Mark Zuckerberg: candil en la calle, oscuridad en Facebook

El cofundador de Facebook, Mark Zuckerberg, se dio a la tarea de viajar por Estados Unidos como "reto personal" de 2017 para conocer los deseos y retos de las personas, pero no se acerca a su propia empresa donde el personal de la cafetería apenas y logra acabar el día con su sueldo.

Hasta ahora el director de la compañía de la red social se ha dispuesto a ser un "granjero por un día", se encontró con exadictos a la heroína y convivió con la comunidad de la Reserva India de los Blackfeet en una odisea para conocer las condiciones de ciudadanos norteamericanos.

El cofundador de Facebook, Mark Zuckerberg, se dio a la tarea de viajar por Estados Unidos como “reto personal” de 2017 para conocer los deseos y retos de las personas, pero no se acerca a su propia empresa donde el personal de la cafetería apenas y logra acabar el día con su sueldo.

Hasta ahora el director de la compañía de la red social se ha dispuesto a ser un “granjero por un día”, se encontró con exadictos a la heroína y convivió con la comunidad de la Reserva India de los Blackfeet en una odisea para conocer las condiciones de ciudadanos norteamericanos.

Ver: La tragedia de Twitter 

Sin embargo, Nicole que trabaja en una de las cafeterías de la empresa, preguntó al diario inglés The Guardian “¿cuándo vendrá aquí?” a las propias cafeterías en Facebook, pues ella y su esposo, Víctor, viven dentro de un garage con sus tres hijos.

“Él no tiene que ir a dar la vuelta al mundo, debería saber lo que ocurre en esta ciudad”, dijo Nicole quien vive en este espacio al lado de los papás de su esposo, que también trabaja en una cafetería.

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Ambos se unieron junto a 500 trabajadores de cafeterías en Facebook para conformar el sindicato Union Here Local 19 con el objetivo de exigir una mejor calidad de vida.

Nicole gana 19.85 dólares por hora en un turno y Victor obtiene 17.85 dólares que son insuficientes para necesidades básicas como comida y trabajo, o seguridad médica.

Pero ellos recuerdan que no siempre fue así. Justo antes de que la compañía se mudara a Menlo Park, un poblado cercano a Palo Alto en California, en su antiguo trabajo podían pagar su propio departamento y no se sentían discrimiandos, como ahora cuando sirven cafés en establecimientos cuyos nombres son “Epic” y “Living the Dream (Viviendo el sueño)”.

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