’Queremos más poder‘

La senadora Martha Tagle es tajante: aunque las mujeres han ganado representatividad en la vida pública del país, no son quienes toman las decisiones que marcan el rumbo de México.

A ella le ha tocado vivirlo en carne propia como nunca antes. Desde su llegada al Senado, en agosto del 2015, cada día ha sido una lucha por posicionar no solo los temas que interesan a las mujeres, sino participar en la definición de las políticas públicas que inciden en el país.

Uno de sus triunfos fue promover que las dos mujeres que serían nombradas como magistradas de la Sala Superior del Tribunal Electoral fueran electas para el periodo más largo
“Todavía es muy difícil la participación política de las mujeres, porque las formas de ser de la política son muy masculinas”
Martha TagleSenadora

La senadora Martha Tagle es tajante: aunque las mujeres han ganado representatividad en la vida pública del país, no son quienes toman las decisiones que marcan el rumbo de México.

A ella le ha tocado vivirlo en carne propia como nunca antes. Desde su llegada al Senado, en agosto del 2015, cada día ha sido una lucha por posicionar no solo los temas que interesan a las mujeres, sino participar en la definición de las políticas públicas que inciden en el país.

El estado de las cosas en la Cámara alta, sin embargo, se empeña en decirle una y otra vez que falta mucho camino por recorrer para tener no solo más representatividad –garantizada hoy por las cuotas de género-, sino tener más poder e influencia en la vida pública de México.

Tagle acusa: son los hombres quienes ejercen el poder efectivo en el rumbo que toma la discusión pública en México, sin tomar en cuenta a las mujeres senadoras.

“Todavía es muy difícil la participación política de las mujeres, porque las formas de ser de la política son muy masculinizadas. Los acuerdos se hacen básicamente entre los hombres, a horarios en los que solamente se reúnen ellos y fuera de los espacios formales de toma de decisiones y, sin duda, todas las mujeres que estamos en los espacios públicos nos enfrentamos a eso”.

“Y eso pasa, por ejemplo, en el Senado, donde todos los coordinadores de los grupos parlamentarios siguen siendo solamente hombres; la Mesa Directiva es encabezada por un hombre. Y sabemos muy bien que las decisiones reales del pleno del Senado se toman en este tipo de mesas, y no pasan por el acuerdo de todos y todas”, acusó la legisladora.

Martha Tagle es senadora independiente; llegó a la Cámara alta como suplente de Alejandra Barrales, quien hoy dirige el PRD.

Su carrera política no es nueva. Por más de 20 años, Martha Tagle ha ocupado varios espacios sobre todo en el partido Movimiento Ciudadano –antes Convergencia-.

La verdadera prueba para ella llegó, sin embargo, cuando comenzó su periodo como senadora. Ahí se enfrentó al verdadero poder y a la forma en cómo los hombres hacen a un lado a las mujeres a la hora de tomar las decisiones.

Para Tagle, la lucha de las mujeres debe tomar un nuevo rumbo y centrarse no solo en la conquista de espacios, sino en la injerencia efectiva que tengan en la toma de decisiones.

¿Representación sin poder?

Es cierto que las mujeres tienen más espacios en la vida pública del país, pero no con la suficiente representatividad que significan. El 52 por ciento de la población mexicana es de mujeres.

Aun así, en México apenas hay una gobernadora (3.1 por ciento del total); tres secretarías de Estado (15.7 por ciento); dos ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (18 por ciento); 47 senadoras (36.7 por ciento de los escaños); y 213 diputadas (42.6 por ciento de las curules).

A nivel local las cifras tampoco son alentadoras. Según cifras del Instituto Nacional de las Mujeres, a 2016 solo el 9 por ciento de las presidencias municipales fueron ocupadas por mujeres.

De acuerdo con el sitio Congresos Locales Mx, del analista José Luis Sayudo, de un total de mil 132 diputados locales, 474 son mujeres. Esto representa un 41 por ciento. Empero, esto no significa que tengan incidencia directa en el rumbo del poder legislativo estatal.

