Migración entrega tarjetas humanitarias de visitante en México a las dos hijas de Victoria

Migración entrega tarjetas humanitarias de visitante en México a las dos hijas de Victoria

Migración entregó tarjetas de visitante a las hijas de Victoria Salazar; podrán continuar su solicitud de refugio en México

El Instituto Nacional de Migración (INM) entregó tarjetas humanitarias de visitante a las dos hijas de Victoria Salazar Arriaza, la mujer salvadoreña que fue sometida y asesinada por policías en Tulum, Quintana Roo.

En un comunicado, el Instituto informó que este jueves les entregó a ambas adolescentes tarjetas de visitante por razones humanitarias, con lo que podrán continuar el proceso de resolución de sus solicitudes de refugio.

Este miércoles, la hija menor de Victoria, Francela Yaritza Salazar, fue localizada tras un reporte de desaparición. Según el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, Francela habría escapado de su hogar luego de que la expareja sentimental de Victoria abusara sexualmente de su hermana mayor.

El mandatario centroamericano acusó a las autoridades mexicanas de no haber hecho nada para proteger a Victoria y sus hijas, pues la salvadoreña ya había denunciado a su expareja por las agresiones contra su familia.

Dijo también que el caso en torno a la muerte de Victoria es “peor de lo que esperábamos”, pues aseguró que saldrían más víctimas y agresores con respecto a la familia de mujeres migrantes.

Tiempo después, trascendió que Héctor “H”, expareja de Victoria, fue detenido por autoridades mexicanas, acusado de diversos delitos contra la mujer y sus hijas.

Comentaristas en medios de comunicación centroamericanos destacaron que fuera Nayib Bukele quien transparentara la información en torno al agresor de las mujeres, y no las autoridades mexicanas.

“Tenía razón, presidente Bukele… ¿por qué tuvo que ser el presidente de El Salvador quien diera la información?, ¿Por qué el estado mexicano no lo hizo?”, cuestionaron.

“La falta de capacidad del estado mexicano para proteger no solamente a la mujer, Victoria, a las menores mujeres, sino a una refugiada y sus hijas con visa humanitaria, es vergonzoso y es aterrador, pero más aterrador aún que por falta de conocimiento o con toda intención no se hablara de que ya había un antecedente”.

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