Nada nuevo
E nrique Peña Nieto hace corte de caja de los nueve primeros meses al frente del país, con una ciudad sitiada por los maestros que rechazan la reforma educativa y lo obligan a cambiar el formato de su Primer Informe de Gobierno.
A estas fechas, en los sexenios pasados Ernesto Zedillo llevaba a cuestas el error de diciembre, Vicente Fox aun saboreaba la algarabía de la alternancia, mientras que Felipe Calderón vivía con el doloroso recuerdo de una toma de posesión forzada.
La interlocución a su favor
Georgina Howard300,000
E nrique Peña Nieto hace corte de caja de los nueve primeros meses al frente del país, con una ciudad sitiada por los maestros que rechazan la reforma educativa y lo obligan a cambiar el formato de su Primer Informe de Gobierno.
A estas fechas, en los sexenios pasados Ernesto Zedillo llevaba a cuestas el error de diciembre, Vicente Fox aun saboreaba la algarabía de la alternancia, mientras que Felipe Calderón vivía con el doloroso recuerdo de una toma de posesión forzada.
La interlocución a su favor
La interlocución de Enrique Peña Nieto con los líderes políticos que le han garantizado buenos números en el Congreso, le han permitido la aprobación de algunas reformas, pero no de las leyes secundarias correspondientes.
De hecho, la ley secundaria para la evaluación de los maestros -que forma parte de la reforma educativa- es la que ha generado el descontento de un sector maestros que hoy son dueños de las calles de la ciudad de México.
Y aún falta la aprobación de la reforma financiera. La energética ya cuenta con el rechazo y la amenaza de la izquierda de Andrés Manuel López Obrador, aunque no de toda el ala del PRD.
Y luego vendrá la reforma fiscal, para la que se anticipan ajustes en algunos impuestos como el IVA que, en caso de concretarse, encenderá más la llama de los inconformes.
Si Peña Nieto quiere pasar como un presidente reformista y no quedarse a la mitad, tendrá que refrendar su espíritu de cambio y garantizar que las reformas pasarán.
Zedillo, la dolorosa crisis del 95
Ernesto Zedillo llegó a su Primer Informe de Gobierno con el error de diciembre a cuestas, lo que originó una dolorosa crisis económica.
El problema de Chiapas y el anuncio del subcomandante Marcos de reanudar los preparativos de una inminente guerra también estaban en su agenda de pendientes por resolver.
Estaban además la inconformidad que existía en ese momento por la sentencia a Mario Aburto como único culpable de la muerte de Luis Donaldo Colosio, la falta de esclarecimiento del móvil y autor intelectual del homicidio de José Francisco Ruiz Massieu y la desaparición de Manuel Muñoz Rocha.
Las implicaciones de Raúl Salinas en el caso y las acusaciones de su hermano, Mario Ruiz Massieu a funcionarios públicos y del propio PRI. Además, la crisis financiera detonada por la dolarización de la deuda interna, lo cual que supuso el crecimiento de los tesobonos.
En diciembre de 1994 -cuando tomó posesión Zedillo- ese pasivo generado en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari alcanzaba 29 mil 206 millones de dólares.
Para reestructurar ese pasivo, el gobierno de Zedillo tuvo que negociar con Estados Unidos un crédito por 20 mil millones de dólares que llegó a 50 mil millones con la aportación de los organismos financieros.
Para detener la fuga de capitales se implementó un Programa de Ajuste con diversos sectores, pero la devaluación, el desempleo y la inflación lo acompañaron esos primeros 10 meses.
La tasa de desempleo estaba en 6.6 por ciento cuando tomó posesión de su cargo, pero que se incrementó en su gestión.
Fox y el costo de la alternancia
Vicente Fox, el presidente de la alternancia y el primero que no contó con la mayoría en las cámaras de Diputados y Senadores, llegó a su primer informe con más de 15 millones de nuevos pobres.
Esto lo obligó a incrementar el gasto destinado a la lucha contra la pobreza en 16.2 por ciento e incorporar a más de 763 mil familias adicionales al nuevo Progresa.
Desde el inicio de su mandato, Fox se comprometió a la construcción de un nuevo aeropuerto en Texcoco y aunque expropió 4 mil 550 hectáreas a ejidatarios de San Salvador Atenco – las cuales pretendía pagarlas a siete pesos el metro cuadrado- la terminal aérea no se logró. Los pobladores impugnaron ante tribunales el decreto de expropiación y se canceló la construcción.
