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‘No somos las víctimas’

En una audiencia inusual efectuada en el juzgado 19 del Reclusorio Oriente, un grupo de bailarinas del bar Cadillac (supuestamente rescatadas del delito de trata de personas) acudieron a manifestarse para exigir la liberación de sus pseudo explotadores.

A lo largo de seis meses que lleva el proceso, las mujeres que bailaban en ese lugar han dicho incansablemente en diversos foros que no fueron ni son víctimas de nada ni de nadie.

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Empleados del Cadillac esperan sentencia por delito de trata de persona
"Hay un problema de moralización contra las mujeres, la autoridad dice ‘yo pienso que tú eres víctima porque está mal lo que haces’, entonces lo que hacen es denostar su trabajo"
Jorge Arturo GalvánAbogado de los procesados por el caso Cadillac
El juez escuchó a los que acudieron a la rejilla de prácticas y luego, en su oficina, a los familiares
A partir de ayer, el juez encargado del caso tiene 30 días para dar a conocer la sentencia

En una audiencia inusual efectuada en el juzgado 19 del Reclusorio Oriente, un grupo de bailarinas del bar Cadillac (supuestamente rescatadas del delito de trata de personas) acudieron a manifestarse para exigir la liberación de sus pseudo explotadores.

A lo largo de seis meses que lleva el proceso, las mujeres que bailaban en ese lugar han dicho incansablemente en diversos foros que no fueron ni son víctimas de nada ni de nadie.

Se lo dijeron de frente al Ministerio Público local de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) y por si fuera poco también acudieron ante la Comisión de Derechos Humanos del DF (CDHDF).

Ayer durante la última audiencia este grupo de mujeres acudieron al juzgado con diversas cartulinas para pedir la liberación de los 14 empleados del bar Cadillac que fueron detenidos en el falso operativo de junio del 2013.

A menos de que estas bailarinas padezcan el Síndrome de Estocolmo (una reacción sicológica en la cual la víctima de un secuestro o retenida contra su voluntad desarrolla un vínculo afectivo con su captor o verdugo), es posible explicar que ayer se presentaran ante el juez para reiterar que ellos, los procesados, no las obligaron a nada.

“No hay víctimas, no hay delito”, insiste el abogado de los procesados, Jorge Arturo Galván.

Pero el proceso contra los 14 empleados del Cadillac, entre los que se encuentran maquillistas, empleados de seguridad y meseras, continúa.

El juez 19 de lo penal, Jorge Tenorio, presidió la audiencia de ayer en la que escuchó de nueva cuenta a las bailarinas, quienes mantuvieron su postura inicial: “No somos víctimas de nadie”.

Mediante un escrito firmado por las 15 mujeres que supuestamente fueron rescatadas del Cádillac, ratificaron al juez del caso que en ningún momento se les explotó, entre otras cosas, que trabajaron ahí por su propia voluntad.

En entrevista, el defensor de los empleados acusados, Jorge Arturo Galván, explicó que a estas mujeres se les está utilizando falsamente como un medio de prueba.

Dijo que si el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, en otro de sus frentes está tratando de establecer el legal consumo de mariguana bajo el principio de la libre autodeterminación, en este caso también debe respetar el derecho de estas mujeres para trabajar en un table dance.

“Hay un problema de moralización contra las mujeres, la autoridad dice ‘yo pienso que tú eres víctima porque está mal lo que haces’, entonces lo que hacen es denostar su trabajo”, puntualizó el penalista.

A partir de ayer, el juez encargado del caso tiene 30 días para dar a conocer la sentencia. Ayer escuchó a los que acudieron a la rejilla de prácticas y luego, en su oficina, a los familiares.

La crónica de un falso rescate

Ya desde julio de 2013, horas después de que ocurrió aquel fallido operativo, Reporte Índigo dio a conocer que se trató de un falso rescate en el que la PGJDF anunció la “liberación” de 46 mujeres, 27 mexicanas y 19 extranjeras, víctimas de explotación sexual.

En el texto titulado “El falso rescate del table dance” se documentó a partir de la averiguación previa DTP/TP-1/T1/030/13-06 que los testimonios que rindieron 36 mujeres coincidían en que acudían al bar Cádillac a trabajar por su propia voluntad y por las buenas ganancias que obtenían.

Las mujeres, declaradas víctimas por decisión de la PGJDF, denunciaron públicamente que fueron hostigadas por el personal de la dependencia que encabeza Rodolfo Ríos Garza para que declararan que en ese lugar las obligaban a trabajar y tener relaciones sexuales con los clientes. 

“Cosa que es falsa y negamos rotundamente”, declararon por escrito Faridie del Rosario Oviedo González, Marlenne Solórzano y Claudia García Miramonte ante el visitador adjunto de la CDHDF, Gabriel Antonio Olvera.

Desde ese momento las declaraciones de las mujeres pusieron en tela de juicio la versión del “rescate” que manejaron las autoridades del gobierno capitalino cuyo titular, Miguel Ángel Mancera Espinosa, desde que se desempeñó como procurador de justicia tomó el combate del delito de trata de personas como uno de sus estandartes.

Pero el caso llegó hasta los juzgados donde ayer se decidiría la suerte de los 14 empleados del Cadillac que desde julio pasado están presos.

Extraoficialmente se ha dicho que el caso es de consigna en contra del propietario de ese centro nocturno, Alejandro Iglesias Rebollo, a quien la sociedad recuerda como el dueño de la discoteca Lobohombo, en donde la madrugada del 20 de octubre del 2000 murieron 22 personas a causa de un incendio.

Iglesias Rebollo, a la fecha, no cuenta con ninguna orden de aprehensión en su contra; sin embargo, el centro nocturno Cadillac se mantiene clausurado desde julio del 2013.

No obstante entre los detenidos se encuentra, Rodrigo Ampudia, uno de sus empleados de mayor confianza que enfrenta el proceso con otros 13 acusados de trata.

Sobre el bar Cadillac circulaban decenas de leyendas urbanas de explotación y abusos que supuestamente ocurrían en su interior.

El gobierno capitalino lo cerró desde esa fecha e incluso se habló de planes para decretar la extinción de dominio sobre el inmueble que por años operó en la colonia Anzures, delegación Miguel Hidalgo, muy cerca de Polanco.

Piden libertad para acusados

Alrededor de las diez de la mañana comenzó la audiencia en la que se daría a conocer la sentencia. 

Casi media hora después llegaron ellas, quienes intentaban ocultar su rostro con gafas para evitar ser reconocidas.

Acudieron al juzgado 19 con cartulinas preparadas para pedir la libertad de sus compañeros de trabajo. Sin embargo, al ingresar, el personal de seguridad que custodia dichas oficinas les prohibió introducir el material.

Más tarde, el personal del juzgado solicitó a los medios de comunicación que acudieron retirarse para proteger la identidad de quienes son las “víctimas” de ese proceso. 

 

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Al jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera Espinosa, sólo le hacía falta una cosa para terminar de atestiguar el fracaso de Rodolfo Ríos Garza al frente de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal (PGJDF): que un grupo de bailarinas exóticas se rebelara públicamente y eche por tierra la versión del rescate del Cadillac por el delito de trata de personas.

“No somos víctimas, que les quede claro”, aseguran las mujeres, quienes se mofan al escuchar a las autoridades hablar de un rescate.