A finales de enero, en Cancún se vivió una batalla entre taxistas y conductores de Uber luego de que la plataforma fuera beneficiada por un fallo judicial. Foto: Especial

Lucha entre taxistas y Uber deja a pasajeros en medio del conflicto

La expansión de las plataformas digitales de transporte a lo largo y ancho del territorio nacional desató una serie de conflictos, pues han puesto en jaque a los taxistas locales, quienes argumentan que no cuentan con piso parejo para operar, por su parte, las empresas dueñas de las aplicaciones aseguran que tienen los permisos para brindar sus servicios

El país se convirtió en un campo de batalla entre los taxistas y las plataformas de transporte privado y en medio del conflicto quedaron los usuarios y la tibieza de las autoridades al mediar y buscar soluciones.

En días recientes, con la llegada de Uber a Cancún, se avivó la pugna entre ambos servicios, encendiendo las alertas en todo Quintana Roo y el país, ya que es muy probable que veamos escenas similares en las ciudades que buscan conquistar las plataformas digitales de transporte.

En Pachuca, capital del estado de Hidalgo, y ciudad cercana al AIFA, los taxistas ya comenzaron la ofensiva ante la posibilidad de la llegada de los servicios de transporte por aplicación; mientras que en Tulum, Quintana Roo, activistas mencionan que si bien una empresa transnacional no es la solución a los problemas del transporte, sí puede ser la punta de lanza para comenzar a combatir “las mafias” de taxistas.

Por su parte, especialistas coinciden en que el papel de las autoridades está siendo tibio y recomiendan que comiencen a mediar en el conflicto y a buscar soluciones para que ambos servicios mejoren su calidad, subsistan y los pasajeros viajen seguros a un precio justo.

¿Qué pasó en Cancún?

A finales de enero, en Cancún, uno de los destinos turísticos más visitados de México, se vivió una batalla entre taxistas y conductores de Uber luego de que la plataforma fuera beneficiada por un fallo judicial que invalidó la Ley de Movilidad que el Gobierno de Quintana Roo expidió en 2018.

En dicha ley, se establecía que los conductores de plataformas digitales debían de operar sólo si tenían una concesión, es decir, como lo hacen los taxistas.

Ante el fallo a favor de Uber, diversos grupos de taxistas comenzaron a “cazar” a los conductores de Uber y a cerrar vialidades medulares como las que llevan al aeropuerto internacional o a la zona hotelera del destino turístico.

De enero a agosto del año pasado, el aeropuerto de Cancún fue el más visitado del país al recibir alrededor de 6.4 millones de turistas internacionales.

El conflicto escaló a tal grado que la Embajada de Estados Unidos en México pidió a los visitantes de su país “mantener un perfil bajo”.

Las autoridades de Quintana Roo, señalaron que el fallo no significa que Uber pueda operar libremente, sino, que el Congreso local debe reformar la Ley de Movilidad antes del 26 de febrero.

A la par, el Gobierno estatal abrió un formulario llamado “Micrositio de Movilidad: Hacia la Construcción de una Nueva Ley” para que la ciudadanía participe en la reforma.

Por su parte, los sindicatos de taxistas del Frente Único de Trabajadores del Volante (FUTV), insisten en que el servicio público de transporte debe seguir siendo una actividad exclusiva y prestada mediante la explotación de una concesión.

En Chetumal, capital del estado, la plataforma de transporte privado anunció que a partir de este martes 7 de febrero ya opera en dicha ciudad luego de que un juez les otorgara un amparo el pasado 11 de enero.

El documento señala que los servicios prestados por los conductores de aplicación de movilidad son privados, por lo que no es necesario que cuenten con una concesión de transporte público.

Conflictos a la vista

En Pachuca, capital de Hidalgo, es común transitar y ver taxis con leyendas escritas en los vidrios como “No a Uber” y “Pachuca está contigo” luego de que en 2021 la aplicación buscara operar en dicha ciudad.

