Incautaciones de droga, pellizco al narcotráfico
Las fuerzas federales realizan constantemente operativos con el objetivo de incautar estupefacientes a los grupos del crimen organizado, una actividad que se presenta ante la ciudadanía como un avance en la lucha contra el narcotráfico, aunque en realidad, esto tiene un impacto muy bajo en las operaciones y ganancias de los cárteles
Eduardo BuendiaLas corporaciones encargadas de combatir a los cárteles del narcotráfico en México presumen de manera constante los aseguramientos de droga que realizan, sin embargo, las cantidades que confiscan son mínimas en contraste con lo que trafican estas organizaciones.
Los grupos que se dedican a producir y vender estupefacientes son los responsables de abastecer gran parte del mercado negro en Estados Unidos, un de los mayores consumidores en todo el mundo.
Los cárteles establecidos en México trafican el 91 por ciento de la heroína que se distribuye en el país del norte, revela un reporte del Servicio de Investigación del Congreso estadounidense publicado a finales de 2019.
En el mercado de la metanfetamina, el documento muestra que la venta al mayoreo está bajo el control de estas organizaciones, además también son las encargadas de la mayor parte del suministro de cocaína, que tiene su origen en Colombia.
La actual administración federal, encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, es la tercera que mantiene a elementos del Ejército y de la Secretaría de Marina (Semar) realizando labores de seguridad pública en todo el país; y uno de sus principales objetivos es combatir a los grupos dedicados al narcotráfico.
En 2019, primer año del gobierno de López Obrador, la cantidad de drogas decomisada por la Sedena cayó a niveles mínimos en algunas de las sustancias.
De 2018 a 2019, la incautación de metanfetamina bajó un 61 por ciento, de heroína un 58 por ciento y de mariguana un 35 por ciento.
Es decir, que mientras en 2018 el Ejército aseguró 19.5 toneladas de metanfetamina para el 2019 fueron 7.7. En el caso de la heroína pasó de 440 kilogramos a 185, y con relación a la mariguana el decomiso pasó de 229.1 toneladas a 148.7.
Solo en el caso de la cocaína los resultados fueron positivos, ya que hace dos años la Sedena incautó 4.1 toneladas y para el año pasado aumentó a 4.9.
En contraste, la Semar elevó el tonelaje de aseguramiento en algunas sustancias ilícitas. Los elementos de esta dependencia tuvieron éxito al incautar metanfetamina y mariguana durante el 2019 en comparación con el 2018, aunque el volumen total es mucho menor a la cantidad que confisca el Ejército.
Durante el 2019 los marinos lograron el decomiso de 2.1 toneladas de metanfetamina, mientras que en el 2018 la cifra fue diez veces menor: 179 kilos. Algo similar ocurrió con la mariguana, pues el año pasado incautaron 17 toneladas contra las 2.9 de hace dos años.
En el caso de la cocaína el aseguramiento se redujo más de la mitad, ya que en 2019 solo recolectaron 5.1 toneladas contra 13 que se incautaron en 2018.
El peso mediático de las incautaciones al narcotráfico
A pesar de que el aseguramiento de drogas lanza el mensaje a la sociedad de que las autoridades están trabajando, la cantidad de sustancias decomisadas no es significativa para las organizaciones de narcotráfico, considera Francisco Torres Landa, secretario del Consejo de la asociación civil México Unido Contra la Delincuencia (MUCD).
Día con día las autoridades federales divulgan información sobre las incautaciones que realizan. Ayer, por ejemplo, informaron que elementos de la Fiscalía General de la República, la Sedena, la Guardia Nacional y el Centro Nacional de Información (CNI) lograron la detención de un líder operativo del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) tras un cateo practicado en la ciudad de Guadalajara el pasado 21 de junio.
Entre lo decomisado se informó que se encontraban armas, dinero en efectivo y diversas bolsas de plástico con clorhidrato de cocaína que sumaban alrededor de medio kilogramo.
“Lo que podría parecer un golpe mortal al narcotráfico, ellos lo tienen descontado. Saben que un porcentaje va a ser incautado, embargado; son pérdidas en la parte de la producción”, comenta Torres Landa.
Más allá del bajo impacto que la incautación tiene sobre las ganancias de los cárteles, la disminución en las cantidades que las fuerzas federales decomisan muestra una falta de coordinación entre instituciones, incluida la recién creada Guardia Nacional, que todavía está en proceso de conformación, opina el experto.
“Tienes a las tropas ocupadas en cosas que no les corresponden: construyendo aeropuertos, trenes, refinerías. Ya no tenemos la Secretaría de la Defensa Nacional, sino la ‘secretaría de construcción nacional’ o algo por el estilo. Estamos desarticulando esa dependencia y mandando soldados a la Guardia Nacional sin adiestramiento”, añade el integrante de MUCD.
David Ramírez de Garay, coordinador del Programa de Seguridad de la organización México Evalúa, asegura que los decomisos de drogas no son un elemento para medir el éxito de una política estatal contra las redes de tráfico.
“En la experiencia de México y otros países uno se puede dar cuenta que las incautaciones poco efecto tienen en el debilitamiento de algún grupo delincuencial o influyen en el mercado. No está mal saber qué está pasando ahí, pero sí ser muy precavido para tomarlo como un indicador para evaluar una estrategia”, expresa.
“En donde realmente se tendría que buscar un efecto es en el consumo para proteger a los jóvenes, pero para eso se necesita ir adoptando una perspectiva de salud y alejarse de la punitiva que es parte de todo este discurso de decomisos”, expone Ramírez de Garay.