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#No era penal

El medio día del domingo 29 de junio, el holandés Arjen Robben se convirtió en el enemigo público número uno del país.

No era penal.

Han pasado ya 5 días de que México quedó fuera de la Copa del Mundo, pero la afición aún no lo supera.

Ayer, el tema se salió de control.  Los memes y el hashtag #NoEraPenal fue la locura en las redes sociales.

No la reforma telecomunicaciones. No el encarcelado José Manuel Mireles. No la violencia en la frontera. Nada.

El medio día del domingo 29 de junio, el holandés Arjen Robben se convirtió en el enemigo público número uno del país.

No era penal.

Han pasado ya 5 días de que México quedó fuera de la Copa del Mundo, pero la afición aún no lo supera.

Ayer, el tema se salió de control.  Los memes y el hashtag #NoEraPenal fue la locura en las redes sociales.

No la reforma telecomunicaciones. No el encarcelado José Manuel Mireles. No la violencia en la frontera. Nada.

La herida dejada tras la eliminación se recrudeció. Incluso Google creó un doodle  con el que se recordaba el momento del “clavado” del delantero holandés.

Hubo de todo. Cualquier cantidad de personajes aparecieron: Juan Escutia, Francisco I Madero, Paulo Coelho, Carmen Salinas, El Chapulín Colorado, Don Ramón, Bugs Bunny, bueno, hasta el mismo Jesucristo. Todos a una sola voz. No era penal.

Y es que, parece que esta vez, a los mexicanos tan acostumbrados a quedarse a medio camino les dolió más que nunca regresarse de Brasil sin llegar al mítico, útopico y –al parecer, maldito- quinto partido.

“México llegó al campo con los agravios acumulados por el gol de Peiró en Chile ‘62, la fractura de Onofre en vísperas de México ‘70, la eliminación en Haití para Alemania ‘74, las golizas recibidas en Argentina ‘78, la suspensión de Italia ‘90 por los cachirules, los penaltis de Estados Unidos ‘94. Pero no basta sufrir más que Holanda para superarla”, escribió Juan Villoro en su columna ese mismo día en que a México se le acabó el Mundial.

No era penal.

Una vez más, los mexicanos tuvieron que hacer uso del humor para tratar de superar su desilusión y la mejor forma que encontraron fue en las redes sociales.

Al final, el futbol es solo un juego… y lo de Robben, no era penal. 

‘Es una broma. Supérenlo’

En medio de toda la frustración provocada por la eliminación de México de la Copa del Mundo, apareció una dulce pequeña tocando el ukelele.

Con dulce voz, la criatura comienza una rítmica canción en la que alaba la actuación de la selección. Reconoce la labor de los jugadores, del entrenador y relata como el equipo estaba para “ganar el Mundial”.

De repente. El ceño de la pequeña se frunce y la música cambia de ritmo.

“Eeeeeeeh, puto!, pinches holandeses nos sacaron del Mundial con sus penaltis fingidos y malicia natural”.

La canción causó revuelo. Se compartió en las redes sociales y hasta surgieron nuevas versiones en Punk y Metal.

Pero también hubo a quienes les pareció ofensiva y grosera.

Insultaron a la intérprete y hasta hubo amenazas.

Entonces, nadie –como se llama en su Twitter la joven cantante- publicó en su cuenta @mr_frodo_dcdc un comunicado que envidiaría cualquier político

Lo puso en inglés y en español.

“Básicamente, a ustedes no les debo disculpas, realmente. A los que se ofendieron por el lenguaje y a los que argumentan la falta de educación, deberían de saber que la falta de educación que hay en el país no es por decir groserías –pues éstas son parte de nuestra cultura, quieran o no aceptarlo– sino por todos los fallos del sistema educativo hacia las escuelas, y ese ya es otro asunto”, comenzó diciendo.

Criticó la falta de sentido del humor de quienes se sintieron ofendidos y reiteró que era una broma.

Supérenlo, les dijo.

“No le reclamo a nadie y no estoy ardida. Hago la canción por diversión y porque hay que saber reírse de la derrota, no para que se ofendan o para debatir de quién fue la culpa. Después de todo, canta y no llores”.

No era penal.