Los taxistas comentan que sus mensajes también son de solidaridad a sus compañeros en Quintana Roo.

A finales de octubre de 2021, la Secretaría de Movilidad y Transporte (Semot) de Hidalgo, informó que la empresa solicitó formalmente a la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación revisar su amparo 13/2020, en el que argumentaba que los servicios de movilidad intermediados a través de la aplicación de Uber no son transporte público y por ello no deben ser regulados como tal y pueden operar en todo el país.

En aquella ocasión, la Semot, encabezada por José Luis Guevara Muñoz, dijo que defendería por la vía legal la Ley de Movilidad y Transporte del Estado de Hidalgo para evitar que las plataformas de transporte entre particulares operaran en la entidad.

Como respuesta, la administración del exgobernador Omar Fayad Meneses, presentó la aplicación Taxi Contigo para poder realizar cobros mediante taxímetros y solicitar el servicio a través de una aplicación móvil.

¿Qué dice Uber?

Reporte Índigo solicitó a Uber su versión sobre el conflicto con los taxistas y respondió que además de condenar todo tipo de violencia en contra de sus socios conductores y usuarios, la Suprema Corte determinó que pueden operar sin ser regulados.

“La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha determinado, y así lo han refrendado tribunales, más recientemente el Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Séptimo Circuito, algo innegable y fundamental: los servicios de movilidad intermediados a través de la aplicación de Uber no son transporte público y por ello no deben ser regulados como tal”.

¿Pueden coexistir ambos servicios?

Sobre el conflicto entre taxis y plataformas de transporte como Uber, René Rosado, director regional de Transformación Pública de la Escuela de Gobierno del TEC de Monterrey, opina que actualmente estamos en un periodo de transición, pero que tarde o temprano estos dos servicios pueden comenzar a coexistir como ocurre en la Ciudad de México.

“El éxito de estos negocios (plataformas de transporte) es que minimizan los costos de transacción, es decir, el costo de esperar un servicio, de salir a buscarlo, la incertidumbre y hasta la percepción de seguridad. Con los taxistas es distinto, ellos están regulados por los gobiernos locales y tienen que someterse a distintas pruebas como el registro, las placas, la licencia, pero al momento de competir, no compiten con el mismo producto.

“Esto no es bueno, ni malo. Lo que hemos visto en grandes ciudades, como la CDMX, es que eventualmente se comienzan a fragmentar los nichos de mercado, es decir, los taxis no van a desaparecer, los taxis van a seguir existiendo porque atienden a un extracto de la población y las distintas plataformas atienden a otro, a un servicio más en demanda”, dice el académico.

El especialista explica que estamos ante un periodo de de cambio y eso siempre genera conflicto.

“Las personas que son taxistas, principalmente en zonas turísticas, están acostumbradas a un estilo de vida, a un mercado, a cierto tipo de garantía  y justo cuando entran estas plataformas, al estar reguladas de manera distinta, es normal que les genere descontento e incertidumbre.

“Los taxistas claro que ven afectada su calidad de vida porque sus ingresos se ven mermados, ya no tienen ese mercado cautivo. Es decir, del pastel que se estaban comiendo, ya no les tocan las mismas rebanadas”, comenta.

En medio de este conflicto quedan los consumidores, quienes se ven afectados por los hechos de violencia, hostilidades y agresiones.

De acuerdo con el especialista, el papel de las autoridades es el de mediar en dichas transiciones y no dejar crecer los conflictos.

“Los Gobiernos tienen que ver cómo minimizar estos impactos para que se le pueda dar entrada a estos servicios que mejoran la competencia que como consumidores nos viene bien porque tenemos de dónde elegir”, agrega.

