La lluvia no limpia la contaminación; dejemos de rezar y exijamos políticas públicas: Greenpeace

Greenpeace consideró que es falso que la lluvia vaya a limpiar la contaminación en la ciudades, pues aunque se la lleve el viento, realmente no desaparece

Greenpeace consideró que es falso que la lluvia vaya a limpiar la contaminación en la ciudades, pues aunque se la lleve el viento, realmente no desaparece. 

En un texto de Edith Martínez, señaló los ciudadanos deberíamos empezar a exigir a las autoridades políticas públicas para resolver el problema de raíz, en lugar a “rezar” para que llueva. 

La presencia de Tláloc en estos días podría ayudarnos a librar la contingencia ambiental que vivimos en distintas partes del país pero esto no quiere decir que la contaminación vaya a desaparecer. Así que en lugar de rezar deberíamos empezar a actuar para disminuir la contaminación del aire exigiendo políticas públicas que resuelvan el problema de raíz y con nuestras acciones diarias.

Explican que el aire que trae consigo las lluvias, ayuda a diluir  las partículas contaminantes o “barrerlas” fuera de la ciudad , sin embargo, aclara que “no las desaparece“. 

Además, la lluvia contribuye a que estas partículas se vayan al suelo y se aprecie un ambiente más limpio, pero la precipitación “se convierte en lluvia ácida que tiene graves efectos en los monumentos históricos, la tierra”. 

De acuerdo con este texto, un ejemplo de que la lluvia no limpia es la lluvia registrada el pasado 15 de mayo, pues la contingencia se ha mantenido en el Valle de México. 

Es momento de que los gobiernos apuesten por un cambio en las formas de movilidad, ofreciendo más y mejor transporte público no contaminante y que como sociedad pongamos también de nuestra parte porque aunque nos duela reconocerlo, la quema de combustibles fósiles como la gasolina que usan nuestros autos, sin importar el holograma, son la principal fuente de contaminación, concluyó
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