La infiltración del Escuadrón Anfibio

El cuerpo de seguridad creado para combatir el trasiego de drogas en el Lago de Chapala, mantiene una fuerte penetración del crimen organizado y pobres resultados desde su creación en 2017

Gracias a la infiltración del crimen organizado en el llamado Escuadrón Anfibio de la Policía estatal de Jalisco, éste representa uno de los mayores fracasos en materia de seguridad del exgobernador, Aristóteles Sandoval Díaz, quien creó este grupo especial precisamente para desarrollar operaciones antinarcóticos.

El Escuadrón Anfibio fue concebido por el gobierno anterior para combatir la criminalidad en el Lago de Chapala, y en específico para impedir la utilización de este afluente para el trasiego de drogas. Sin embargo, el 18 de febrero se confirmó la aprehensión de siete de sus 18 elementos por su participación en la venta de estupefacientes.

Un informe obtenido por parte de la Coordinación de Seguridad del Gobierno de Jalisco muestra que la administración de Sandoval Díaz y del entonces fiscal, Eduardo Almaguer Ramírez, destinó 8 millones 576 mil 836 pesos para la creación del Escuadrón Anfibio; eso tan sólo para la adquisición de sus lanchas rápidas y el equipo que requerían sus efectivos

De esta cifra, fueron las dos lanchas rápidas del Escuadrón las que representaron el mayor costo, con 7 millones 874 mil 708 pesos por el par. También se compró un vehículo de 272 mil 50 pesos y se destinaron otros 430 mil 78 pesos en la adquisición de equipo operativo y en servicios que requerían los botes.

El Escuadrón Anfibio tenía por misión “brindar seguridad a los habitantes y visitantes de la zona turística del Lago de Chapala”, de acuerdo con dicha Coordinación, destacando también que su personal “se especializa en operaciones de vigilancia, orientación, apoyo y auxilio médico, realizando labores estratégicas encaminadas a la intercepción, búsqueda, localización y captura de traficantes de objetos y drogas en aguas de dicho lago”.

Para estos efectos, el 22 de marzo de 2017, Sandoval Díaz y Almaguer Ramírez hicieron la presentación de ese cuerpo especializado que, se supone, habría de mejorar la seguridad de Chapala y sus alrededores.

Contrario a ello, en una inspección sorpresa a su base de operaciones hecha por personal de la Secretaría de Seguridad de Jalisco el 18 de febrero de este año, el 40 por ciento de sus miembros fueron descubiertos con drogas y aditamentos propios del narcomenudeo, según lo aseveró el fiscal, Gerardo Octavio Solís Gómez

“En una revisión de rutina de manera no informada, se les encontraron (a los miembros del Escuadrón Anfibio) diversas cantidades de marihuana y, en otros casos, polvo blanco; una báscula gramera y un arma de la que no demostraron que estuviera amparada por la licencia colectiva” mencionó en su momento, detallando que se obtuvo la detención de siete elementos.

Bajo sospecha

En el mismo informe de la Coordinación de Seguridad de Jalisco sobre las labores del Escuadrón Anfibio, se revela que este grupo especial ha mantenido desde su creación el 8 de marzo de 2017 un desempeño más bien pobre, con ningún golpe de trascendencia al trasiego de drogas en el Lago de Chapala.

A pesar de que su misión se centra en la vigilancia del lago, en todo este tiempo de operación, el Escuadrón solamente ha concretado una detención dentro de embarcaciones; las otras 41 que reporta se dieron en tierra.

Si bien no se ha informado en qué momento comenzó la penetración del crimen organizado en el Escuadrón, lo cierto es que en lo que lleva de existencia no ha interceptado ni asegurado ninguna embarcación que transportaba droga o por cualquier otro delito en pleno tránsito sobre el Lago de Chapala.

Hasta el momento se mantiene registro de unos pocos decomisos de drogas, todos ellos fuera del agua: en 2017 se aseguraron 4.31 kg de marihuana, 0.0799 kg de cristal y 0.006 kg de cocaína; en 2018 –el mayor decomiso– el Escuadrón consiguió 24 kg de hierba, 0.142 kg de cristal y 0.004 kg de cocaína; y en 2019 al 15 de febrero se registraron 0.114 kg de la planta y 0.009 kg de cristal.

El camino de la droga

Fue el 6 de septiembre de 2016 cuando el entonces fiscal, Almaguer Ramírez, informó por primera vez que el Lago de Chapala podría estarse utilizando para la movilización de drogas en vehículos acuáticos, fuera del alcance de las fuerzas de seguridad en tierra.

Aquel día adelantó que estaba en proceso la conformación del Escuadrón Anfibio, el cual actuaría en la ribera de Chapala 30 días después del anuncio.

“En un mes más estaremos echando a andar dos lanchas que estarán, no artilladas, porque no nos lo permite la ley, pero sí equipadas para que permitan cuidar todo el lago. La piratería, el robo de motores, de lanchas, pero también el tráfico que pudiera hacerse de drogas en los límites con Michoacán y de nuestro propio estado”, afirmó.

El Lago de Chapala, con una extensión de 114 mil 659 hectáreas y ubicado entre dos estados con una alta presencia de la delincuencia organizada como lo son Jalisco y Michoacán, había carecido hasta entonces de vigilancia policial. A manera de referencia, el municipio de Guadalajara mide 15 mil 140 hectáreas.

En un comunicado del 20 de abril de 2017 la Fiscalía confirmó que el cuerpo de seguridad estaba realizando acciones antinarcóticos de reconocimientos e intercepción, búsqueda, localización y captura de embarcaciones de traficantes de objetos ilícitos y drogas en sus aguas.

Ahora, dos años después, el actual fiscal Solís Gómez, ha confirmado que las drogas y el arma de origen irregular que les fueron halladas al Escuadrón Anfibio se encontraban en su propia base, en las “instalaciones donde estaban llevando a cabo sus actividades laborales, lo cual agrava muchísimo más el hecho”
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