La fórmula Chapultepec
Convencidos de que el poder ciudadano echó abajo el proyecto del Corredor Cultural Chapultepec, vecinos del sur de la capital se organizan para frenar la “Ciudad del Futuro” o “Ciudad de la Tecnología”, que también tiene bajo su cargo la empresa ProCDMX, de Simón Levy.
Organizaciones vecinales, como Movimiento de Barrios en Defensa de los Pedregales, y el Colectivo de Mujeres en Defensa de la zona de los Pedregales, entre otros, comenzaron las movilizaciones afuera de los terrenos de la antigua Planta de Asfalto del DF.
Icela Lagunas“Es otra farsa igual que en Chapultepec, se trata de otro proyecto inmobiliario que divide a nuestra comunidad”
Convencidos de que el poder ciudadano echó abajo el proyecto del Corredor Cultural Chapultepec, vecinos del sur de la capital se organizan para frenar la “Ciudad del Futuro” o “Ciudad de la Tecnología”, que también tiene bajo su cargo la empresa ProCDMX, de Simón Levy.
Organizaciones vecinales, como Movimiento de Barrios en Defensa de los Pedregales, y el Colectivo de Mujeres en Defensa de la zona de los Pedregales, entre otros, comenzaron las movilizaciones afuera de los terrenos de la antigua Planta de Asfalto del DF.
El Gobierno del Distrito Federal entregó esos predios a ProCDMX para que pusiera en marcha ahí el proyecto, cuya bandera es detonar la actividad científica y tecnológica de la capital.
“Es otra farsa igual que en Chapultepec, se trata de otro proyecto inmobiliario que divide a nuestra comunidad”, expresó Elizabeth Tapia Silva, del Colectivo de Mujeres, quien comenzó el activismo para frenar el plan de ProCDMX.
En esos terrenos de más de 15 hectáreas, Calidad de Vida, Progreso y Desarrollo para la Ciudad de México, ahora ProCDMX, proyecta detonar la actividad científica y tecnológica de la capital y la consolidación de un barrio para la comunidad de Ciudad Universitaria (CU) de la UNAM.
La “Ciudad de la Tecnología o el Futuro”, que ya es motivo de disputa entre los vecinos del sur, se ubica en la colonia Ajusco, en el perímetro de Coyoacán, y forma parte de las polémicas Zonas de Desarrollo Económico y Social (ZODES).
El Colectivo de Mujeres en Defensa de los Pedregales aseguró que no se trata solamente de los terrenos de la antigua planta de asfalto, también de 526 hectáreas aledañas de ocho colonias “que intentan vender como zona abandonada, en la que es necesario que entre el desarrollo”.
Otra asociación público-privada
ProCDMX ha hecho hincapié que el proyecto será destinado a la comunidad de CU, pues la idea apunta a la creación de un gran barrio universitario con actividades de ciencia y tecnología, que ofrezca vivienda a estudiantes, investigadores y servicios públicos para todos ellos.
En toda esa gran zona se planea la construcción de una Secretaría de Ciencia y Tecnología, una biblioteca digital, parque científico, un edificio de gobierno digital y, por supuesto, una enorme área habitacional que le dará cabida a las inmobiliarias.
Igual que como se promovió el Corredor Cultural Chapultepec, el plan de financiamiento proyecta cero inyección de recursos públicos por parte del GDF, en cambio, sí tendría una inversión mediante una asociación público-privada.
Sin embargo, los vecinos opositores al proyecto dicen no creer dichos objetivos de inclusión social, empleos, desarrollo económico y tecnológico.
“Se trata de otro proyecto enmascarado que en realidad le da cabida a los feroces inversionistas de la zona”, acusa la representante vecinal, Elizabeth Tapia.
Los terrenos en los que operaba la antigua planta de asfalto, que cerró por las emisiones contaminantes que generaba, están ubicados en avenida del Imán 263.
Del asfalto capitalino
Desde 1975 la planta de asfalto fue reubicada de Mixcoac a ese terreno de Imán 263 en el Ajusco.
Por esos años, se caracterizó por ser la entidad líder en tecnologías de mezclas asfálticas, pues contaba con un laboratorio de investigación con equipo de punta.
Sin embargo, desde 1992 inició la disminución de su producción debido a que no se invirtió en la modernización de su maquinaria y equipos, por lo que hubo problemas para controlar la calidad del producto.
De 1994 a 1997, la última administración del entonces Departamento del Distrito Federal (DDF), y antes de que los perredistas comenzaran a gobernar la capital, la planta logró atender sólo el 40 por ciento de la demanda local.
Así comenzó su declive y las condiciones críticas, altos subsidios, escasa producción, exceso de personal y reiterados incumplimientos a la legislación ambiental.
Fue en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador al frente del GDF que se determinó realizar una inversión, a fin de renovar la planta y abastecer las enormes necesidades que se requerían de ese material debido a las obras que tenía proyectadas el gobierno.
Apenas llegó Miguel Ángel Mancera Espinosa al Gobierno de la capital, la planta de asfalto fue cerrada bajo los argumentos de que monopolizaba la venta de asfalto a las dependencias y 16 delegaciones, además de que era altamente contaminante.
Luego entonces, el terreno en el que funcionaba se donó a ProCDMX.
Seguirán el camino
La enorme oposición vecinal que se generó hacia el Corredor Chapultepec terminó por sepultarlo en las urnas el pasado 9 de diciembre, a través de la consulta ciudadana organizada por el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF).
Los vecinos del sur refieren que seguirán el mismo camino de activismo en contra del proyecto que amenaza a su comunidad.
Primero convocarán a que habitantes de otras zonas conozcan lo que se pretende hacer en esta zona, y luego convocarán a expertos, hasta replicar lo que ocurrió en la Roma, Juárez y Condesa.
Luego de la experiencia vivida en el CCC, el Gobierno del Distrito Federal (GDF) ha dicho que en proyectos venideros tomará en cuenta desde el inicio la voz de los vecinos.
El futuro en Coyoacán
El proyecto de la ‘Ciudad de la Tecnología’ incluye varios inmuebles:
> Secretaría de Ciencia y Tecnología
> Biblioteca digital
> Parque científico
> Edificio de gobierno digital
> Área habitacional