El rescate del Cerro de la Estrella es llevado a cabo por jóvenes

Los guardianes del cerro de la Estrella

El rescate del Cerro de la Estrella, uno de los espacios culturales y ecológicos más importantes de la ciudad, es llevado a cabo por jóvenes que buscan evitar que la mancha urbana acabe con él

Un grupo de jóvenes brigadistas se dedica al rescate del Cerro de la Estrella, en Iztapalapa, uno de los espacios culturales más importantes de la capital y de las Áreas Naturales Protegidas (ANP) de la Ciudad que es amenazada por las invasiones ilegales.

Más del 10 por ciento del cerro, entre 15 y 20 hectáreas de un total de 120, están invadidas por asentamientos irregulares que afectan a la flora y a la fauna del lugar, de acuerdo con información de la alcaldía

El cerro en su cima tiene un centro ceremonial donde se llevaba a cabo uno de los rituales más trascendentes de las culturas prehispánicas: el Fuego Nuevo.

En él, cada 52 años, los mexicas celebraban el inicio de un nuevo ciclo del sol.

Además, en sus faldas, culmina la Pasión de Cristo de Iztapalapa, la más grande de la ciudad que se declaró en 2011 como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Hasta el momento los brigadistas de la alcaldía, que actualmente encabeza Clara Brugada, junto con las autoridades del Gobierno central, lograron retirar seis asentamientos irregulares.

Pero lo más importante ahora es reforestar y limpiar el cerro, según los protectores de la ANP.

Las brigadas son conformadas por estudiantes de carreras de biología o afines del programa del Gobierno federal, Jóvenes Construyendo el Futuro.

En el cerro trabajan un grupo de 20 personas, dos de ellas oriundas de Iztapalapa con un importante arraigo con la ANP.

Miguel Ángel Juárez Muñoz, de 28 años de edad y brigadista en el cerro, recuerda que en su niñez se contaban leyendas respecto al lugar y sus papás lo llevaban a hacer días de campo, por lo que le tiene un cariño especial.

No es fácil reforestar al Cerro de la Estrella por los múltiples accesos que tiene para la población y porque muchos aprovechan la zona para tirar todo tipo de residuos

“Sí, tengo anécdotas muy bonitas de cuando se contaban leyendas o relatos paranormales. Por otra parte, con familiares aquí veníamos a comer, a hacer el día de campo, también veníamos al Museo del Fuego Nuevo”, señala.

Históricamente, dice, la ANP del Cerro de la Estrella ha sido ignorada, por lo que le da gusto que su rescate sea una prioridad.

“Es una de las pocas ocasiones que se le presta atención por parte de la ciudad”, señala.

El egresado de Biología destaca la importancia ecológica que tiene la ANP para la ciudad.

“Como todos saben, Iztapalapa es una de las áreas más cálidas de la Ciudad, tiene problemas de agua y esta clase de estrategias de reforestación provocan que haya mayor infiltración a los mantos freáticos”, indica.

Por lo que las acciones de limpia y reforestación ayudan a revertir el fenómeno de la isla de calor.

Dicho fenómeno ocurre en las ciudades cuando el pavimento absorbe la energía solar y la refleja, aumentando la temperatura.

Reverdecen sitio histórico

La alcaldía Iztapalapa tiene un programa de reforestación que pretende que para 2020, haya 40 mil árboles nuevos plantados.

Juárez Muñoz considera que la situación ahora es mejor que en la administración pasada de Dione Anguiano.

“Yo veía que había un descuido en general, cuando trabajamos aquí, hicimos una limpieza total”, indica el estudiante.

Señala que su trabajo principalmente ha consistido en la limpieza del cerro, sacar basura, cortar hierba, plantar y dar mantenimiento a los árboles.

Desde el mes de junio, Iztapalapa plantó cuatro mil árboles que proporcionó la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México.

Ahorita tenemos la oportunidad de rescatar al cerro. Llevo viviendo 24 años aquí, a los 4 años llegué a Iztapalapa y recuerdo que los periódicos decían que había muertos y solo lo mencionaban por lo malo
Miguel Ángel Juárez MuñozBrigadista, 28 años

Giovanni Fonseca, otro brigadista de 28 años de edad y que forma parte del mismo programa, afirma que además de que siempre ha tenido gusto por los temas ambientales, tiene especial interés en el cerro porque vive en sus faldas. “Vivo a cuadras y me interesa mucho, es uno de los pulmones de la Ciudad donde se han hecho muchos asentamientos irregulares y hay incendios que se hacen por la tala irregular”, indica.

La ciudad se come al cerro de la Estrella

El brigadista Govanni Fonseca menciona que el gran reto es evitar que la ciudad siga creciendo y llegue al punto donde desaparezca al cerro.

“El principal reto es no permitir que aumente la traza urbana, es el tema que más preocupa”, señala el joven.

El Cerro de la Estrella se localiza en el centro de la alcaldía de Iztapalapa y una parte colinda con Tláhuac.

Para llegar a él, se deben caminar 15 minutos desde la estación del Metro Cerro de Estrella de la Línea 8.

Una vez estando en las faldas se puede apreciar que está totalmente rodeado por edificios y casas.

Bárbara Alzate, jefa de la Unidad Departamental de Prevención e Impacto Ambiental de Iztapalapa, señala que la recuperación del cerro es complicada por el alto impacto y presión que la mancha urbana ejerce sobre él y es un problema que tienen todas las ANP.

La Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came) informó en octubre de 2018 que en el centro del país y en la capital, la mancha urbana ha crecido 170 por ciento durante los últimos 16 años.

Añade que la CDMX es una de las mayores concentraciones urbanas de Latinoamérica.

En este contexto, Alzate afirma que no es fácil reforestar al Cerro de la Estrella por los múltiples accesos que tiene para la población y que muchos aprovechan la zona para tirar todo tipo de residuos o incluso animales muertos.

“Fueron tres meses de reforestación y es complejo, porque tiene mucha presión urbana, es difícil darle un tratamiento, viene gente que tira basura o pasa con sus caballos”, añade.

Además, Bárbara menciona que los esfuerzos de años anteriores por reforestar al cerro fueron frustrados por supuestos guardabosques quienes ya fueron retirados pues formaban parte de los asentamientos irregulares.

Por último, espera que con el apoyo de la comunidad que habita los alrededores se pueda recuperar en su totalidad.

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