Las trabajadoras del hogar suelen desarrollarse en contextos que vulneran sus derechos humanos, por ello, y ante la inacción

La clave para el empoderamiento de las trabajadoras del hogar

Las trabajadoras del hogar suelen desarrollarse en contextos que vulneran sus derechos humanos, por ello, y ante la inacción de las autoridades, es necesario acercarles asesoría y redes de apoyo

El Tercer Encuentro de Trabajadoras del Hogar, al igual que los anteriores, tuvo como objetivo impulsar a las organizaciones incipientes para que continúen su labor de analizar los retos y avances en materia de protección de los derechos humanos en las entidades federativas y, con ello, “generar una masa crítica” que fortalezca esta defensa, así lo indica Friné Salguero, directora del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir.

La defensora de los derechos humanos detalla que estos eventos se desarrollan en tres etapas en las que se forman espacios de reflexión y formativos para crear un plan conjunto que derive en acciones contundentes.

En el caso del encuentro del 31 de agosto pasado, se discutió sobre las actividades que deben hacer las distintas colectivas para que, después de la ratificación del Convenio 189 -norma que ofrece protección específica a las personas trabajadoras del hogar estableciendo los principios básicos que los gobiernos deben promover para garantizarles un trabajo digno-, este baje a nivel de políticas públicas.

Así como impulsar la creación de un marco legal integral que considere, en el caso de las mujeres, sus derechos laborales y reproductivos.

Respecto a la “Ruta de Atención en Caso de Violencia Sexual”, Salguero explica que se creó tras identificar las distintas agresiones que sufre este sector de la población.

“Con la NOM. 035 que salió hace poco y con la que se trata de gestar y generar espacios de trabajo libres de violencia y acoso, uno se pregunta ¿y esto cómo va a operar en el ámbito privado donde laboran las trabajadoras del hogar?

“Es imposible tener una inspección laboral como ocurre en una oficina o en un corporativo dado a que el espacio es privado. De ahí que, un primer paso, fue detectar qué tipo de violencias viven las trabajadoras del hogar y, evidentemente, es la violencia sexual que, además, se comparte con una violencia generalizada a las mujeres”
Friné SalgueroDirectora del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir

De este modo, coincidieron en generar una ruta práctica, entendible y autogestionable que detalle las obligaciones del Estado para con las víctimas en caso de violencia sexual.

Sensibilizar sobre las trabajadoras del hogar, paso trascendental

“Una cosa muy importante es que llamamos a las instancias para hacer la ruta porque reconocemos que no siempre atienden como deberían, entonces queríamos generar un poco de empatía y conciencia colectiva de cómo tienen que atender a un grupo que trabaja en condiciones precarias.

“Y que, además, por ser mujeres racializadas, migrantes, a veces menores de edad, no se les atiende como debería en estas instancias públicas. Así que tenía una doble motivación”, indica.

Agrega que la disposición del personal institucional fue colaborativa y con mucha voluntad política de construir la herramienta.

“Desde el trabajo conjunto interinstitucional que se logró hubo una recepción, empatía y una articulación importante para sacar la ruta adelante.

“Desde una mirada crítica como organización civil que somos y al mirar las cifras de atención y la efectividad de las fiscalías, de los enlaces de las secretarías de la Mujer, etc., seguimos viendo que hay muchos nichos de oportunidad en la atención expedita, oportuna, clara y contundente de las personas que sufren agresiones sexuales”, manifiesta.

Julieta Martínez, directora de la Red de Migrantes Indígenas, dice que entre los retos que emanan tras la presentación de la ruta están: traducirla a idiomas indígenas para garantizar la accesibilidad de esta información, mantener el compromiso de todas las instituciones y organizaciones para acercar la información y atender a todas las trabajadoras del hogar.

A esto suma la importancia de que las instancias encargadas de generar estadísticas e información proporcionen datos desagregados para identificar de manera específica cuáles y en qué porcentaje se ejercen los abusos, así como a qué mujeres afectan en mayor medida

“En el tema de las instituciones, la parte de la sensibilización es importante porque todavía vemos violencia de género y familiar y que hay muchos rezagos al revictimizar y no atender. Ya lo hemos visto en dos casos en Nuevo León con mujeres indígenas con intento de feminicidio.

“Generalmente el discurso que recibimos es que no hay distinción en cuanto a la atención desde las entidades de Gobierno y las diferentes dependencias que trabajan el tema de las mujeres. Se amparan en el discurso de la igualdad, cuando en el caso de las mujeres indígenas se debe brindar equidad de atención con enfoque intercultural”, expresa.

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