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La Segob en un ‘túnel’

El escape de Joaquín Guzmán ha golpeado al primer círculo del Gobierno Federal.

La fuga de “El Chapo” –por segunda ocasión de una prisión de máxima seguridad– representa un duro golpe político a la administración Federal.

La seguridad y el combate al narcotráfico –a diferencia del sexenio anterior– eran los temas más redituables políticamente para el Gobierno Federal priista.

“Quiero decirles que los momentos de crisis no son para renunciar, son para enfrentarlos, y ha sucedido un evento muy delicado que debemos de, como lo dije ya, investigar, sancionar y por supuesto recaptura a este delincuente”
Miguel Ángel Osorio Chong Secretario de Gobernación

El escape de Joaquín Guzmán ha golpeado al primer círculo del Gobierno Federal.

La fuga de “El Chapo” –por segunda ocasión de una prisión de máxima seguridad– representa un duro golpe político a la administración Federal.

La seguridad y el combate al narcotráfico –a diferencia del sexenio anterior– eran los temas más redituables políticamente para el Gobierno Federal priista.

La captura de “El Chapo” durante esta administración, ocurrida en febrero del año pasado, en la ciudad de Mazatlán, era el mayor éxito político del combate al crimen organizado de la actual gestión.

El jefe del Cártel de Sinaloa había estado prófugo desde el año 2001, cuando se escapó del penal de Puente Grande, Jalisco, en el sexenio del expresidente Vicente Fox.

Pero el éxito, el sábado se convirtió en una vergüenza cuando el narcotraficante más poderoso de México se fugó del Centro Federal de Readaptación Social del Altiplano, considerado el penal más seguro de México.

“El Chapo” escapó utilizando un túnel de más de un kilómetro y medio que se construyó en el subsuelo de la prisión sin que ninguna autoridad se percatara de la obra que duró meses.

La evasión del hasta entonces considerado el reo más importante no sólo exhibió la vulnerabilidad y la corrupción que existe en el sistema penitenciario mexicano.

La fuga de “El Chapo” impactó duro en la línea de flotación de Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación y considerado en el PRI uno de los presidenciables para el 2018.

Osorio Chong vive una crisis similar a la que enfrentó el año pasado su paisano y también miembro del Grupo Hidalgo, el exprocurador Jesús Murillo Karam, con la tragedia de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.

La crisis política por el caso Iguala terminó separando del cargo de procurador a Murillo Karam y de la posibilidad de ser nombrado Fiscal General para los próximos 8 años.

Las consecuencias para Osorio Chong –por la crisis que ha provocado el escape de “El Chapo”- están por verse en los próximos días.

Las presiones para que renuncie a su cargo comenzaron desde el sábado por la noche que se registró la fuga de “El Chapo” de este penal federal ubicado en el municipio de Almoloya de Juárez, en el Estado de México.

La noche del lunes, durante la conferencia de prensa que ofreció para dar detalles sobre la fuga, Osorio Chong fue cuestionado sobre su permanencia al frente de la Segob.

El secretario de Gobernación rechazó que esté contemplando renunciar al cargo que ocupa desde el mes de diciembre de 2012 cuando inició este sexenio.

“Quiero decirles que los momentos de crisis no son para renunciar, son para enfrentarlos, y ha sucedido un evento muy delicado que debemos de, como lo dije ya, investigar, sancionar y por supuesto recaptura a este delincuente”, contestó Osorio Chong.

Hoy al secretario de Gobernación lo persigue una declaración dada por el presidente mexicano, que hace un año dijo que sería imperdonable una segunda fuga de “El Chapo” Guzmán.

Pero Osorio Chong ha dicho que no piensa renunciar. Lo que sí hizo fue separar de su cargo a los funcionarios federales responsables del sistema penitenciario federal como Celina Oseguera Parra, coordinadora de los Ceferesos, y al titular del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social, Juan Ignacio Hernández Mora.

También cesó al director del penal federal del Altiplano, Valentín Cárdenas Lerma, quien está bajo investigación de la PGR por la fuga del narcotraficante.

“He cesado a quienes tienen relación directa, lo he hecho para que pueda hacer la investigación correspondiente también por parte de la Procuraduría, pero de entrada tenían algo que ver o mucho que ver y por eso es que se tomó esta decisión”, contestó el secretario de Gobernación, cuando se le preguntó por qué no había cesado también a Monte Alejandro Rubido, titular de la Comisión Nacional de Seguridad.

La tormenta toca a Rubido

El vendaval provocado por el escape del jefe del Cártel de Sinaloa también ha dejado mal parado al titular de la Comisión Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, responsable directo del sistema penitenciario federal.

Rubido era el superior jerárquico de los tres funcionarios cesados por Miguel Ángel Osorio Chong que estaban a cargo del sistema penitenciario federal y del penal de máxima seguridad de donde se fugó “El Chapo” la noche del sábado.

La trayectoria de Rubido siempre ha estado ligada a temas de seguridad nacional desde la desaparecida Dirección General de Seguridad Nacional y luego en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional, CISEN.

Fue designado en este sexenio como secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y titular de la Comisión Nacional de Seguridad.

De este órgano dependen todos los penales de máxima seguridad, que hoy están bajo la sospecha por la fuga del capo mexicano.

Fue precisamente Monte Alejandro Rubido, el funcionario federal quien confirmó la mañana del domingo la fuga del líder del Cártel de Sinaloa del penal del Altiplano.

La noche del lunes Rubido estuvo presente en la conferencia de prensa, donde Osorio Chong anunció los ceses de los funcionarios responsables del sistema penitenciario federal y del director del penal del Altiplano.

Pero el titular de la CNS no pronunció ninguna palabra.

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