Oaxaca, tierra violenta e impune

El asesinato de una persona el pasado fin de semana durante una fiesta patronal en Tlaxiaco no es un caso aislado, en Oaxaca los homicidios y feminicidios se incrementan y es el segundo estado con más impunidad del país

La Mixteca Alta de Oaxaca fue escenario de una tragedia. Durante una calenda que celebraba la fiesta patronal de la Heroica Ciudad de Tlaxiaco el pasado sábado fue asesinado de seis balazos un hombre disfrazado, a plena luz del día y ante los ojos de decenas de personas.

En un video difundido a través de redes sociales se ve cómo un grupo de danzantes pasean por la plaza principal, mientras la comparsa avanza y la banda musical toca. Segundos después el sonido seco de las balas transforma el ambiente.

Un sujeto de playera negra sale de entre los espectadores con arma en mano, la coloca a menos de 50 centímetros de la espalda de Bernardino Cruz Mendoza y comienza a disparar. Al primer balazo el danzante cae, no conforme con el desvanecimiento, el asesino sigue disparando. Los demás integrantes de la calenda corren asustados.

Según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública en Oaxaca han asesinado de enero a septiembre de este 2018 a 744 personas, un 17 por ciento más que el mismo periodo de 2017. A 10 semanas de que termine el año, los homicidios dolosos en la entidad ya superaron la cifra de todo el 2016 que fue de 738.

744
asesinatos se registraron en Oaxaca de enero a septiembre

Las carpetas de investigación abiertas por asesinato y feminicidio situaron a la entidad en agosto en la lista de las 10 más violentas con 97 casos en conjunto por ambos delitos.

En el mismo mes Oaxaca también se posicionó en el número 13 por feminicidio, en el 16 por secuestro, en el 5 por delitos de trata de personas y en la séptima entidad en la que ocurren más robos a transeúntes, la mayoría de estos se registran en la capital del estado.

Es por esto que la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana de septiembre publicada por el INEGI reveló que la percepción de la inseguridad en la capital de Oaxaca es del 83.1 por ciento.

83.1%
tiene una percepción social de la inseguridad

En la entidad impera la delincuencia sin ser sancionada. Según cifras del Indice Global de Impunidad de México (IGI-MEX) 2018, Oaxaca es la segunda entidad peor rankeada en materia de impartición de justicia, solo la supera Chiapas. En el estado existe una cifra negra del 94.3 por ciento, es decir que la mayoría de delitos no se denuncian.

Además, de los ilícitos que sí se registran, solamente el 16 por ciento de las causas penales terminan en sentencia y el 15 por ciento en condena, muy por debajo al promedio nacional que está entre el 26 y 30 por ciento, respectivamente.

94.3%
es la cifra negra que tiene Oaxaca por delitos no denunciados

En el Indice, publicado por la Universidad de las Américas de Puebla (UDLAP), se revela que de los delitos registrados (34 mil 304) solo existen 4 mil 70 causas penales abiertas, es decir que solo el 11 por ciento de los ilícitos cometidos en Oaxaca se inicia un proceso para llevar a su castigo.

De acuerdo con Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano, la violencia y muchos de los crímenes en Oaxaca se deben a la violencia endémica de la entidad.

“Es una entidad sumamente complicada, sus condiciones políticas hacen que en Oaxaca exista una relación entre la criminalidad del orden común, la violencia política y endémica de resolución de conflictos entre personas debido a los usos y costumbres.

“En la sierra de Oaxaca el Estado prácticamente no entra. La entidad tiene todas las potencialidades de convertirse en el nuevo Guerrero porque hay sembradíos de amapola que no sabemos quién los está controlando pero de seguro el Estado no, porque ni el Ejército entra”, señaló el especialista en entrevista con Reporte Indigo

Según el IGI-MEX, la estructura de seguridad y justicia solo se encuentra en algunos rubros por debajo de la media nacional, por lo que la falta de personal no sería una de las razones para que exista la impunidad.

El personal en las procuradurías y de agentes del Ministerio Público están ligeramente por debajo de la media, al igual que los policías judiciales por cada 100 mil habitantes.

Para Rivas este fenómeno se debe a que no hay insumos para llevar a cabo las investigaciones y que los salarios bajos provocan que haya fuga de personal capacitado hacia otras entidades.

“Los salarios son ridículos, los agentes del Ministerio Público ganan entre 8 mil y 15 mil pesos, aproximadamente, se jubilan con tres pesos”, agregó el especialista.

Crímenes de género

A través de redes sociales comenzó a circular una imagen de pequeños letreros pegados en los autobuses que incitaban a asesinar mujeres en Oaxaca.

“Cuida el planeta, combate la sobrepoblación de gente, mata a una hembra porque nos estamos reproduciendo exageradamente por culpa de ellas. El Estado no hace nada por controlar la sobrepoblación, Guanajuato y el Estado de México ya empezaron bien y debe seguirles Oaxaca, son más de 67 millones, hay que bajar el número”, dice el escrito que no cuenta con ninguna firma ni atribución.

De enero a agosto la Fiscalía General del Estado abrió 18 carpetas de investigación por feminicidio, lo que colocó a la entidad en el lugar 11 nacional, según el documento Información delictiva con perspectiva de género agosto 2018, del SESNSP.

18
feminicidios se cometieron en la entidad entre enero y agosto de 2018

Para la investigadora del Instituto de Investigaciones Sociológicas de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, Charlynne Curiel, el fenómeno es un reflejo de la descomposición social que vive el país.

“Oaxaca está reflejando la descomposición social y política que tenemos en buena parte del país. Antes la violencia tenía que ver más con una violencia política, o del Estado hacia el movimiento social y a las organizaciones campesinas. Ahora estamos viendo una diversificación, esto tiene que ver con la precarización de la vida”, dijo al respecto la doctora en antropología social

Curiel agregó que a los motivos para el aumento de la violencia también se suma el mal trabajo de los últimos gobiernos.

“Tenemos un historial de los gobernadores del estado que cuando no son cómplices de la delincuencia son omisos. La secuela que deja el gobierno de Gabino Cué en términos de feminicidio, ahora el gobernador en turno (Alejandro Murat) parece que está empeñado en superarlo”, agregó.

A inicios de septiembre, el gobierno de Alejandro Murat aceptó lo que antes había negado, finalmente y tras meses de lucha la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) emitió la alerta de género en la entidad.

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