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Las prisas de Morena

Con mayoría en el Congreso los legisladores de Morena han aprobado en exprés iniciativas que no están actualizadas y que en un futuro deberán enmendarse, su propósito es cumplir con las promesas de campaña de López Obrador

Las bancadas de Morena en el Congreso tienen urgencia de que la llamada Cuarta Transformación se vea ya en los titulares de los periódicos, aunque eso signifique que después deban enmendar la plana.

En las primeras semanas de la 64 Legislatura, Morena ha presentado ya varias iniciativas sobre temas que Andrés Manuel López Obrador prometió en campaña.

La oposición ha llamado a las bancadas morenistas a no apresurar la aprobación de iniciativas sin armonizarlas

No solo eso. También ha promovido la aprobación de leyes o convenios sin siquiera actualizar su texto, lo que podría ser echado abajo en tribunales o, en el mejor de los casos, retrasar la aplicación de estos nuevos ordenamientos legales, pues se tienen que redactar correctamente.              

Las bancadas de Morena en la Cámara de Diputados y el Senado tienen un solo objetivo: preparar el terreno para cuando Andrés Manuel López Obrador tome protesta como nuevo presidente de la República, el próximo 1 de diciembre.

Corregir después

El primer gran golpe mediático que dieron Morena y sus aliados fue la aprobación de la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos.

La aprobación de esta Ley estaba en la congeladora legislativa desde el 2011, cuando fue aprobada por el Senado y enviada a la Cámara de Diputados, donde permaneció en comisiones.

En esta legislación se establece que ningún servidor público podrá ganar más que Las prisas el titular del Ejecutivo, una de las promesas de campaña del hoy presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.

Esta Ley es necesaria para poder aplicar esa medida ya en el Presupuesto de Egresos del 2019.

La Ley fue aprobada por mayoría de votos de todas las bancadas, incluyendo al PAN y al PRI, pero con una advertencia: está desactualizada.

La Ley de Remuneraciones de los Servidores Públicos fue aprobada aún cuando tenía 7 años congelada en el Congreso

Múltiples leyes que toca esta legislación han cambiado, lo que hacía obligatorio actualizar sus términos para que tuviera plena validez. Sin embargo, Morena decidió impulsarla aunque después tenga que corregirla.

Por ejemplo, algunos entes cambiaron de nombre: el Distrito Federal (como está en la Ley), ahora es Ciudad de México; el IFE ahora es INE; entre otros. Las reformas estructurales crearon otros órganos que estarían obligados, pero no están contemplados en la nueva ley: la Cofece, el IFT, el INAI, el INEE, etc.

También se habla en esa nueva Ley sobre que entrará en vigencia La oposición ha llamado a las bancadas morenistas a no apresurar la aprobación de iniciativas sin armonizarlas al día siguiente de su publicación, lo que debería ser hasta el próximo año, pues las remuneraciones de los servidores públicos se establecen año con año.

A pesar de estas inconsistencias, la Ley fue aprobada; y ahora pueden ocurrir dos cosas: el Ejecutivo —todavía en manos del presidente Enrique Peña Nieto— puede regresarla para ser corregida antes de ser promulgada; o puede ser promulgada y después corregida por el Legislativo. Aunque esto debe hacerse antes de que se entregue el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación del 2019.

En el Senado, la bancada de Morena impulsó la ratificación del Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), para la libertad sindical, sin que su texto estuviera actualizado

Hace tres años, el presidente Peña Nieto firmó este convenio y su ratificación quedó pendiente en el Senado.

Diversas reformas a las leyes laborales se han llevado a cabo en estos tres años, por lo que antes de ratificarlo, era necesario corregir y armonizar las partes relacionadas con otras leyes.

Algunos senadores llamaron la atención también sobre otro convenio de la OIT, el 144, que obliga a que la ratificación del convenio 98 se haga después de una consulta con los sectores obrero, patronal y estatal.

Al no haber cumplido con este requisito, la validez del Convenio 98 pende de un hilo, pues podría ser atacado en tribunales por su mal procesamiento legislativo.

Los legisladores de oposición han llamado a Morena a no apresurar la aprobación de diversos instrumentos sin armonizarlos y verificar que legalmente sean incontrovertibles; de cualquier manera, durante los próximos tres años, tienen garantizada su mayoría en ambas Cámaras.

Urge, antes de diciembre

Para Ulises Corona, analista político y académico de la UNAM, la actuación de Morena en el Congreso obedece a que buscan que las medidas más duras o polémicas sean aprobadas antes de que Andrés Manuel López Obrador tome protesta como presidente constitucional.

Las prácticas de Morena, señala el académico, no son algo nuevo: el PRI las aplicó cuando fueron mayoría.

“Hay una prisa por legislar temas difíciles que, me parece, es dejarle a Enrique Peña Nieto el triste papel de aprobarlos; es decir, que sea él quien ponga la cereza en el pastel y ponga su firma. Y también ponerlo a prueba y ver si no lo veta o si no aplica un veto de bolsillo en todo lo que se está aprobando”
Ulises CoronaAnalista Político, UNAM

“La verdad no lo veo mal. El PRI lo ha hecho muchas veces, utilizando la mayoría mecánica para aprobar iniciativas. Ese es el ejercicio del poder”, sentenció Corona.

El trabajo legislativo duro debe hacerse antes de que López Obrador tome el poder, consideró Corona, pues una vez ya investido como presidente será mucho más difícil tener el consenso de los diversos sectores a la hora de discutir posibles reformas a las leyes laborales o energéticas, pues ya en funciones, se le complicará más conciliar con otros grupos.

Y para gobernar, apunta, López Obrador deberá formar coaliciones no solo políticas, sino sociales, con los sectores empresarial, educativo, sindical y cualquier otro, pues tendrá que buscar consensos con el propósito de mantener la gobernabilidad.

Lo reprobable, apunta el especialista, es que se aprueben leyes mal hechas o incompletas, pues se sienta un mal precedente en el trabajo de la 64 Legislatura que puede ser contraproducente para el país.

“Aprueban leyes mal hechas, a trastienda, incompletas, con muchas limitaciones jurídicas, y con ello demuestran: uno, novatez; dos, falta de profesionalismo; tres, desconocimiento del trabajo de la norma; y cuatro, sobre todo y más grave, un populismo a ultranza de ‘no me importa como quede, hay que aprobarlo y después componerlo al pasar los días, y eso me parece muy grave”, manifestó.

Corona lamentó que la actitud de Morena en el Congreso deja ver que ni Andrés Manuel López Obrador ni su equipo ven la transición como un asunto trascendente, de Estado—que debería estar perfectamente cimentado con leyes y reformas bien hechas—, sino ven solamente un cambio de partido en el gobierno.

Y no hace más que ver que Andrés Manuel y su equipo tienen una visión de Estado, sino solo ven un cambio de gobierno, y eso es lamentable.

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