Menos árboles, más fraccionamientos
Casi una década se cumplirá desde que se registraron los incendios en los predios correspondientes al bosque El Nixticuil, en Zapopan, coincidiendo con el crecimiento inmobiliario y el interés de empresas privadas que desean construir en las áreas naturales protegidas.
El Nixticuil se encuentra al norte de Zapopan, a un lado del Hospital Ángel Leaño, cuenta con alrededor de mil 890 hectáreas, de las cuales mil 500 son parte de un área natural protegida, es el segundo bosque más grande de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG).
Jonathan Ávila"Empezamos a ver que coincidían las zonas incendiadas con las zonas en las que luego aparecían las licencias de urbanización. Esto empezó a ser muy recurrente"
A espaldas del Hospital Ángel Leaño, el 16 de mayo se registró uno de los mayores incendios de este año, que provocó la devastación de 15 hectáreas
Casi una década se cumplirá desde que se registraron los incendios en los predios correspondientes al bosque El Nixticuil, en Zapopan, coincidiendo con el crecimiento inmobiliario y el interés de empresas privadas que desean construir en las áreas naturales protegidas.
El Nixticuil se encuentra al norte de Zapopan, a un lado del Hospital Ángel Leaño, cuenta con alrededor de mil 890 hectáreas, de las cuales mil 500 son parte de un área natural protegida, es el segundo bosque más grande de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG).
De acuerdo con medios locales y las redes sociales del Comité Salvabosque El Tigre II, la noche del 16 de mayo se registró uno de los mayores incendios de este año.
El siniestro sucedió en un predio a espaldas del hospital Ángel Leaño, lo que provocó la devastación de 15 hectáreas según informó Protección Civil y Bomberos
Días después, el 26 de mayo, de acuerdo con la versión de los brigadistas comunitarios que resguardan la zona, fraccionadores de La Cima de Zapopan, perteneciente a la refresquera AGA, provocaron un incendio que fue apagado por dichos brigadistas del Comité Salvabosque.
Pese a los hechos, Sofía Herrera, miembro del Comité Salvabosque, afirma que estos desastres han disminuido en comparación con los cientos de incendios que se han provocado a lo largo de la lucha por la defensa del Nixticuil.
Reporte Indigo solicitó vía transparencia el “desglose total de registro de intervenciones en donde participó Protección Civil del municipio sobre incendios en el bosque El Nixticuil”, en donde la dependencia registró 19 siniestros hasta el 7 de mayo.
Para Sofía Herrera, los incendios han sido mayoritariamente en la noche y en las áreas que el comité ha reforestado, por lo que no se puede alegar que estos siniestros ocurren por causas naturales.
Según el reporte de Protección Civil, el primer incendio de este año sucedió el 4 de febrero a las cuatro de la tarde, que fue extinguido por personal de bomberos y cuyas “posibles causas” se ignoran.
“Desde 2006 nosotros hemos venido combatiendo incendios, yo creo que una cuenta más o menos general del 2006 para acá han sido más de 200 incendios los que hemos apagado, en los que hemos participado apagando incendios desde nuestra brigada comunitaria del Comité”, señaló Sofía Herrera.
Es el proyecto Mirasierra, ahora conocido como Sendas Residencial, el que está interesado en los terrenos que hoy resguardan los brigadistas comunitarios y en cuya zona se instalarían más de 22 mil casas al lado del bosque.
“Han ocurrido tres incendios graves este año ahí, en la zona que quiere urbanizar Mirasierra. El panorama general de este año es que gracias a la organización y también gracias al buen temporal de lluvias que se extendió (…) este año se redujo el número de incendios.
“Sin embargo, los pocos incendios que han ocurrido este año, que son 21, han sido más focalizados, por ejemplo, a destruir el trabajo comunitario”, explicó la integrante del Comité Salvabosque.
Y es que tan solo en el mes de febrero hubo siete incendios, aunque la mayoría se registraron entre la una y las cuatro de la tarde.
Así mismo, en el mes de marzo hubo seis incendios, según el reporte de Protección Civil, pero estos ya fueron después de las cuatro de la tarde, incluso los dos últimos fueron en días consecutivos, el 30 de marzo a las siete de la tarde y el 31 a las nueve de la noche.
“Empezamos a ver que coincidían las zonas incendiadas con las zonas en las que luego aparecían las licencias de urbanización.