De los 32 congresos locales, solo 9 (un 28 por ciento) tienen en la presidencia de la Mesa Directiva a una mujer. Solo los congresos de Chihuahua, Durango, Guerrero, Hidalgo, Querétaro, Sonora, Morelos, Tamaulipas y Veracruz tienen al frente a una mujer.

Para Martha Tagle, hacia allá debe enfocarse el esfuerzo de las mujeres.

“El gran reto que tenemos ahora es que queremos las mujeres estar en el poder y tener toma de decisiones. No solamente estar en el poder, sino tener poder. Y el poder implica estar en la toma de decisiones de estos órganos colegiados y en otros espacios donde las resistencias se siguen viviendo, justamente porque son espacios ejecutivos donde la cabeza, en quien recae la responsabilidad, son hombres.

“Como las gubernaturas, donde solo tenemos hoy una mujer y hay muchas resistencias a que haya candidatas. O a nivel de las presidencias municipales, donde hay localidades en que las obligan a renunciar de diferentes maneras, pero de manera muy violenta, justamente porque son cargos ejecutivos, de toma de decisiones”, consideró.

Lo peor es que el tema de la igualdad de género a veces se ha desvirtuado, afirma la legisladora. Porque muchas veces los hombres deciden hacer caso a las cuotas de género, colocando en candidaturas o puestos públicos a mujeres a través de las cuales pueden seguir ejerciendo el poder.

La lucha feminista
 desde el Senado

El trabajo de Martha Tagle se ha caracterizado por la defensa de los ideales feministas desde cualquier frente. En el Senado no es la excepción y ha sido una de las congresistas con más empuje hacia los temas de igualdad y apoyo a las mujeres.

Su trabajo no ha sido fácil. Impulsar reformas y nombramientos con enfoque de género en un ambiente masculino ha tenido sus retos.

Uno de sus triunfos fue promover que las dos mujeres que serían nombradas como nuevas magistradas de la Sala Superior del Tribunal Electoral fueran electas para el periodo más largo, y que una de ellas incluso quedara como presidenta del órgano.

“La intención era dejarlas por espacios cortos de tiempo, una por tres y otra por seis años, y nos parecía que era insuficiente porque además eran pocas mujeres; así que las senadoras presionamos y logramos que eso se modificara y las dos mujeres quedaran por 9 años”, afirmó.

De cualquier forma, para Tagle ha sido un reto en lo personal porque, como para casi todas las mujeres, llevar a cabo tareas profesionales implica un doble esfuerzo al combinar su papel como senadora y como mujer de familia.

“Es complicado. Las mujeres, no importa el nivel de decisiones en que nos encontremos, todavía tenemos muchas complicaciones para desarrollarnos porque, además de enfrentarnos a esta resistencia permanente de que las mujeres estemos en la toma de decisiones, todavía tenemos la complicación de tener las responsabilidades familiares que los hombres, aunque deberían de tenerlas, las olvidan”.

Y a veces está, por supuesto, también la frustración. Uno de los momentos que más le recordó el trabajo que queda pendiente fue comparar las fotografías de la celebración del centenario de la Constitución Política con las de los constituyentes de 1917. Fue un llamado visual a que falta mucho camino por recorrer.

“En el Constituyente de 1917 eran puros hombres y 100 años después siguen siendo puros hombres. Como si en 100 años no hubiéramos hecho nada las mujeres por estar en esos espacios.

Martha Tagle enfoca su trabajo legislativo en temas como igualdad de género, derechos humanos y acceso a la justicia.

Cuota de género por los suelos en México

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>> 47 Senadoras

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Sus días comienzan entre las cinco y seis de la mañana, apenas le avisan con 24 horas antes si los llamados serán en locación o en set, pero esto no es impedimento para ser la cabeza de la familia Bauche Chavira, mantener a seis perros y vivir junto a su hermano y su madre al sur de la Ciudad de México.