De la fiesta nocturna a la incertidumbre

La inseguridad, la inestabilidad económica e incluso el mal clima son factores que explican por qué cada vez más personas han dejado de acudir a establecimientos nocturnos como bares y antros en los últimos años

La fiesta nocturna se apaga en la Ciudad de México. Lugares desocupados, vestíbulos semivacíos y personal desanimado son los elementos que componen una imagen cada vez más recurrente en la mayoría de negocios que brindan servicios en horarios extendidos.

La falta de garantía de seguridad, la inestabilidad económica e incluso los cambios climáticos son algunas de las causas que han generado una baja en los registros de operación de este tipo de espacios.

En las calles de la capital del país, la venta y clientela de los establecimientos con horarios nocturnos ha disminuido hasta en un 40 por ciento, asegura Ada Irma Cruz Davalillo, presidenta de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño (Canacope CDMX).

“Son varios los factores que han influido en la baja de este sector, sin embargo, la principal causa que ha motivado esta situación ha sido la falta de condiciones de seguridad, ya que la mayoría de la veces las personas prefieren no salir de noche a terminar como víctimas o relacionadas con algún delito”
Ada Irma Cruz DavalilloPresidenta de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño (Canacope CDMX)

Para 2018, dicho organismo había previsto un beneficio económico cercano a los 200 mil millones de pesos, no obstante, las pérdidas por ventas no realizadas oscilarán en un 40 por ciento para cierre de este año, lo que representa una cantidad roja aproximada de 80 mil millones de pesos.

De los aproximadamente 53 mil 450 establecimientos asociados (que venden alimentos y bebidas preparadas), cerca de 900 corresponden a cantinas, bares y tabernas, los cuales son los más afectados debido a sus horarios de servicio, ya que van del medio día a las 12 de la noche e incluso hasta la 1 de la mañana.

Además del problema de inseguridad existen otros factores que han impactado de manera directa a los ‘negocios nocturnos’, de entre los que destacan la inestabilidad económica, los cambios drásticos del clima y los bloqueos temporales de avenidas, dice.

“Hoy en día, la situación económica no está para que las personas cuenten con un dinero extra para gastar por las noches… otra afectación es que en esta temporada del año se llegan a presentar lluvias e inundaciones y ello no permite una asistencia segura y libre, además de que muchas veces los ‘plantones’ impiden que clientes accedan a ciertas zonas con fluidez y eso obviamente también quita las ganas de salir”, comenta.

En la medida en que se recupere la seguridad en los espacios públicos para evitar toda clase de ilícitos, refiere Cruz Davalillo, los capitalinos recobrarán la confianza de salir a la calles para divertirse, pero mientras continúen medidas de reacción y no de prevención por parte de Seguridad Pública (SSP), dicha situación continuará.

Los más golpeados

Desde hace seis años la vida nocturna en la Ciudad de México se ha ido en picada por los altos índices de inseguridad y corrupción que se han enraizado en los establecimientos que brindan servicio hasta las tres de la mañana, explica Ismael Rivera, presidente de la Asociación Nacional de la Industria de Discotecas, Bares y Centros de Espectáculos (ANIDICE).

“Para la industria nocturna este último sexenio ha sido el más complicado por las cuestiones de inseguridad y corrupción, no sólo a cargo de grupos de la delincuencia organizada sino también por parte de autoridades capitalinas, que en vez de trabajar para regularizar los sitios que se encuentren en capacidad jurídica, buscan clausurarlos y sin pensar en los empleos que una acción así conlleva”
Ismael RiveraPresidente de la Asociación Nacional de la Industria de Discotecas, Bares y Centros de Espectáculos

En el ramo de los de los centros nocturnos como son antros, discotecas, clubs y cabarets, la bajas han sido de un 25 por ciento, acusa Rivera, cifra que resulta alarmante partiendo de que cada viernes y sábado, cerca de un millón 200 mil jóvenes, con edades de entre los 18 y 28 años acuden a divertirse a la capital.

“Actualmente la Ley de Establecimientos Mercantiles es un documento muerto, porque absolutamente nadie, ni el propio Gobierno, actúa para que se cumplan disposiciones como el horario de cierre o la extensión del mismo bajo condiciones de no afectar a terceros… Lo más grave del asunto es que la Ley no sirve a causa de la falta de un Reglamento, el cual nunca fue emitido por las autoridades”, acusa.

Algunos otros factores que rondan y perjudican a dicha industria, agrega el representante gremial, son la falta de legalidad y transparencia de los permisos, el no cumplimento de la Ley, que cobro de derecho de piso en algunos lugares, acoso y hostigamiento por parte de células criminales e incluso por autoridades delegacionales.

A pesar de esto, empresarios y empleados confían en que la próxima administración local preste atención a la vida nocturna para regularizar la misma y así entablar una relación de beneficios, tanto sociales como económicos en la capital del país, dice.

Índices criminales

La violencia se recrudece en la capital. De acuerdo con registros del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), de enero de 2015 al pasado mes de agosto de este año, 36 mil 574 robos a transeúnte fueron ejecutados con violencia en la Ciudad de México, mientras que otros 11 mil 310 fueron registrados sin coacción.

Asimismo, los informes del Secretariado apuntan que en los últimos 3 años y 8 meses fueron perpetrados bajo condiciones violentas un total de 10 mil 324 robos a negocios, mientras que otros 47 mil 710 fueron se llevaron a cabo sin el uso de la fuerza.

El último caso

Un charco de sangre, veladoras y más de 60 casquillos repercutidos fueron el resultado de un ataque perpetrado el pasado 14 de septiembre en contra de intrigantes de un presunto grupo delictivo que se disputaba la venta de droga en la Plaza Garibaldi.

Antes de las 10 de la noche la refriega había dejado 3 personas muertas y 12 más lesionadas. Posteriormente otras 3 perderían la vida en hospitales.

El hecho ocurrió frente a los ojos de cientos de visitantes y los músicos no dejaron de tocar esa noche. Tres hombres vestidos de mariachi fueron los agresores y el caso es investigado. Los estragos en el sitio se reflejarían en los fines de semana siguientes.

A poco más de un mes de la balacera, la actividad en el sitio no ha podido recuperarse, coinciden los entrevistados. Aunque cada fin se realizan “serenatas públicas” con el fin de atraer al turismo local y nacional, la situación permanece en la incertidumbre.

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