Los Zetas imponen límites a las campañas

El candidato del PAN a una diputación local, Alfredo Rodríguez, sube por las empinadas calles de la colonia Sierra Ventana, al sur de Monterrey.

Pero sólo llega hasta los límites impuestos por la organización delictiva de Los Zetas.

A plena luz del día, Rodríguez se detiene bajo el calor de 30 grados, mientras los brigadistas del partido reparten propaganda a los vecinos que, con desconfianza y escepticismo, salen de

sus humildes casas.

Javier Estrada Javier Estrada Publicado el
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El candidato del PAN a una diputación local, Alfredo Rodríguez, sube por las empinadas calles de la colonia Sierra Ventana, al sur de Monterrey.

Pero sólo llega hasta los límites impuestos por la organización delictiva de Los Zetas.

A plena luz del día, Rodríguez se detiene bajo el calor de 30 grados, mientras los brigadistas del partido reparten propaganda a los vecinos que, con desconfianza y escepticismo, salen de

sus humildes casas.

El asfalto gradualmente se pierde en terracería cuando llegan a las faldas del cerro en el que se encuentra la colonia, ubicada en el distrito local número 8.

Pocos metros más arriba, unas macetas marcadas con la letra “Z” sirven como advertencia para que el panista y los vecinos no se atrevan a subir más de la cuenta.

“La misma gente de aquí dice: ‘Ya no suba para allá, candidato, porque allá es tierra de nadie’.

“Entonces estamos en las últimas calles que colindan ya con ese territorio que pues es prácticamente gobernado y regido por gente distinta a la autoridad, donde la autoridad no tiene control, donde ni la misma Policía sube”.

Según los vecinos, la Policía no sólo evita patrullar en Sierra Ventana, el Municipio tampoco recoge la basura durante días y no arregla baches o luminarias por temor al crimen organizado.

“(Los criminales) anidan donde existe la mayor pobreza, el mayor desconocimiento, la mayor marginación”, dice el candidato.

Virginia Martínez es una vecina que ha vivido casi toda su vida en Sierra Ventana, y aunque su familia está acostumbrada a la inseguridad, la ola de violencia inédita por la que atraviesa Monterrey ha ocasionado que sus hijos ya no la visiten.

“Ellos dijeron: ‘Mamá, nosotros ya no vamos porque la colonia está bien insegura’. No sé si los amenazarían, no sé decirte, pero ellos ya no vienen”.

Nayra Vázquez es otra madre de familia de Sierra Ventana, quien prácticamente se acuarteló en su casa después de que ella y sus hijos vivieron de cerca una balacera.

“Ya ni podemos salir a la calle”, dice, ”ya no estamos seguros aquí, hay que acabar con esta delincuencia”.

En caso de llegar al Congreso local, Rodríguez dice que propondrá incrementar el presupuesto en Seguridad y la unificación de las corporaciones policiales con un mando único, para tratar de mejorar la situación en esa colonia.

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