Luis Cárdenas Palomino, mano derecha del exsecretario de Seguridad, Genaro García Luna

La caída del clan de García Luna, detención de Cárdenas Palomino

Los funcionarios que durante muchos años estuvieron en la cúpula de la seguridad pública en el país, ahora se encuentran presos por delitos como triangulación de recursos, nexos con el narcotráfico y tortura; ayer fue detenido Luis Cárdenas Palomino, mano derecha del exsecretario de Seguridad federal

Luis Cárdenas Palomino, mano derecha del exsecretario de Seguridad, Genaro García Luna, fue detenido por su presunta relación en actos de tortura contra un integrante de la banda de secuestradores Los Zodiaco, cuya mediática captura sigue causando polémica a 15 años y medio de distancia. Sin embargo, no es el único pendiente legal que enfrenta el extitular de la División de Seguridad Regional de la desaparecida Policía Federal.

La madrugada del lunes 5 de julio, la Fiscalía General de la República (FGR) confirmó la detención de Cárdenas Palomino en un inmueble de Naucalpan, Estado de México, tras un operativo encabezado por elementos de la Secretaría de Marina en el que también participaron elementos de la Coordinación Nacional Antisecuestros, la Agencia de Investigación Criminal y del Centro Nacional de Inteligencia.

El titular de la UIF, Santiago Nieto, confirmó que la detención de Cárdenas Palomino fue gracias a las acciones de su unidad

El hombre de confianza de Genaro García Luna era buscado desde septiembre de 2020, cuando un juez federal giró una orden de captura en su contra por cargos de tortura contra Mario Vallarta, hermano de Israel Vallarta, presunto líder de la banda de secuestradores Los Zodiaco y quien ha estado recluido sin sentencia desde que fue detenido en diciembre de 2005 en el operativo policiaco transmitido en el noticiero de Carlos Loret de Mola.

Sin embargo, los hechos de tortura por los que las autoridades emprendieron la cacería del “superpolicía” habrían ocurrido hasta 2012, último año en el que fue elemento activo de la Policía Federal. Desde 2013, año en el que la Suprema Corte liberó a la francesa Florence Cassez por haber sido víctima de una “escenificación planeada y orquestada”, Cárdenas Palomino se dedicó a hacer fortuna como director de una agencia de seguridad privada.

El segundo golpe

La captura de Cárdenas Palomino es el segundo golpe que recibe el grupo compacto que controló la seguridad pública mexicana desde inicios de este siglo. Puesto que él acompañó a Genaro García Luna cuando este dirigió la Agencia Federal de Investigación (AFI) durante la administración de Vicente Fox y, posteriormente, como titular de la SSP durante todo el sexenio de Felipe Calderón. Durante este periodo, Cárdenas Palomino ocupó distintos cargos al frente de la Policía Federal.

La fortuna del clan cambió, para mal, en diciembre de 2019, cuando García Luna fue detenido en su residencia de Dallas, Texas, por autoridades estadounidenses como parte de la investigación por vínculos con el Cártel de Sinaloa realizada por el fiscal del distrito norte de Nueva York, el mismo que llevó a Joaquín “El Chapo” Guzmán al juicio donde se le condenó a cadena perpetua. Desde entonces ha enfrentado el proceso penal bajo custodia.

Producto de la detención de García Luna se iniciaron investigaciones secundarias tanto en Estados Unidos como en México. Desde que se anunció la captura del exsecretario, Santiago Nieto Castillo informó a medios de comunicación que la Unidad de Inteligencia Financiera tenía en la mira a sus colaboradores más cercanos, así como a distintos funcionarios de la Secretaría de Gobernación que habrían incurrido en triangulación de recursos.

El día de ayer, el titular de la UIF, confirmó que la detención de Cárdenas Palomino fue gracias a las acciones de su unidad.

Las denuncias contra Cárdenas Palomino

En abril de 2020, la UIF interpuso dos denuncias contra García Luna y una más contra Cárdenas Palomino por presunta triangulación de una verdadera fortuna hacia la empresa privada GLAC Security Consulting Technology, propiedad del exsecretario, entre 2010 y 2017. Operaciones que surgieron tanto de la Secretaría de Gobernación como del propio Gobierno de la Ciudad de México durante la administración de Miguel Ángel Mancera.

Además de esto, Nieto Castillo confirmó que la oficina a su cargo había iniciado el intercambio de información con las agencias estadounidenses que investigaron a García Luna para seguir procedimientos contra Cárdenas Palomino en ambos países. Para julio de 2020, las cuentas bancarias de ambos exfuncionarios se encontraban congeladas por orden de la Secretaría de Hacienda.

A finales de dicho mes, la Corte Federal del Distrito Norte de Nueva York presentó formalmente una denuncia contra Cárdenas Palomino por cargos de conspiración internacional para distribuir cocaína, así como de importar y de poseer la droga. De acuerdo con el medio estadounidense ProPublica, primero en revelar la detención de García Luna en 2019, habría sido él mismo quien señaló a sus socios como colaboradores del Cártel de Sinaloa.

Cárdenas Palomino pasó su primera noche como inquilino del Centro Federal de Readaptación Social número 1, mejor conocido como el penal del Altiplano. La detención puso fin a su retiro de lujo y, además del proceso a seguir en México, se abre la posibilidad de que la justicia estadounidense solicite su extradición para que enfrente al mismo tribunal que ya condenó al “Chapo” Guzmán y hoy hace lo propio con García Luna.

Además de los cargos de tortura por los que fue detenido, Luis Cárdenas Palomino también enfrenta denuncias por triangulación de recursos en México y por vínculos con el Cártel de Sinaloa en Estados Unidos

Además de Cárdenas Palomino en el operativo contra los Zodiaco participaron los siguientes agentes que siguen prófugos: Maricela García Toledo, María Soledad Bonilla Tlaseca, Rafael Mayorga Amador, Ricardo Cuatzo Lozano, Christian Arturo Fabila Molina, Alberto Jesús Cano Maldonado, Fernando Valdez Aparicio, Jaime Hazael Gutiérrez Valdez, Julio Ávila Mejía, Maclovio Bárcenas Olmos, Facundo Paul Huerta Pérez y Horacio Parra Rubio, de acuerdo con el mandato judicial librado en la causa penal 10/2020.

El elemento faltante en la ecuación es Ramón Eduardo Pequeño García, jefe de la División Antidrogas con Felipe Calderón y de la División de Inteligencia con Enrique Peña Nieto. Dato que, tanto el congelamiento de cuentas en México como la denuncia interpuesta en Estados Unidos en julio de 2020 lo involucraron a él junto con Cárdenas Palomino. Si bien sigue prófugo de la justicia estadounidense, la mexicana no ha girado orden de aprehensión en su contra.

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