Con la llegada de los servicios de transporte privado por medio de aplicación a las distintas entidades del país, el mercado de la movilidad, del cual antes tenían buena parte los taxistas, tiene que evolucionar. Foto: Especial
Con la llegada de los servicios de transporte privado por medio de aplicación a las distintas entidades del país, el mercado de la movilidad, del cual antes tenían buena parte los taxistas, tiene que evolucionar. Foto: Especial

Posibles regulaciones

Rosales ve con buenos ojos los esfuerzos de autoridades de varias ciudades que han creado plataformas para que los taxis concesionados puedan ampliar su nicho de mercado. También, recomienda actualizar la estructura de los servicios de este tipo de transporte.

“Las autoridades tienen que ver cómo regular a estas plataformas, si se topan los precios, que transparenten cómo se fijan estas tarifas y adoptar cierto tipo de flexibilidades para que los taxistas puedan actualizar sus tarifas, porque la tarifa base no depende de la demanda y se ven en desventaja contra las plataformas que actualizan sus tarifas en tiempo real.

“También, existe una línea gris porque las empresas (de transporte de plataformas) argumentan que es propiedad intelectual, secreto empresarial y no transparentan cómo fijan sus tarifas. La regulación sí es necesaria, pero no en términos de poner reglas y condiciones muy absolutas, sino en ir mediando en la transición en lo que vamos entendiendo las nuevas estructuras de mercado”, concluye.

Planes de expansión

Al día siguiente de que estalló el conflicto entre taxistas y conductores de Uber en Cancún, el presidente Andrés Manuel López Obrador lo minimizó, al igual que la alerta de la Embajada de Estados Unidos.

“Sí, sí, hubo un incidente de una turista estadounidense que la bajaron de un carro, sí, lamentable todo eso y reprobable, pero es mucho más la propaganda en contra que lo que está sucediendo. Están exagerando un poquito, un poquito, poquito, poquito”, dijo.

Por su parte, Uber respondió a Reporte Índigo que se encuentran analizando la situación y en pláticas para llegar a más ciudades.

“Nuestro interés principal siempre será colaborar para que eso sea una realidad. Tan sólo este 7 de febrero anunciamos que la aplicación ya se encuentra disponible en Chetumal, Quintana Roo, sumando la capital del estado a más de 70 ciudades en el resto del país”.

Sobre esta situación, Rafael Barajas Valenzuela, director del Observatorio Ciudadano de Tulum, hace un recuento de cómo operan las mafias de taxistas en el Caribe.

En entrevista comenta que ven como una amenaza la llegada de empresas extranjeras como Uber, pero acepta que el servicio de los taxis concesionados es abusivo e incluso peligroso.

“Tenemos ya muchos años haciendo videos y exhortando al gremio de los taxistas para que mejoren su servicio. Nosotros hemos sido la voz de la razón advirtiéndoles sobre estas compañías europeas y ‘gringas’ que vienen a expandir su monopolios, les pedimos que nos ayuden a ayudarlos, pero su servicio es deficiente.

Uber tiene planes de seguir creciendo en el país; actualmente cuenta con servicio en más de 70 ciudades. Foto: Especial
Uber tiene planes de seguir creciendo en el país; actualmente cuenta con servicio en más de 70 ciudades. Foto: Especial

“No tienen cámaras, no llevan una bitácora de los viajes. Es muy peligroso subirse a un taxi en el Caribe, no va a haber quién te reclame ni sepa en dónde o con quién te subiste si te llega a pasar algo”, explica.

La raíz de estos problemas, comenta el activista, son los líderes sindicales que operan como una mafia.

“Los jefes roban y explotan a los operadores, por eso son conocidos como los tiburones del Caribe. Son unos villanos, unos tiranos deplorables a los que les da gusto ser mezquinos con su misma gente. Existe un odio hacia su propia raza, si eres prieto no te quieren subir o si te ven norteño o chilango.

“El principal problema de todo, es que estos sindicatos operan con total impunidad gracias a todo el dinero que derraman en la burocracia con sus moches para los permisos y concesiones”, concluye.

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