Existen un total de 112 mil 147 personas desaparecidas y no localizadas en el país, de las cuales más de 27 mil son mujeres. Foto Especial

Las madres y la justicia por las desapariciones y feminicidios

La violencia de género ha sido uno de los principales factores que ha arrebatado la vida de mujeres en México. En la mayoría de los casos son las madres de las víctimas las que se encargan de buscar justicia para sus hijas

Un camino lleno de incertidumbre atraviesan a diario las madres mexicanas cuando piensan en sus hijos e hijas. Para algunas, la vida cambia cuando estos siguen su camino y se alejan de los brazos que se encargaron de darles amor y herramientas para que pudieran desarrollarse en el mundo; sin embargo, para otras la realidad no es igual y su camino está lleno de trabas y negligencias.

De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) existen un total de 112 mil 147 personas desaparecidas y no localizadas en el país, de las cuales más de 27 mil son mujeres y más de 83 mil son hombres.

En este sentido, cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señalan que las entidades federativas donde las mujeres de 15 años y más han experimentado mayor violencia a lo largo de su vida son el Estado de México (78.7 por ciento), la Ciudad de México (76.2 por ciento) y Querétaro (75.2 por ciento).

Estos datos revelan que la violencia de género ha sido uno de los principales factores que ha arrebatado la vida de mujeres en México y quienes se han encargado de encontrar justicia por las desapariciones, asesinatos, feminicidios, entre otros delitos, son, en la mayoría de los casos, las madres de las víctimas.