“Esto empezó a ser muy recurrente, y hasta la fecha se ha seguido ese mismo patrón”, manifestó Herrera, ya que desde el inicio de los intereses por el bosque El Nixticuil, este ha estado amenazado por empresas como Tierra y Armonía y la constructora GYG, ambas vinculadas a Raymundo Gómez Flores y Juan Sánchez Aldana.
“Si tú revisas el plan completo de urbanización de La Cima de Zapopan te vas a dar cuenta que los espacios que se quemaron en estos siete incendios están proyectados para seguir construyendo cotos encima de ellos, ese es un ejemplo de muchos”, agregó la activista.
Ya que después de solicitar los registros completos de incendios, Reporte Indigo pidió de nuevo, vía transparencia, el registro total de incendios de este año y las hectáreas que se han quemado en el bosque El Nixticuil.
Apenas habían pasado 15 días desde la primera respuesta y Protección Civil ya había registrado otros tres incendios en el área, por lo que el total de lo que va del año han sido 22.
“Nosotros podríamos pensar que lo que quieren es debilitar el ecosistema, porque si el ecosistema empieza a desaparecer entonces ya no habría argumento medioambiental que impidiera la construcción en el predio.
“Pero contrario a esa lógica esta la ley, que dice que no puede haber cambio de uso de suelo en 20 años en un terreno incendiado”, dijo Sofía Herrera.
De acuerdo al memorándum enviado como respuesta a la solicitud de información, la dirección de Protección Civil y Bomberos ha registrado aproximadamente 32 hectáreas quemadas tan solo en los primeros cinco meses de este año.
Sin interlocución con la autoridad
Respecto a la comunicación con las autoridades del municipio de Zapopan, Sofía Herrera explica que al principio la desesperación los llevó a solicitar respuesta del presidente municipal ante los desastres ocurridos, pero la experiencia les enseñó que dicha interlocución nunca sirvió.
“Tenemos ya muchos años en los que nuestro interlocutor principal es la gente, a través de ustedes, los medios de comunicación.
“Eso se ha facilitado mucho porque el referente nuestro ya no es la autoridad municipal, porque ellos son los que están promoviendo los proyectos, es como hablar con la pared”, espetó Herrera.
Como conclusión, la activista señala que los intereses inmobiliarios han pesado más que los intereses de la sociedad, y por lo tanto las autoridades ya no hacen caso porque “ellos (las autoridades municipales) están del lado de los fraccionadores”.
El Comité realiza acciones legales para contrarrestar los intentos de urbanización de las empresas, pero prefieren enfocar su mayor actividad en la acción directa por ser la vía con mayores resultados.
Ayuntamiento omiso: MC
Para el coordinador de regidores por Movimiento Ciudadano (MC) en Zapopan, Augusto Valencia López, el Ayuntamiento de Zapopan ha descuidado el bosque del Nixticuil, no solo por los desastres “naturales” que se han suscitado, sino por la falta de seguridad en la que se encuentra.
Además, le parece alarmante que el Municipio siga otorgando autorizaciones para la construcción en una zona que debería de resguardarse.
Y señala que los incendios que ocurren en ese bosque benefician a los fraccionamientos al disminuir el costo para poder urbanizar en las áreas.
“Son omisos en el resguardo de los predios y también están promoviendo, con acciones de gobierno que la gente se ponga atenta, pues se anunció, con bombo y platillo, qué habrá en el predio La Azucena, que está pegado al Nixticuil (…) aquí hay una intención clara de urbanizar”, explicó Valencia López.
El regidor naranja señala que es difícil entrarle al tema porque no tienen responsabilidades ejecutivas más allá de los señalamientos que se pueden hacer en las sesiones de Cabildo, y además responsabiliza de los desastres que ocurran en esa zona a la administración de Héctor Robles Peiro.
Concluye que esta omisión de parte de la autoridad municipal va acompañada del favoritismo de estos a las empresas fraccionadoras, a las cuales se les facilitan las licencias para construir desordenamente en El Nixticuil.
“El bosque no es ninguna cereza, ni tampoco el medio ambiente es un pastel, y esperemos que este gobierno proceda con responsabilidad al medio ambiente y no quiera argumentar con reflexiones legaloides este atentado al medio ambiente”, concluyó Augusto Valencia.