Médicos residentes marchan por dignidad

El presidente del Comité, acompañado de cinco residentes, entregó a las 8:30 horas el documento dirigido al Secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, en el área de atención ciudadana de Palacio Nacional

Esta mañana, alrededor de 500 médicos residentes del Hospital General de México marcharon del nosocomio hacia Palacio Nacional por la “Dignidad del Médico Residente” para pedir claridad jurídica laboral, actualización de su salario de acuerdo a la inflación, que no se les descuente el bono sexenal de 3 mil pesos que recibieron en vales en diciembre de 2018 y que se reintegre a quienes ya se les descontó.

Al respecto la Dirección General de Recursos Humanos de la Organización de la Secretaría de Salud señala en la circular 15-2019 del tres de abril, que el pago extraordinario que se realizó a los médicos residentes solo le correspondía al personal de base y que fue improcedente. En el documento se apunta que se les descontará en la primera quincena de abril 2019.

El Dr. Gerardo Segoviano, presidente del Comité de Residentes del Hospital, afirma que el problema es que no hay claridad laboral de manera jurídica; los residentes “tenemos recibos donde existe la palabra “beca”, pero tenemos descuentos como cualquier otro trabajador”.

El presidente del Comité, acompañado de cinco residentes, entregó a las 8:30 horas el documento dirigido al Secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, en el área de atención ciudadana de Palacio Nacional, donde consiguieron una cita con el director de Finanzas de la Secretaría de Salud para hoy a las 13 horas, aunque al momento no se han pronunciado al respecto.

¿En qué condiciones trabaja un residente?

En ocasiones son ellos los que pagan material porque se acaba. La médica Dulce Díaz, residente de cirugía oncológica del Hospital General platica que cuando se requiere de un catéter venoso central, con costo promedio de 300 pesos, le avisa al familiar del paciente para que lo pague, pero si no tiene en existencia le pide que lo consiga o lo pide a algún proveedor, pero “si es muy urgente y no encuentras al familiar o algo, lo tienes que poner tú, porque sino truncas una emergencia”.

La doctora Diana Ortiz, residente de Anestesiología, relata que recientemente faltaron bultos quirúrgicos (contienen batas, sábanas y cubiertas para cirugía) y que sus compañeros residentes de cirugía tenían que pagarlos cuando se necesitaban, a pesar de que no les corresponde. En su área le ha tocado comprar cánulas de Guedel con valor de 56 pesos o en su defecto lavarlas para reutilizarlas.

Si bien todos tienen que realizar guardias aproximadamente cada tercer día, que van de 24 a 72 horas, además de cumplir con su tiempo de estudio en las mismas instalaciones, los que peor la pasan son los de Cirugía, donde son entre 25 y 30 médicos adscritos además de 20 residentes, quienes a pesar de atender alrededor de 15 pacientes cada uno, les hacen falta manos.

El médico Juan Gutiérrez, de Cirugía General, quien se encuentra en su tercer año de residencia, nos cuenta que entra a las cinco o seis de la mañana, pero no tiene hora de salida, apunta que puede ser una semana después y que lo máximo que ha permanecido en el General son 15 días, mismo periodo en el que “estuve cuatro días sin dormir”, pues siempre hay pacientes de gravedad. Recordó que en el primer año, un compañero de su generación laboró tres meses sin descanso.

En el Hospital General, el más grande de América Latina, hay 900 residentes, varios de ellos se han pronunciado en redes sociales, lo mismo que egresados, quienes afirman que los residentes llegan a realizar trabajos que les corresponden a los médicos de base.

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