenece al PRI, partido al que ingresó por la fuerza de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), sector que le abrió las puertas por su padre, Rafael Gutiérrez Moreno.

A lo largo de su carrera política ha ostentado el cargo de diputado local y federal, y desde hace más de una década había buscado dirigir el partido en el Distrito Federal.

La derrota del PRI en las elecciones presidenciales del 2000 frente a Vicente Fox y el PAN, generó una oleada de abandono, sobre todo en la capital del país, gobernada por el PRD desde tres años atrás (1997).

Desde ese entonces, el ahora presidente del tricolor comenzó a fortalecer su grupo al más puro estilo perredista, es decir, con presencia territorial en las 16 demarcaciones territoriales.

Tres años después, 2003, Cuauhtémoc se enfrentó al grupo de María de los Ángeles Moreno, quien era la candidata fuerte para dirigir al partido en la Ciudad de México.

En aquella ocasión, era líder del Movimiento Territorial –uno de los sectores fuertes del PRI– y junto con sus seguidores protagonizó una gresca por la cual fue expulsado del partido.

Sin embargo, en el plano judicial no pudieron acreditar su participación en los hechos violentos y se le regresaron sus derechos partidarios.

Y desde ese entonces comenzó una lucha encarnizada con María de los Ángeles Moreno y su compañera de fuerza, Beatriz Paredes, por el control de la ciudad.

La salida de la dirigencia de María de los Ángeles Moreno en el 2006 y de Jorge Schiaffino en el 2007 dejó un vacío por más de cinco años y un sin fin de juicios ante los tribunales electorales.

Esto, debido a que la entonces dirigencia nacional del PRI no apoyaba las aspiraciones de Cuauhtémoc Gutiérrez. que en varias ocasiones trató de forzar la elección del nuevo presidente local.

El acuerdo

Para el proceso electoral del 2012, el grupo del entonces candidato Enrique Peña Nieto logró un acuerdo entre los bloques capitalinos para que Beatriz Paredes Rangel fuera la candidata a la jefatura de Gobierno del DF.

Los afines a Gutiérrez de la Torre afirman que el compromiso para sumarse a esta candidatura era conseguir la postulación para diputaciones locales y jefaturas delegacionales.

La única condición que puso el grupo peñista era que el PRI-DF tendría que otorgar al menos millón y medio de votos y coordinarse con el ahora titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam.

Sin embargo, los pleitos entre estos dos bloques rompió cualquier cantidad de acuerdos y Murillo Karam no intervino más; Beatriz Paredes dejó fuera de la jugada a Cuauhtémoc y éste último no hizo campaña a favor de ella.

El resultado fue una votación de 940 mil 188 sufragios; lo que significa que solo consiguieron dos de cada tres votos que tenían comprometidos. A partir de ahí no hubo más apoyos para el bloque de María de los Ángeles-Beatriz Paredes.

Con el paso de los meses y una vez que el PRI ganó la Presidencia de la República, llegó la fecha marcada por los tribunales para renovar la dirigencia del partido por enésima y última ocasión.

Fuentes consultadas por Reporte Indigo explicaron que Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre consiguió el apoyo de Miguel Ángel Osorio Chong, a cambio de fortalecer el partido en el DF.

El acuerdo se hizo y desde ese entonces la estrategia y la fortaleza del PRI-DF comienza a tener una ruta clara. Tan así que la operación política para nombrar a los consejeros electorales del IEDF salió por consenso en el tricolor.

El escenario   

Cuauhtémoc Gutiérrez es el presidente del partido, tiene una fracción parlamentaria en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal de su lado y una buena cantidad de recursos para operar la próxima elección.

De acuerdo con el nivel de votación, la jornada electoral del 2012 dejó fuertes dividendos al PRI, de modo que ahora dispone de 5 millones de pesos mensuales para sus actividades partidistas.

El reporte final del IEDF señala que en al menos ocho de las 16 delegaciones territoriales, el PRI quedó en segundo lugar de las preferencias electorales, por lo cual tiene un panorama favorable.

Los números y el capital político se concentran en las delegaciones rurales, donde es factible bajar programas sociales y proyectos del campo a favor de los capitalinos.

A esa estrategia se ha sumado Adrián Rubalcava, quien es el único jefe delegacional del PRI; él es de extracción perredista y conoce la forma en que opera el sol azteca. 

Por eso, y por su relación estrecha con los dirigentes nacionales del PRI, se ha convertido en parte del proyecto que busca eliminar al único rival que le queda: Andrés Manuel López Obrador, quien tiene su principal bastión de seguidores en el DF.

En este contexto, los apoyos federales son de suma importancia, y los números que manejan estiman que habrá programas sociales hasta por un monto de 40 millones de pesos mensuales. 

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El que su cabeza cayera como dirigente del PRI en el Distrito Federal, tras el escándalo en el que se le acusó de operar una red de prostitución a su servicio, no significa que Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre haya perdido el peso político dentro del tricolor.

Como prueba del control que aún ostenta, “El Basurita” sostuvo una reunión con diputados locales del PRI, salientes y electos, para la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).