No hay tregua

La falta de claridad en la ley electoral podría provocar que al igual que las precampañas la intercampaña se convierta en un periodo de simulación donde los precandidatos a la presidencia continúen promocionándose y lanzando ataques contra sus adversarios sin recibir ningún castigo de las autoridades electorales
Imelda García Imelda García Publicado el
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[kaltura-widget uiconfid=”38045831″ entryid=”0_26cim5ib” responsive=”true” hoveringControls=”true” width=”100%” height=”75%” /] Al igual que el periodo de las precampañas , la intercampaña que comenzó ayer y que concluirá el próximo 29 de marzo corre el riesgo de que sea otra simulación.

Lo que se supone debiera ser un espacio de acomodo interno de los partidos antes de las campañas presidenciales, será aprovechado por los todavía precandidatos para ganar espacios en medios y redes sociales y, desde ahí, continuar no sólo promocionándose, sino atacando a sus adversarios.

El Instituto Nacional Electoral (INE) ha definido algunas de las reglas que deberán seguirse en este periodo de intercampaña; sin embargo, la autoridad electoral se encuentra frente a otra prueba de fuego, pues tendrá bajo su responsabilidad evitar que los aspirantes incurran en actos anticipados de campaña y sancionar a quienes cometan actos indebidos.

Ya la precampaña fue un periodo de simulación al llevar a cabo procesos internos con precandidatos únicos; el INE, empero, no pudo frenar tal acción —así como no pudo imponer reglas más estrictas de campaña, como intentó con varios de sus lineamientos revocados por el Tribunal Electoral— por una simple razón: no está prohibido en la ley.

¿Y quiénes pueden cambiar la ley? Los legisladores, que son llevados al Congreso de la Unión por sus partidos políticos. Un círculo vicioso en el que el INE lleva todas las de perder.

Muchos de los recursos que sean interpuestos entre adversarios en este periodo de intercampaña serán resueltos por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), perfilando ya la judicialización de todo el proceso electoral del 2018.

¿Qué sí y qué no?

El Instituto Nacional Electoral delineó las reglas que aplican al proceso electoral de intercampañas que comprende del 12 de febrero al 29 de marzo.

Durante la intercampaña los partidos sólo podrán difundir mensajes con contenidos institucionales

“En la intercampaña, los partidos políticos deberán abocarse a difundir mensajes genéricos con contenido únicamente institucional y no podrán promocionar el voto o alguna precandidatura o candidatura, esto con el objetivo de mantener la equidad en la contienda”, detalló el INE en un comunicado.

Aunque no puede haber mensajes donde los precandidatos se promocionen, estos sí pueden asistir a entrevistas o a eventos, pero cuidando siempre no incurrir “en un llamado directo y claro al voto”. Si esto se hiciera, se incurriría en actos anticipados de campaña, mismos que están prohibidos y la sanción puede ser tan grave como el no obtener su registro como candidatos.

“Quiero ser muy claro en cuanto al tema de la libertad de expresión. No existe prohibición alguna en la ley para que los medios de comunicación puedan realizar entrevistas, programas de opinión o mesas de análisis político”
Lorenzo CórdovaConsejero Presidente del INE

Expertos señalan que, a pesar del llamado del INE, la presencia de los precandidatos en medios de comunicación y eventos privados no les impedirá usar esos espacios como eventos de promoción.

Ley ingenua

Para Luis Carlos Ugalde, fundador y director de la consultora Integralia, “La intercampaña va a ser una campaña a puerta cerrada, en donde los candidatos no podrán hacer eventos masivos en plazas públicas, pero harán eventos a puerta cerrada con cobertura mediática y, por lo tanto, tendrán un impacto en el electorado; quizá de menor intensidad, pero sí tendrán impacto.

“Los candidatos podrán tener entrevistas y no pueden pedir el voto, pero me parece que eso es una distinción bastante ingenua; no tienes que pedir el voto para promoverte. Es exactamente lo mismo. Estarán las campañas en menor intensidad, pero va a seguir la promoción de los candidatos”
Luis Carlos UgaldeConsultora Integralia

El también exconsejero presidente del IFE indicó que las precampañas fueron también un proceso de simulación.

“La culpa de esta simulación de las precampañas es de quienes hicieron la legislación electoral hace 10 años. Ellos son los culpables de esta ridícula ley electoral que tiene muchas cosas que distan de tener sentido común (…) es una ingenuidad, la ley electoral”, sentenció Ugalde.