En 2018, Norma Dianey fue reportada como desaparecida, desde ese momento, su madre, Lourdes Armendariz, se ha encargado de buscarla con recursos propios. “Doña Lulú”, como le dicen sus conocidos y amigos, ha denunciado que su caso ha quedado como un “carpetazo”, en el que los supuestos culpables que arrestó la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, sólo fueron “chivos expiatorios”. De acuerdo con la señora Lourdes, los aprehendidos les permitieron a los presuntos culpables “sacar a su hija para trata de blancas”; además, ha denunciado que recibió en múltiples ocasiones mensajes de rescate del celular de la joven, cuando tuvo acceso a las ubicaciones del dispositivo, la investigación arrojó localizaciones en Tijuana, Tlaxcala y Nuevo Laredo. Foto: Silvana Flores
En 2018, Norma Dianey fue reportada como desaparecida, desde ese momento, su madre, Lourdes Armendariz, se ha encargado de buscarla con recursos propios. “Doña Lulú”, como le dicen sus conocidos y amigos, ha denunciado que su caso ha quedado como un “carpetazo”, en el que los supuestos culpables que arrestó la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, sólo fueron “chivos expiatorios”.
De acuerdo con la señora Lourdes, los aprehendidos les permitieron a los presuntos culpables “sacar a su hija para trata de blancas”; además, ha denunciado que recibió en múltiples ocasiones mensajes de rescate del celular de la joven, cuando tuvo acceso a las ubicaciones del dispositivo, la investigación arrojó localizaciones en Tijuana, Tlaxcala y Nuevo Laredo. Foto: Silvana Flores
Lídia Florencio perdió a su hija una noche del año 2017, cuando Diana salió a hablar por teléfono en una zona del municipio de Chimalhuacán y jamás volvió a entrar a su hogar. Con las investigaciones lograron dar con dos posibles sospechosos que presuntamente se llevaron a la joven de 24 años en un mototaxi. Foto: Silvana Flores
Lídia Florencio perdió a su hija una noche del año 2017, cuando Diana salió a hablar por teléfono en una zona del municipio de Chimalhuacán y jamás volvió a entrar a su hogar. Con las investigaciones lograron dar con dos posibles sospechosos que presuntamente se llevaron a la joven de 24 años en un mototaxi. Foto: Silvana Flores
Una sentencia de 70 años de cárcel se le dictó al expolicia Julio César Hernández Ballinas, el feminicida de Mariana Lima; su madre, “Doña Irinea”, como se le conoce entre las madres que exigen justicia, esperó 13 años para que esto pasara, ya que cuando su hija fue privada de la vida no existía la tipificación del delito de feminicidio en el Código Penal. Doña Irinea pasó de vender jugos en el mercado a convertirse en abogada, perito, investigadora, y todo lo necesario para probar que su hija había sido asesinada por su expareja. Foto: Silvana Flores
Una sentencia de 70 años de cárcel se le dictó al expolicia Julio César Hernández Ballinas, el feminicida de Mariana Lima; su madre, “Doña Irinea”, como se le conoce entre las madres que exigen justicia, esperó 13 años para que esto pasara, ya que cuando su hija fue privada de la vida no existía la tipificación del delito de feminicidio en el Código Penal. Doña Irinea pasó de vender jugos en el mercado a convertirse en abogada, perito, investigadora, y todo lo necesario para probar que su hija había sido asesinada por su expareja. Foto: Silvana Flores
El camino para obtener justicia para Diana recorrió más de 100 manifestaciones y más de cuatro años para que sentenciaran a uno de los culpables de su desaparición y asesinato. Fue en 2021 cuando condenaron a 93 años y tres meses de prisión a Jesús Alejandro Montes, el otro implicado se encuentra prófugo. Actualmente, Lidia Florencio ha recibido diferentes compensaciones por el daño y la negligencia de las autoridades; en 2022, con la intervención de Amnistía Internacional la Fiscalía para la Atención de Delitos Vinculados a la Violencia de Género, en Chimalhuacán, colocó una placa en Memoria de Diana Velazquez Florencio, quien fue víctima de feminicidio. Foto: Silvana Flores
El camino para obtener justicia para Diana recorrió más de 100 manifestaciones y más de cuatro años para que sentenciaran a uno de los culpables de su desaparición y asesinato. Fue en 2021 cuando condenaron a 93 años y tres meses de prisión a Jesús Alejandro Montes, el otro implicado se encuentra prófugo. Actualmente, Lidia Florencio ha recibido diferentes compensaciones por el daño y la negligencia de las autoridades; en 2022, con la intervención de Amnistía Internacional la Fiscalía para la Atención de Delitos Vinculados a la Violencia de Género, en Chimalhuacán, colocó una placa en Memoria de Diana Velazquez Florencio, quien fue víctima de feminicidio. Foto: Silvana Flores
Fátima tenía 12 años cuando regresaba de la secundaria, en el Estado de México, y sus vecinos José Juan y los hermanos Luis Ángel y Misael Atayde la agredieron sexualmente para, después, asesinarla. Ellos fueron sentenciados, sin embargo, Misael era menor de edad cuando cometió el feminicidio, por lo que sólo recibió una sentencia de cinco años, la condena máxima que se le da a los menores de edad cuando cometen un delito. El Gobierno del Estado de México consideró que tenía derecho a rehacer un proyecto de vida y le otorgó la libertad. Lorena Gutierrez, madre de la víctima ha sido desplazada de su hogar y ha tenido que vivir en diferentes territorios debido a las amenazas que ha recibido por parte de los familiares de los feminicidas. Foto: Silvana Flores
Fátima tenía 12 años cuando regresaba de la secundaria, en el Estado de México, y sus vecinos José Juan y los hermanos Luis Ángel y Misael Atayde la agredieron sexualmente para, después, asesinarla. Ellos fueron sentenciados, sin embargo, Misael era menor de edad cuando cometió el feminicidio, por lo que sólo recibió una sentencia de cinco años, la condena máxima que se le da a los menores de edad cuando cometen un delito. El Gobierno del Estado de México consideró que tenía derecho a rehacer un proyecto de vida y le otorgó la libertad. Lorena Gutierrez, madre de la víctima ha sido desplazada de su hogar y ha tenido que vivir en diferentes territorios debido a las amenazas que ha recibido por parte de los familiares de los feminicidas. Foto: Silvana Flores
Te puede interesar
10DEMAYO Trabajadoras del hogar piden derechos, no privilegios Dos trabajadoras del hogar narran su experiencia en esta labor y ambas coinciden en que, aunque el trabajo es precarizado, les permite una mayor libertad de horario y de movilidad; no obstante, esta idea también parte del poco o nulo acceso a la información sobre lo que les corresponde legalmente
10DEMAYO Madres trabajadoras del hogar viven sin garantías Nueve de cada diez personas que se dedican al trabajo del hogar remunerado son mujeres, sin embargo, menos del dos por ciento están afiliadas al IMSS, una situación que se busca cambiar a través del reconocimiento de sus derechos, pero que se complica por la falta de información y de políticas públicas a su favor