‘Ni vivos ni muertos’

En algunos países ha sido común asociar la violencia con la explotación de los recursos naturales. No es el caso de México, donde este flagelo se ha vinculado principalmente al tema de las drogas.

Para el periodista italiano Federico Mastrogiovanni, esa asociación no es única y corre el riesgo de “volverse una cortina de humo”.

“¿Quién te va a decir que no, quién te va a decir que no luches en contra de la droga?”, advierte.

Predeterminado del sitio Predeterminado del sitio Publicado el
Comparte esta nota

https://www.youtube.com/watch?v=72d2oV7wBlI https://www.youtube.com/watch?v=WAjnpPdjcVg https://www.youtube.com/watch?v=Cx9i0ulk4QQ

En algunos países ha sido común asociar la violencia con la explotación de los recursos naturales. No es el caso de México, donde este flagelo se ha vinculado principalmente al tema de las drogas.

Para el periodista italiano Federico Mastrogiovanni, esa asociación no es única y corre el riesgo de “volverse una cortina de humo”.

“¿Quién te va a decir que no, quién te va a decir que no luches en contra de la droga?”, advierte.

En su libro “Ni vivos ni muertos” –que, bajo el sello de Grijalbo, será presentado el 19 de junio en el Centro de Derechos Humanos Agustín Pro Juárez- el escritor habla de la desaparición forzada en México como estrategia de terror.

Ahí refiere que las desapariciones en muchos estados del país ocurren en lugares donde hay recursos naturales de vital importancia, como los energéticos, cuyo destino se discute en el Congreso de la Unión.

Mastrogiovanni menciona, entre los casos más evidentes, el de la Cuenca de Burgos -la zona comprendida entre Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila- donde “hay enormes recursos energéticos: petróleo, gas shale que todavía se tiene que explotar”.

En los últimos años en esos estados ha habido un repunte considerable de desapariciones forzadas. Una práctica con la que –precisa en entrevista con Reporte Indigo– se ha podido controlar varios territorios a través del terror.

“Donde hay recursos naturales importantes es más fácil controlar y apoderarse del territorio cuando no hay ningún tipo de oposición y cuando se generaliza el terror, la violencia, la despoblación: los desplazamientos forzados”.

Mastrogiovanni había trabajado el tema de la migración de centroamericanos de tránsito por México, tema de su tesis de maestría en la UNAM, cuando se topó de frente con las desapariciones de los migrantes.

Pirata legal

El 3 de julio un documental sobre esta investigación será presentado en el Cine Tonalá. Sus realizadores, Federico Mastrogiovanni y Luis Martínez Guzmán lo promocionarán de un particular modo: lo entregarán a vendedores ambulantes del mercado de Tepito para que lo distribuyan masivamente.

“Pensamos es le mejor forma de poder llegar a mucha parte de la población, por lo menos de esta ciudad”, dice el romano, quien sabe una gran mayoría de mexicanos no tiene para comprar un DVD original y solo puede hacerse de una copia que, aclara, “ya no va a ser pirata” porque como autores autorizarán así su distribución.

¿Por qué sigue desapareciendo gente?

En su investigación de poco más dos años, Federico Mastrogiovanni encontró que muchas desapariciones se vinculaban con elementos del Estado. Conforme la misma fue avanzando reparó que “cuando no había una intervención directa, había una omisión por parte de las instituciones en muchos casos de desaparición”.

A flote salió, naturalmente, la figura de la desaparición forzada que a nivel internacional se considera uno de los delito más graves, pues acontece una intervención de algún “elemento del Estado por acción u omisión”.

Al preguntarse ¿por qué sigue desapareciendo la gente? el investigador italiano esbozó la hipótesis de que tal práctica ha resultado ser funcional desde la época de la llamada Guerra Sucia.

“Algún actor tiene que beneficiarse de este terror. Sobreponiendo los mapas del país con los mapas de los recursos naturales es fácil pensar que quien se beneficia son quienes se van a beneficiar de los recursos naturales”, precisa.

Y acota que el fenómeno no es exclusivo de México sino que ha tenido lugar en países africanos y naciones árabes, por ejemplo. Ahí los actores del crimen organizado que en algún momento se relacionaron con los gobiernos de esos lugares ahora son grupos terroristas islámicos.

“En la zona de la Cuenca de Burgos tenemos a un grupo, Los Zetas, cuya historia nos indica que tuvieron relación con aparatos del Estado y ahora se volvieron un grupo del crimen organizado que tiene un control espantoso en esas zonas”.

Y agrega: “No es necesario que el Estado participe activamente, basta con que no resuelva” cuando su papel nodal es proteger el territorio nacional y a su población.

Las familias de las miles de víctimas de desaparecidos en México siguen buscando que “el único interlocutor posible para resolver este problema” les otorgue justicia, protección y seguridad.

Show Player
Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil