Lozoya pierde round

El conflicto con el presidente de la petrolera española Repsol, Antonio Brufau, ha colocado al director general de Pemex Emilio Lozoya en el mapa político de España.

Al contrario de su posición en México, donde Lozoya es visto como un joven sin experiencia y con fuertes conflictos de interés por su cercanía con la constructora OHL, la prensa española publicó en la última semana que fue el intermediario que logró destrabar un conflicto entre Repsol y el gobierno argentino.

5,000
Millones de dlls. recibirá de compensación
"Pemex reitera su compromiso y su voluntad de seguir trabajando de forma leal y responsable en beneficio de Repsol y de todos sus accionistas"

El conflicto con el presidente de la petrolera española Repsol, Antonio Brufau, ha colocado al director general de Pemex Emilio Lozoya en el mapa político de España.

Al contrario de su posición en México, donde Lozoya es visto como un joven sin experiencia y con fuertes conflictos de interés por su cercanía con la constructora OHL, la prensa española publicó en la última semana que fue el intermediario que logró destrabar un conflicto entre Repsol y el gobierno argentino.

Luego de meses de negociaciones este lunes el gobierno argentino y Repsol llegaron a un acuerdo para el pago de cinco mil millones de dólares como compensación por haber expropiado YPF a favor de Argentina.

Durante un Consejo de Administración que había sido calificado como crucial y fue celebrado ayer, Repsol ratificó el acuerdo y abrió la mesa de negociaciones para los detalles del pago.

En la misma reunión se puso también sobre la mesa la ratificación de Antonio Brufau al frente de la petrolera española.

Lozoya se había pronunciado en contra de la permanencia del empresario bajo los argumentos de que percibe un sueldo excesivo y de que Pemex no ha obtenido dividendos importantes durante su administración, pero no contó con el apoyo de la mayoría.

En un boletín difundido ayer Pemex anunció que “ve como una buena señal la voluntad expresada esta tarde por el Consejo de Administración de la petrolera española de alcanzar un acuerdo para poner fin al conflicto relativo a la empresa argentina Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF).

“Pemex confía en una actuación responsable de la actual administración de Repsol para formalizar a la brevedad dicho acuerdo, lo que redundaría en beneficio de la compañía y de todos sus accionistas, evitando a la empresa un largo y complejo proceso de resultado incierto”.

Aguas más tranquilas

A diferencia de las amenazas publicadas en las últimas semanas, de que Pemex vendería “al mejor postor” sus acciones, equivalentes al 9.34 por ciento de Repsol, ahora la petrolera mexicana buscó calmar las aguas.

“Pemex reitera su compromiso y su voluntad de seguir trabajando de forma leal y responsable en beneficio de Repsol y de todos sus accionistas. Como siempre lo ha hecho, mantiene su ofrecimiento para colaborar en todos los asuntos que requiera Repsol”, declaró la paraestatal.

Al mismo tiempo, reiteró su desacuerdo con la administración de Brufau, quien fue ratificado ayer en su gestión al frente de la petrolera española.

“Pemex ha votado en contra (de la ratificación) porque considera que no ha ofrecido los resultados deseables para la compañía y sus accionistas”, asentó el comunicado.

El martes el diario El País publicó que las bases del acuerdo entre Repsol e YPF habían sido pactadas el 15 de noviembre en México entre el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, y el ministro de Industria español, José Manuel Soria.

“En el papel que llevó de Soria se recogía la condición indispensable de recibir una compensación de cinco mil millones de dólares en activos líquidos, disponibles y netos de impuestos”, publicó el diario español.

El acuerdo era una victoria para el gobierno mexicano, que fungió como el arma para destrabar las negociaciones.

Supuso un golpe para Brufau, quien pedía que la compensación no bajara de 10 mil millones de dólares.

“Al final, el acuerdo no se desvió prácticamente de lo negociado entre Soria y Coldwell en la capital azteca”, aseguró este martes El País.

En el acuerdo de Buenos Aires, las negociaciones beneficiaron a Lozoya, quien consiguió eliminar la prohibición pactada en febrero de 2012, la cual impedía a Pemex invertir en el megayacimiento argentino de shale gas Vaca Muerta.

En la capital argentina también se pronunció a favor del acuerdo el segundo accionista mayoritario de Repsol, Caixabank, que posee el 21.02 por ciento de las acciones.

Este miércoles el presidente de la Caixa, Isidro Fainé, se encontraba de viaje en Hong Kong y decidió delegar su voto a Brufau.

Esto fue considerado por la prensa española como un espaldarazo indiscutible al presidente de Repsol, que finalmente se sostendrá en su cargo, a pesar de las críticas insistentes a su gestión que ha hecho el gobierno mexicano teniendo como vocero a Emilio Lozoya.

En la oficina del presidente español, Mariano Rajoy, regresó la calma. Pemex se mantendrá en Repsol, se evitó un conflicto mayor con Argentina y, como pilón, Pemex compró el 51 por ciento de los astilleros de Galicia.

A favor del gobierno mexicano sólo queda, hasta ahora, la posibilidad de invertir en un yacimiento de shale gas fuera de México.

Esto mientras las mismas autoridades energéticas del gobierno peñista han dicho que el shale “es un mal negocio para Pemex”, por lo cual debe quedar en manos privadas en caso de aprobarse la reforma energética propuesta por el gobierno de Enrique Peña Nieto.

 

 

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