La frontera como destino de migrantes centroamericanos

Debido a lo complicado de poder llegar a Estados Unidos, cientos de migrantes centroamericanos ven en Ciudad Juárez, Chihuahua, una opción de estadía, pero tienen que enfrentarse a la burocracia y a complicaciones para encontrar empleo y vivienda
Elizabeth Carmona Elizabeth Carmona Publicado el
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Josser Jiménez Rodríguez tardó casi dos meses para llegar a Ciudad Juárez, Chihuahua, proveniente de Ecuador donde era obligado a pagar una extorsión para poder trabajar.

En México no ha sido extorsionado, pero se ha enfrentado a la burocracia gubernamental que en los últimos meses ha endurecido los requisitos para expedir la documentación que regula la permanencia de los extranjeros en el país y a las trabas de los bancos para la expedición de una cuenta de débito.

Al igual que cientos de migrantes, Josser arribó a Juárez con el objetivo de entrar a Estados Unidos pero a diferencia de los otros extranjeros, pretendía llegar hasta Canadá para trabajar y conseguir una mejor calidad de vida, pero la política migratoria de Estados Unidos y una decisión personal lo dejaron varado en Ciudad Juárez.

Desde el 2020 la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) identificó que México, y en concreto Ciudad Juárez, dejaron de ser sitios de tránsito para convertirse en destinos para las personas migrantes.

“Las dinámicas de refugio de Estados Unidos son cambiantes, cada vez son más complicadas, no es simplemente llegar, pasar y entregarse, las personas están siendo devueltos por Título 42 y eso ha hecho que las personas empiecen a identificar a Juárez como una posibilidad para quedarse un tiempo”, explicó Camilo Cruz asistente de Comunicación Social de la OIM.

Así es Juárez

Además de los deportados bajo el Título 42, en la frontera de Juárez se encuentran migrantes internacionales retornados, desplazados internos y migrantes que vienen de Centroamérica y de Venezuela en busca del ‘sueño americano’

A pesar de las cientos de vacantes los migrantes se han topado con una serie de dificultades para obtener un empleo formal y también para encontrar vivienda y aperturar una cuenta bancaria.

“No he batallado para tener trabajo, he batallado para obtener la residencia y para obtener un permiso que pueda facilitarme una cuenta bancaria y la estadía en México sin que la policía me moleste. También para encontrar vivienda, no hay”, señaló Josser quien salió de Guayaquil, Ecuador, el 26 de septiembre del 2022 y cinco años antes dejó su natal Venezuela.

Los documentos necesarios para que una persona migrante obtenga un empleo formal en Ciudad Juárez, son CURP con fotografía, RFC y Forma Migratoria Múltiple (FMM) por razones humanitarias o bien una tarjeta de residencia temporal o permanente expedida por el Instituto Nacional de Migración (INM).

Entre las contradicciones y la burocracia

Desde finales del año pasado, para que el INM expida la FMM es necesario que el migrante tenga una oferta laboral, pero para que los extranjeros obtengan una oferta de trabajo los empleadores les piden la FMM.

La situación es más complicada para tramitar la residencia temporal o permanente, pues desde enero pasado el INM exige que los extranjeros tengan una oferta de trabajo o empleo en una empresa que este en el padrón de empleadores del INM. Ese registro tiene un costo e implica una revisión

“Si ellos dicen ‘no tengo ningún documento y quiero trabajar, qué hago’, la manera de acceder a la Forma Migratoria Múltiple con una vigencia de 60 días es con una oferta laboral; y qué pasa con la empresa, les dice ‘yo para poder contratarte necesito que tú tengas un documento’. Ahí está el principal reto, esta contradicción, esta dificultad”, explicó Ana Venzor asistente operativa de OIM.

Para tramitar el RFC, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) le pide un comprobante de domicilio con una antigüedad no mayor a dos meses y no se aceptan domicilios de hoteles, de albergues sí.

Obtener una cuenta bancaria se ha convertido en un reto para los migrantes, pues las instituciones de crédito les piden dos identificaciones oficiales, es decir, el pasaporte vigente y la residencia temporal o permanente y no aceptan la FMM, ni la cédula de identidad del país de origen, tampoco actas de nacimiento apostilladas, ni la CURP con fotografía que expide el INM.

“Es difícil, porque para poder renovar el pasaporte tengo que ir a la Ciudad de México, no hay una Embajada de Venezuela en Juárez. Para la residencia hay que tener dinero, son aproximadamente 6 mil pesos lo que cuesta y los trabajos no pagan todo en efectivo, transfieren y te piden la cuenta bancaria, incluso trabajé en Eagle Ottawa  dos semanas y todavía estoy esperando el pago”, contó Josser.

Esta maquiladora, dedicada a la fabricación de asientos e interiores de automóviles, se negó a pagarle las dos semanas que laboró, con el argumento de que requiere una cuenta bancaria a su nombre, después de que se percataron que se trataba de un migrante sin pasaporte vigente.

La escasez de vivienda

Josser también señaló que por meses ha buscado rentar una vivienda pero ha sido prácticamente imposible pues hay pocos espacios y son muy caros o se encuentran en pésimas condiciones y en lugares peligrosos.

“Notamos que la vivienda es una de las necesidades mayores después de la búsqueda de empleo. Los costos de arrendamiento han incrementado alrededor del 350 por ciento”, informó Elizabeth Moreno asistente de Alojamiento temporal en Ciudad Juárez de INM.

El alza en el costo de la vivienda se debe en parte a la inversión extranjera que se registra en Ciudad Juárez en el área de la manufactura y también a la migración, agregó Moreno.

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