Nueva contingencia en marcha por operación del Metro

Tras el incendio que destruyó el Centro de Control del Metro, las autoridades presentaron un plan emergente para mitigar el impacto que dejó a más de un millón de usuarios sin servicio, pero aún hay retos para que la movilidad no colapse

Por primera vez en la historia de la Ciudad de México, el principal medio de transporte de la capital, el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, opera de manera incompleta.

Las líneas 1, 2, 3, 4, 5 y 6 —la mitad de las rutas— que en promedio transportan a más de la cuarta parte de la demanda total del sistema al día, fueron afectadas por el incendio de una subestación de energía eléctrica en el cerebro del Metro el pasado 9 de enero.

Ayer se informó que este martes 12 de enero las líneas 4, 5 y 6 retomarán operaciones, pero las otras tres (1, 2 y 3) que son las más importantes, porque conectan a la periferia con el centro de la capital, continuarán sin servicio hasta nuevo aviso.

Por ello, las autoridades de la capital movilizaron Metrobús, Transportes Eléctricos, a la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) y al transporte concesionado para intentar sustituir al Metro y evitar afectaciones a los capitalinos que, pese a la pandemia de COVID-19, tienen que salir a trabajar.

El Plan de Movilidad Emergente ya está en marcha en la capital del país, pero debe superar varios retos.

Especialistas consideran que entre los principales desafíos del plan emergente, que no tiene fecha de término, está que los usuarios conozcan y usen las opciones que existen para trasladarse.

Información dada a conocer por la Secretaría de Movilidad (Semovi) el 11 de enero explica que el Plan de Movilidad Emergente consta del aumento de la flotilla de unidades del Metrobús en operación para alcanzar las 571.

También se extenderá el recorrido de la Línea 2 de Trolebús de Velódromo a la estación Pantitlán de la Línea 1 del Metro.

La Línea 3 del Metrobús ofrecerá un servicio que conectará de Indios Verdes a Zapata y se habilitará un recorrido de unidades de la estación San Lázaro de la Línea 4 a La Diana de la Línea 7.

Mientras que el servicio de Mexibús, del Estado de México, que va a Indios Verdes continuará sobre el carril confinado del Metrobús hasta la estación Buenavista en la Línea 1.

A su vez, el Servicio de Transportes Eléctricos aumentará su flota con recorridos alternos de 86 trolebuses y seis articulados que operarán sobre el Eje Central.

Y RTP junto con el transporte concesionado cubrirán los trayectos completos de las líneas del STC que no están funcionando.

Las líneas 1, 2 y 3 del Metro no funcionan, la afectación asciende a 1.4 millones de usuarios al día, es decir, el 24 por ciento de la demanda del STC

Caos inevitable por ausencia del metro

El programa emergente de movilidad que pretende atender la demanda de seis líneas del Metro durante los primeros días será un caos, porque siempre que existe algún cambio en medios de transporte o se introduce uno nuevo, debe haber un periodo de adaptación, afirma Víctor Alvarado, coordinador de Movilidad Eficiente del Poder del Consumidor.

Explica que esto se debe a la alta demanda de personas que hay en las rutas cerradas.

Según datos de afluencia del STC, el Metro transporta al día a 4.6 millones de personas, de las cuales, un millón 143 mil son las que usan las tres líneas que no están operando: el 24 por ciento.

Reporte Índigo recorrió las estaciones Balderas y Cuauhtémoc de la Línea 1 así como Hospital General y Niños Héroes de la 3 y observó que las unidades de RTP y transporte concesionado iban saturadas y había confusión respecto a las paradas de los autobuses.

Por ello, afirma el especialista, el reto más importante es que las autoridades difundan el plan de emergencia y que los usuarios lo conozcan para que sepan de qué manera pueden transportarse.

También, señala, el gobierno tiene que generar empatía entre los automovilistas y la ciudadanía ante un posible aumento del tránsito vehicular.

“En una primera instancia va a haber afectaciones por el proceso de adaptación, lo que vamos a ver los primeros días será una situación que no generará beneficio”, menciona.

Alvarado también considera que la estrategia emergente es positiva porque aprovecha que hay sistemas de transporte articulados e integrales como Metrobús y Trolebús.

“La estrategia ofrece un abanico de transporte público para atender la necesidad de viaje que es menor respecto a días convencionales por la pandemia”, dice.

Por otra parte, señala que las reparaciones a la subestación del Metro, deben ir encaminadas a no concentrar la mayor parte del funcionamiento del sistema en un solo lugar o instalación.

“Son incuestionables todas las carencias en infraestructura y lo que se tiene que hacer es innovar y ya no depender de un solo centro control, se debe poder operar en otras instalaciones y esto tuvo que ser así desde hace mucho tiempo”, declara.

Bici otra opción

Organizaciones y colectivos ciclistas ven en la bici una opción sustentable ante la emergencia de transporte.

Por ello, se están organizando bicibuses y también se buscará reciclar bicicletas para ayudar a personas a transportarse a su centro laboral, dice Agustín Martínez, presidente y Fundador de Bicitekas.

“Algo que estamos impulsando en este momento es este programa que se llama Recicleta, en el que se piden donaciones de bicis para repararlas y darlas a quien más las necesite”, afirma.

Además, dice, varios colectivos y Bicitekas planean organizar rodadas a centros de trabajo, también llamados bicibuses, para promover a dicha forma de traslado como una opción ante la emergencia.

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