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Monreal lanza advertencia

Inspectores y despachos externos operados por autoridades de la Delegación Cuauhtémoc encabezan una red que extorsiona a comerciantes y que generó millones de pesos sin reportarse al Gobierno de la Ciudad de México, denuncia el delegado electo.

Cada permiso nuevo, traspaso, trámites, autorización de programas de Protección Civil o tolerancia de ambulantaje tenía un costo que cobraban dichos inspectores, coyotes e intermediarios, quienes a su vez reportaban las ganancias a sus jefes.

“La Cuauhtémoc está permeada de corrupción”, acusa el delegado electo Ricardo Monreal Ávila.

Monreal decidió que al arrancar su mandato suspenderá la labor de inspectores y verificadores, a quienes ubica como fuente de corrupción en la Cuauhtémoc
“No hay crimen perfecto, vamos a detectarlo. No vale la pena que se sigan metiendo en problemas”
Ricardo MonrealDelegado electo
en la Cuauhtémoc
https://www.youtube.com/watch?v=RBpFNYWN_gE

Inspectores y despachos externos operados por autoridades de la Delegación Cuauhtémoc encabezan una red que extorsiona a comerciantes y que generó millones de pesos sin reportarse al Gobierno de la Ciudad de México, denuncia el delegado electo.

Cada permiso nuevo, traspaso, trámites, autorización de programas de Protección Civil o tolerancia de ambulantaje tenía un costo que cobraban dichos inspectores, coyotes e intermediarios, quienes a su vez reportaban las ganancias a sus jefes.

“La Cuauhtémoc está permeada de corrupción”, acusa el delegado electo Ricardo Monreal Ávila.

Según este esquema de cuotas de extorsión, en la delegación Cuauhtémoc obtener una autorización del programa de Protección Civil tenía un costo de hasta 20 mil pesos para el empresario que lo solicitaba.

Un permiso nuevo o de traspaso, hasta 50 mil pesos; y dar tolerancia para vender en la vía pública, hasta 30 mil pesos mensuales.

Las reuniones secretas

Las millonarias cifras manejadas no se reportaban a la Secretaría de Finanzas del DF, se quedaban en esta delegación.

Monreal Ávila dice tener conocimiento de que la actual delegada, Jimena Martín del Campo, y el ex jefe delegacional, Alejandro Fernández, se reúnen a altas horas de la noche para destruir papelería que contenga información comprometedora de contratos, permisos, autorización, licencias, licitaciones y demás.

“Se reúnen a altas horas y destruyen documentos de finanzas y obras públicas”, acusa el de Morena.

Ante este panorama, el zacatecano lanza una frase a quienes gobernaron la Cuauhtémoc por años y sostuvieron estas redes de corrupción:

“No hay crimen perfecto, vamos a detectarlo. No vale la pena que se sigan metiendo en problemas”.

Pese a que no ha sostenido ninguna reunión formal con la actual delegada, Ricardo Monreal asegura que la información le llega desde adentro, de la Dirección General Jurídica y de Gobierno de la propia Delegación Cuauhtémoc.

Otros ejes de corrupción donde se cobraban dichas cuotas son para permitir el sexoservicio, para la instalación de tarjetas telefónicas y para la emisión de cédulas de empadronamiento de mercados públicos.

Monreal Ávila se mofó de algunas circunstancias que actualmente operan de manera sistemática ligadas a la corrupción. 

Apenas pasando la jornada electoral, Monreal instaló una mesa de denuncias en la explanada delegacional,

Ahí ha escuchado a más de 500 vecinos, empresarios y empleados de la delegación.

A través de ellos se percató, por ejemplo, que el reloj checador es uno de los puestos más peleados dentro de esa demarcación.

El que opera el reloj checador, explica, cobra una especie de cuota de 200 pesos a la semana para checar desde muy temprano a los trabajadores, sin que éstos siquiera se presenten a trabajar.

“Son casi 12 mil trabajadores y les cobran una cantidad de 200 pesos por semana para checarles desde las siete am hasta las 8pm”, detalla.

La historia es preocupante, dice, sobre todo si se tiene en cuenta que de los 2 mil 500 millones de pesos que recibe anualmente de presupuesto la Delegación Cuauhtémoc, al menos 2 mil son destinados para el pago de la costosa nómina de trabajadores.

Inspectores, fuente de corrupción

Como una de sus primeras acciones de gobierno, Ricardo Monreal decidió que suspenderá la labor de inspectores y verificadores, a quienes ubica como la más grande fuente de corrupción en la Delegación Cuauhtémoc.

“Sé lo que está pasando en la Delegación y no quedará impune. Una de las primeras acciones al primero de octubre es buscar a grupo profesional, honesto, para realizar estas tareas de inspección”.

Tres meses después de que inicie el gobierno, se reanudarán las inspecciones en la vía pública hasta enero de 2016, en un intento por recuperar la confianza de los ciudadanos.

Dice que pidió al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, se frenen las clausuras a fin de darles una especie de prórroga a los empresarios, una oportunidad para que subsanen las irregularidades.

“No vamos a tranzar con nadie, con ningún grupo, vamos a aplicar la Ley, pero los verificadores no tendrán ninguna facultad para salir a clausurar ni hacer visitas de verificación.

“Vamos a combatir a fondo la extorsión, quedan excluidos los giros negros y los negocios irregulares después de horario”, advirtió Monreal Ávila.

Listo equipo de transición

Luego de reunirse con más de 150 empresarios de la Cuauhtémoc en un hotel de Paseo de la Reforma, el delegado electo recalcó que aplicará las dos auditorías, una externa y otra por instancias del Gobierno de la Ciudad de México, a fin de tener un diagnóstico a profundidad.

Posteriormente presentó públicamente a los cuatro que encabezarán las mesas de transición: Yazmín Llebra Guzmán, Salvador Loyo Arechandieta, Pedro Pablo de Antuñano y Eliza Chelminsky.

También participan en el proceso Agustín Guerrero, Néstor Núñez, diputado electo, y Alejandro Rojas, quien fuera secretario de Turismo del GDF.

En vísperas de que arranque el proceso formal de entrega-recepción en las delegaciones políticas, Ricardo Monreal recalcó que respetará la decisión de Miguel Ángel Mancera si decide dejar a Héctor Serrano, secretario de Gobierno, como el interlocutor.

“Si él le tiene confianza, no descalificaremos al jefe de Gobierno. No soy suicida político ni rebelde sin causa. Soy hombre que quiere rescatar a la delegación Cuauhtémoc y lo voy hacer”, aseguró.

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Aunque está pendiente la reunión con el delegado en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal Ávila, el exdirector de Gobierno de esa demarcación, Pedro Pablo de Antuñano, quien fue retirado de su cargo cuando se le descubrieron 600 mil pesos en efectivo, sabe que su ciclo en la demarcación ya acabó.

En entrevista explica que lejos de aferrarse al hueso se prepara para arrancar asambleas en las 16 delegaciones con miras a la elección del 2018.