Finalmente y debido a la gran inconformidad de los campesinos el 1 de agosto de 2002, la presidencia de la República decidió cancelar el proyecto.
Fox también se vio envuelto en un disturbio legal y político relacionado con el desafuero del jefe de Gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador, con quien después llegó a un acuerdo.
Promotor de los changarros como solución al desempleo, Fox expropió 27 ingenios azucareros con un costo fiscal para el país de alrededor de 19 mil millones de pesos.
Apenas era su Primer Informe de Gobierno y ya tenía diferencias con Estados Unidos, Cuba, Venezuela y Perú, lo que provocó un alejamiento de México hacia América Latina durante su gestión.
Calderón, el presidente desconocido
El segundo presidente panista, Felipe Calderón llegó a su Primer Informe de Gobierno con la sombra del desconocimiento de su triunfo.
No solo fue el rechazo de su oponente perredista Andrés Manuel López Obrador y el plantón que por un mes hizo en avenida Reforma, también tuvo una toma de posesión inédita en Los Pinos, donde un minuto antes de la medianoche recibió de Vicente Fox la banda presidencial.
El fantasma de su toma de protesta atropellada, hecha en una tribuna del Palacio Legislativo tomada por la oposición, lo obligó a entrar por la parte trasera y tomar posesión en menos de cinco minutos.
Calderón rindió su Primer Informe de Gobierno presentando su Estrategia Nacional de Seguridad Pública para establecer una ofensiva del Estado en la batalla frontal contra el crimen organizado, en la cual involucraba al Ejército.
Fortaleció a las instituciones encargadas de la seguridad y la procuración de justicia y puso en marcha operativos de seguridad en las ocho entidades del país con mayor incidencia delictiva.
Enfrentó una de las crisis más severas por la elevación del precio del maíz, lo que lo obligó a implementar el Pacto Economico para la Estabilización de la Tortilla.
Modificó la Ley del ISSSTE para individualizar las cuentas de los trabajadores del Estado, pero no logró reducir la tasa de desempleo, que llegó a 3.23 por ciento.
Anunció el Seguro Universal para los recién nacidos, avaló el nombramiento de Fernando González Sánchez -yerno de Elba Esther Gordillo, lideresa del SNTE- como Subsecretario de Educación Basica de la SEP.
Arrastró los efectos de la crisis hipotecaria de Estados Unidos -que ocasionó la caída de las remesas-, de la inversión extranjera y del estancamiento del aparato productivo.
Dejó como herencia a su sucesor un Fobaproa viviendero para rescatar a las principales desarrolladoras por 76 mil 150 millones de pesos, así como 61.4 millones de mexicanos en pobreza patrimonial.
Peña Nieto, el Tlatoani del PRI
Peña Nieto, el Tlatoani del PRI resurgido tras doce años de panismo, enfrenta ahora la toma desenfrenada de calles de la Ciudad de México por parte de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y el rechazo de la izquierda a la reforma energética.
Aunque cuenta todavía con el capital político que le da el Pacto por México -que firmó con los partidos desde el inicio de su gestión- el mandatario llega a su primer informe con un flanco abierto en materia de seguridad: más de 13 mil ejecuciones en lo que va de su gobierno.
Lleva a cuestas, como herencia de su antecesor, a 61.4 millones de mexicanos en pobreza, una tasa de desempleo que rebasa el 5.4 por ciento, y un escenario económico no es muy halagüeño.
Apenas hace unos días su staff económico ajustó por segunda vez en el año la meta de crecimiento económico para el 2013: de 3.1 a 1.8 por ciento.
En los primeros seis meses del 2013 solo se pudieron crear 300 mil nuevos empleos, la cifra más baja desde 2009.
De acuerdo al Banco de México se espera que al cierre del año se generen entre 450 y 550 mil nuevos empleos, la mitad de la meta comprometida en el inicio por el actual Gobierno.
La crisis en los países europeos y el riesgo de una recesión en Estados Unidos serán un justificante del estancamiento económico en que se encuentra México.
Pero también la novatez en la aplicación de los recursos presupuestarios que han generado subejercicio y parálisis de la economía. Así como una guerra de cifras entre la Secretaría de Hacienda y el Banco de México, lo que solo genera incertidumbre.