activistas defensoras mexicanas de derechos humanos y la libertad de expresión son blanco de agresiones

Mujeres activistas y periodistas bajo amenaza

Mujeres defensoras de derechos humanos y comunicadoras son blanco de agresiones. El último fin de semana, fue asesinada Zenaida Pulido, quien participaba en labores de búsqueda de personas desaparecidas en Michoacán; la casa de la periodista Lydia Cacho fue allanada y Frida Guerrera, quien ha dado seguimiento a casos de feminicidios, recibió mensajes intimidatorios

El fin de semana fue fúnebre para las activistas defensoras mexicanas de derechos humanos y la libertad de expresión.

La activista Zenaida Pulido fue asesinada, la casa de la periodista Lydia Cacho fue allanada y la comunicadora Frida Guerrera fue amenazada de muerte.

Este panorama de violencia exhibe la vulnerabilidad en la que se encuentran las mujeres que dedican su vida a estas actividades en México.

El caso más conocido es el allanamiento al domicilio de Cacho la tarde del domingo 21 de julio, en el municipio de Puerto Morelos, en Quintana Roo. Dos sujetos extrajeron equipo de trabajo e información altamente sensible de interés público relacionada con pederastia.

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activistas se encuentran inscritos en el mecanismo de protección

Durante la agresión mataron a una perra que protegía la casa de la periodista y envenenaron a otra, además, destrozaron objetos como fotografías familiares, dio a conocer la organización Artículo 19.

“Se trata de un acto de represalia por su ejercicio de defensa de derechos humanos y de su libertad de expresión”, señaló la institución en un comunicado.

El ataque fue condenado por organismos como la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Artículo 19 y la Red por los Derechos de la Infancia (Redim), quienes exigieron a las autoridades federales cumplir con las garantías de no repetición y que se sancione a los responsables de estos hechos.

La agresión a la periodista se cometió medio año después de que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador le ofreciera una disculpa pública a nombre del Estado mexicano, con lo cual inició el cumplimiento a una resolución del Comité de Derechos Humanos de la ONU por ser criminalizada en el 2005

En el evento, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, prometió que habría justicia por los hechos ocurridos en diciembre de 2005, cuando Lydia fue detenida de forma arbitraria tras dar a conocer su investigación “Los demonios del Edén”, en los que reveló una red de prostitución infantil.

Pese a la agresión más reciente, que la obligó a salir del país, Cacho dijo que no se dejará amedrentar.

“Por más que lo intenten no dejaré de investigar. El miedo no colonizará mi espíritu. Soy periodista, soy feminista y defensora de #DerechosHumanos el poder conlleva responsabilidad social. A los que me amenazan les digo: #AquíNadieSeRinde #Justicia #NiñezPrimero”, publicó en su cuenta de Twitter.

Zenaida, entre las activistas que dan la vida en busca de justicia

La activista Zenaida Pulido Lombera fue asesinada el viernes en el municipio de Aquila, en Michoacán, cuando iba a bordo de su vehículo y un grupo armado la atacó a balazos.

Pulido Lombera era familiar de desaparecidos y formaba parte del colectivo “Familiares Caminando por Justicia”. Fue la coordinadora de la quinta caravana de personas desaparecidas en Aquila, en la que se encontró una fosa clandestina con 43 restos óseos.

Antes de su muerte había acudido a denunciar amenazas en su contra, dio a conocer el colectivo en su cuenta de Facebook.

“Su asesinato nos deja una profunda tristeza e indignación, porque el caso de Zenaida se une ahora a la lista en la que figuran decenas de víctimas y activistas que por buscar a sus seres queridos han recibido la muerte como castigo en un Estado que no solo no garantiza el derecho a la seguridad de todas las personas, sino que además olvida la vulnerabilidad a la que las víctimas están expuestas”, publicó.

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periodistas son protegidos por el Estado mexicano

Aunque la Comisión Estatal de Derechos Humanos pidió a la Fiscalía de Michoacán no descartar la relación del asesinato de Zenaida con sus labores de activismo, ésta desde el principio rechazó que fuera activista y aseguró que era comerciante, por lo que nunca activó el Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.

Frida, vivir con terror

Otra agresión registrada el domingo fue la que sufrió la defensora y comunicadora Frida Guerrera, quien se ha dedicado a visibilizar el tema de los feminicidios en el país y a dar acompañamiento a las familias de las víctimas.

“Nuevamente el fin de semana volví a ser víctima por medio de redes sociales con fotografías que bajan de internet amenazándome y diciendo que me debo cuidar la espalda porque hay accidentes, una infinidad de cosas que te meten en una dinámica de constante terror”, narra.

Guerrera ha recibido amenazas de muerte desde el 2006, cuando comenzó a cubrir el conflicto magisterial en Oaxaca, y en tres ocasiones la privaron de la libertad. En 2009 dio seguimiento a un caso de pederastia y en ese año ingresaron a su casa y torturaron y asesinaron a sus dos gatos.

Desde 2016 ha visibilizado los feminicidios a nivel nacional y por esta actividad Guerrera ha recibido amenazas de muerte; actualmente hay abiertas cuatro carpetas de investigación en la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle) por las amenazas que ha denunciado.

A pesar de llevar 13 años siendo hostigada por su actividad periodística, fue hasta este año que fue ingresada al Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas y le asignaron custodios.

Guerrera tiene medidas de protección que le impiden llevar una vida normal, ya que nunca sale sola de fiesta y no consume bebidas alcohólicas fuera de su hogar

En Oaxaca tuve tres levantones muy fuertes, me quemaron, siempre con esta amenaza de que le bajes, de que no hables, de que no digas
Frida GuerreraDefensora y comunicadora

“Cuando vi lo de Lydia me dolió mucho porque a mí en Oaxaca me torturaron y asesinaron dos gatos, son cosas que uno no alcanza a ver que son amenazas directas que dicen ‘tú eres la que sigue’ y finalmente te van tocando”, señala.

Para Guerrera, ser mujer y ser defensora de derechos humanos o periodista es un doble riesgo, ya que los ataques son más crueles. Además, si no se tiene un alto perfil o se es conocida es más probable que las amenazas se cumplan, dice.

De acuerdo con datos del Gobierno federal, hasta marzo había 790 periodistas y defensores de los derechos humanos adscritos al mecanismo de protección para activistas y comunicadores, de los que 498 son activistas y 292 se dedican a trabajar en medios.

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