La resiliencia del regreso a clases en la CDMX

El regreso a clases el próximo 7 de junio, además de retomar de manera presencial la vida académica, representa una forma de reestablecer los lazos afectivos que se interrumpieron durante la pandemia
David Martínez David Martínez Publicado el
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Volver a clases presenciales tras más de un año por la contingencia sanitaria de COVID-19, es para, principalmente, iniciar un proceso de resiliencia y fortalecer los lazos afectivos como sociedad, afirmaron las autoridades educativas federales y de la Ciudad de México.

“Regresaremos para reencontrarnos con nuestra comunidad educativa porque también debemos de iniciar un proceso de resiliencia, debemos de fortalecer los lazos afectivos, reforzar los conocimientos que se tuvieron durante la pandemia, pero también reforzar los que no pudimos lograr; debemos mitigar los efectos socioemocionales”, mencionó Luis Humberto Fernández Fuentes, titular de la Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México.

El funcionario añadió que reabrir escuelas también es importante para reducir la deserción escolar que se presentó durante la pandemia y para regularizar a los alumnos y alumnas que no han podido obtener los aprendizajes deseados durante las clases remotas.

“Este regreso será ordenado, escalonado, seguro y con diálogo”, indicó.

Asimismo, Fernández Fuentes mencionó que, a pesar de que falta menos de un mes para el 7 de junio, fecha en que se reabrirán planteles, ya se realizan distintas intervenciones para generar ambientes libres de contagio. No obstante, solo retomarán actividades los centros educativos cuya comunidad lo desee; es decir, no será obligatorio.

“Lo primero es la activación de los Comités Participativos de Salud Escolar e implementar los tres filtros de responsabilidad; el filtro más importante es en casa, si alguien tiene alguna enfermedad, se sube al microbús y llega a la escuela, pues ya hay un proceso de contaminación. Lo importante es el filtro en casa, el filtro a la entrada de la escuela y el filtro de refuerzo en el salón de clases”, señaló.

Además, refirió, se va a garantizar el acceso al agua en las escuelas para el lavado de manos, todo el personal académico estará vacunado, el uso del cubrebocas será obligatorio (se promoverá el uso de cubrebocas artesanales de tela) y se procurará la sana distancia.

Respecto a los espacios donde tomarán clases los alumnos, Fernández Fuentes informó que se privilegiará el uso de los espacios abiertos; no habrá eventos como convivios ni ceremonias y se buscará la detección temprana de síntomas en la comunidad.

Es importante destacar que la comunidad de los planteles se dividirá en dos grupos: un grupo que asistirá los lunes y miércoles a la escuela, otro martes y jueves y, el viernes, solo los que requieran el mayor refuerzo de sus conocimientos.

Por último, si existe un caso positivo de COVID-19, la escuela o centro educativo volverá a cerrar totalmente hasta que sea seguro retomar las clases presenciales.

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