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Moreno Valle a la expectativa

Ante el silencio del exgobernador, se ha rumorado que a cambio de dejarle el camino libre a Anaya pactó un puesto para que su esposa compita por la gubernatura del estado de Puebla

Con el registro de Ricardo Anaya como precandidato presidencial de la coalición Por México al Frente, el futuro de Rafael Moreno Valle permanece incierto.

Las intenciones del poblano de contender por la presidencia de la República eran bien conocidas desde que fue gobernador de su natal estado.

Un cargo que decidió abandonar precisamente para dedicarse por completo a labrar su camino como candidato presidencial del Partido Acción Nacional para los comicios de 2018.

Durante más de dos años, Moreno Valle gastó millones de pesos en publicidad y recorriendo el país intentando ganar adeptos para posicionarse como el abanderado de su partido.

De hecho, como parte de su estrategia, hasta publicó un libro titulado “La Fuerza del Cambio”.

A pesar de nunca haber aparecido como el candidato presidencial favorito, el peso de Moreno Valle al interior del partido es fundamental.

El día de ayer el exgobernador de Puebla se reunió con más de 300 líderes de su estructura nacional, a quienes dijo sentirse orgulloso del gran equipo que han construido juntos estado por estado.

Las aspiraciones de Rafael Moreno Valle de convertirse en el candidato a la presidencia por parte del PAN se conocen desde que fue gobernador de su estado natal

Al evento, el cual duró aproximadamente cinco horas, asistieron diputados locales, federales, alcaldes, dirigentes estatales y municipales que lo apoyan, lo que deja en claro porqué es de vital importancia para Ricardo Anaya tenerlo de su lado si es que quiere ganar el puesto para el que recién se registró.

Nada más en Puebla, estado controlado por Moreno Valle, tiene un padrón electoral  de más de 4 millones de personas, votos que sin duda podrían cambiar una elección.

Con la conformación de la coalición Por México al Frente, entre el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano, el exgobernador de Puebla, además de haber sido uno de los principales impulsores de la misma, vio en ella una nueva oportunidad para poner su nombre en las boletas y competir por el cargo político más importante del país.

Sin embargo, Ricardo Anaya, exdirigente nacional del partido, fue quien ahora se interpuso en su camino.

A lo largo del proceso para lograr conformar la alianza tripartita, Moreno Valle siempre se mantuvo como uno de los principales elementos dentro de las negociaciones, sobre todo después de que Margarita Zavala, en su desesperación, decidió renunciar a su militancia y contender por la presidencia de México mediante la vía independiente.

Pero conforme el tiempo pasó, el protagonismo del exgobernador de Puebla disminuyó velozmente y entonces llegaron las amenazas.

Exigencias, sin efecto

La crisis al interior de Acción Nacional provocada por Ricardo Anaya y la falta de un método claro para designar a los candidatos que representarían a la alianza que hasta hace unos días se conocía como Frente Ciudadano por México generó un ambiente de tensión ante su posible ruptura que Valle no desaprovechó.

Junto con Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno, otro de los candidatos que ya quedó en el camino, el panista dijo en diversas ocasiones que de no elegirse un método abierto, democrático y transparente para elegir a los abanderados presidenciales al interior de la coalición él simplemente dejaría de participar.

Pero ni sus exigencias ni las del jefe capitalino surtieron efecto. Los puestos de participación para la candidatura de Por México al Frente fueron designadas de forma partidista basándose en la intención de voto que cada partido era capaz de aportar.

Dicho acuerdo, pactado entre las cúpulas, obligó inmediatamente a Miguel Ángel Mancera a descartarse como candidato a la presidencia de la alianza, pues a los políticos del PRD únicamente se les permitió contender por la Ciudad de México, dejando al PAN como la institución de la cual surgiría el personaje que peleará por el puesto que actualmente ocupa Enrique Peña Nieto.

El domingo pasado, después de mucho tiempo de espera, Ricardo Anaya finalmente renunció como dirigente nacional del Partido Acción Nacional y se destapó como precandidato presidencial de la coalición.

Moreno Valle llamó la atención por su ausencia en el evento, a la cual tampoco asistió el actual gobernador de Puebla, José Antonio Gali Fayad.

En las encuestas, Moreno Valle nunca superó el tercer lugar dentro de las preferencias, siempre se mantuvo por debajo de Ricardo Anaya y Margarita Zavala

Durante los agradecimientos y reconocimientos hechos durante el discurso de Ricardo Anaya, éste nunca mencionó a su compañero de partido, hecho que pone en claro las diferencias entre ambos políticos.

Ante el silencio de Rafael Moreno Valle, se ha rumorado que a cambio de dejarle el camino libre al exdirigente nacional éste ya pactó un puesto para su esposa para que compita por la gubernatura de Puebla, además de que él podría recibir un puesto en el Senado.

Su situación permanece incierta, sin embargo, su jefe de prensa, quien permanece hermético ante la postura y situación de Rafael Moreno Valle, aseguró que el panista hará pública cualquier decisión que tome respecto a su futuro político a más tardar el miércoles de esta semana.

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