A raíz del conflicto electoral de año 2006, en que Andrés Manuel López Obrador perdió la elección por un margen de sólo 0.56 por ciento de los votos frente a Felipe Calderón, el Congreso de la Unión impulsó una reforma electoral en la que no sólo se prohibió la compra de spots por parte de particulares, sino se crearon los tres tiempos de los procesos electorales: precampaña, intercampaña y campaña.

En la elección del 2012 también hubo periodo de intercampaña y en los meses posteriores la autoridad electoral aplicó diversas sanciones por actividades que los candidatos o coaliciones realizaron en ese periodo.

Llamadas telefónicas en busca del voto o tocar alguna canción o jingle para llamar a votar por determinada persona en tiempos de veda electoral, fueron algunas de las conductas sancionadas por el todavía IFE.

A raíz del conflicto electoral de 2006 se crearon 3 tiempos: la precampaña, la intercampaña y la campaña

Gracias a esa reforma, señala Ugalde, ahora las campañas electorales son mucho más largas, pues antes de esos cambios comenzaban en enero o febrero y ahora arrancan desde diciembre.

Mayor incertidumbre

Arturo Espinosa Silis, director de la consultoría Strategia Electoral, sostuvo que la ambigüedad sobre lo que se puede hacer y lo que no durante el periodo de intercampaña abona a que no haya certidumbre en el desarrollo del proceso electoral.

“Es una temporalidad en la que la Ley no es clara sobre lo que se puede y lo que no se puede hacer; y al día de hoy lo único que tenemos son los dichos de los consejeros electorales sobre lo que sí y lo que no se puede hacer, pero no hay nada oficial.

Algo que escapa a las reglas de la intercampaña son las redes sociales para las que no existe regulación alguna en materia electoral

“Esto abona a que haya mayor incertidumbre. Este afán de regular, de establecer etapas, de establecer momentos específicos de lo que se puede hacer y lo que no, se presta por un lado a que haya incertidumbre porque no sabes hasta dónde, y por otro lado, a que haya simulación porque es un juego de: ‘Mientras no digas esto, puedes hacer esto otro’. Pero se vuelve una simulación. Lo que sabemos es que todos están en campañas desde el 14 de diciembre”, expuso Espinosa.

El experto ejemplificó la intercampaña como una especie de “medio tiempo”, en el que las precampañas son el primer tiempo y las campañas son el segundo tiempo.

Y si bien la Ley no dice a ciencia cierta qué sí y qué no está prohibido, los único que saben los precandidatos es que no es momento de precampaña para pedir el voto al interior del partido, y tampoco es la campaña, para pedirlo a la ciudadanía, lo que lo convierte en un momento complicado del proceso electoral.

“En ese intermedio no pueden promoverse en radio o televisión, no pueden hacer proselitismo electoral. Y la verdad es que en una intercampaña tan larga, es muy difícil pedirles que se queden calladitos y sentaditos.

“Esta intercampaña, la verdad, es como darle un dulce a un niño y decirle que no se lo puede comer. Porque desde el punto de vista de los precandidatos, si ya recorrieron el país y tienen una cierta inercia en sus actividades, y los mandas a la banca 45 días, pues se van a enfriar todos”, sostuvo Espinosa.

El mayor reto ahora, apunta el experto, es para las autoridades electorales tanto federales como locales, pues deberán decidir si sancionan conductas que lastimen la esencia del proceso de intercampaña o si se comportan como en la precampaña.

La ley no dice a ciencia cierta qué sí y qué no está prohibido, lo único que saben los precandidatos es que no es momento de precampaña para pedir el voto al interior del partido y tampoco es la campaña para pedirlo a la ciudadanía

“¿Harán valer la condición de las intercampañas, en las que las candidaturas no se pueden estar promoviendo abiertamente a la ciudadanía? ¿Lo van a hacer valer y van a aplicar las sanciones correspondientes? ¿O va a ser un poco como la precampaña en la que todos simulamos y mientras no uses 3 o 4 palabras que están prohibidas, puedes hacer lo que tú quieras?”; cuestionó.

Algo que escapa a las reglas de la intercampaña, indicó Espinosa, son las redes sociales, para las que no existe regulación alguna en materia electoral.

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Intercampañas, el reto del INE por Ernesto Santillán

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