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Influenza en Jalisco igual que en pandemia

Terminaba abril de 2009 cuando el país se detuvo. Las escuelas cerraron, las fábricas pararon, el contacto físico se escatimaba; una alerta epidemiológica decretada causaba temor y asombro: de entre todas las naciones del orbe, México era el escenario para un virus inédito que se extendía con consecuencias mortales. 

En 2014 el estado registra ya tantas muertes por el virus AH1N1 como en 2009, cuando sorprendía al mundo: 79 hasta el 29 de abril
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Terminaba abril de 2009 cuando el país se detuvo. Las escuelas cerraron, las fábricas pararon, el contacto físico se escatimaba; una alerta epidemiológica decretada causaba temor y asombro: de entre todas las naciones del orbe, México era el escenario para un virus inédito que se extendía con consecuencias mortales. 

“México ha enfrentado uno de los problemas más serios de los últimos años, una emergencia sanitaria provocada por la aparición de un nuevo virus que hasta el jueves pasado era absolutamente desconocido no solo en México sino en todo el mundo. Precisamente por tratarse de un virus nuevo, desconocido, técnicamente se conoce a este fenómeno como una epidemia y, en particular, es la epidemia de influenza humana”, dijo el ex presidente Felipe Calderón, el 29 de abril de 2009. 

A cinco años, los efectos para Jalisco y sus habitantes no han podido ser contenidos por las autoridades. En 2014 el Estado registra ya tantas muertes por el virus AH1N1 como en 2009, cuando sorprendía al mundo. Se suponía que a estas alturas la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), a cargo de Agustín González Álvarez, estaría más preparada para afrontarlo, pero los registros del Gobierno federal indican lo contrario. 

La enfermedad en Jalisco vuelve a matar hoy igual que en su fase pandémica, a pesar de que entonces no existía siquiera una vacuna para prevenirla, ni se había instrumentado toda una política pública interinstitucional para atender su impacto. Entre 2009 y 2014 se han aplicado cerca de ocho millones de biológicos entre los habitantes, pero los decesos alcanzan los mismos niveles del peor momento de la crisis.  

En el año de la aparición del virus se registraron 79 fallecimientos en Jalisco, igual en 2014 hasta el 29 de abril; una condición la del estado contraria por completo a los avances que presenta el país, pues si en 2009 murieron mil 479 mexicanos, este año fueron 644 exclusivamente por AH1N1. 

Mientras en la República hubo una reducción en ese lapso del 56 por ciento en estos decesos, en Jalisco, en cambio, las cosas se agravan, con todo y campañas de vacunación masiva, difusión de medidas preventivas e implementación de otras como los filtros escolares. 

A diferencia del rezago de Jalisco otras entidades logran mejoras significativas. El Distrito Federal (DF) pasó de 269 muertes en 2009 a 73 en 2014; Nuevo León de 79 a tres; México de 74 a 46, reducciones de 73, 96 y 38 por ciento respectivamente. 

En números absolutos, en 2009 Jalisco fue el tercer lugar por muertes de este virus con 79; en 2010 fue el séptimo con siete; en 2011, el doceavo con una sola muerte; pero empezó a empeorar en 2012, cuando subió al cuarto lugar con 20; escaló al tercero en 2013 con 25, y llegó a la deshonrosa cima en 2014 con 79. 

Todo según las cifras del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Influenza de la Secretaría de Salud federal de 2010-2014 -al 29 de abril de este año-, del Sistema Nacional de Información en Salud (SINAIS) para 2009, y de la SSJ.  

Recientemente el gobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, señaló a la SSJ por su pobre rendimiento, ya desde finales de enero diputados locales como el panista Víctor Sánchez Orozco cuestionaban lo que consideran una mala respuesta y preparación de la dependencia ante el resurgimiento de este mal. 

Influenza en la Perla

Jalisco es el tercer estado con más muertes causadas por el virus A/H1N1 desde su aparición -en números absolutos-, y Guadalajara es el municipio con más de estos decesos en todo el país. 

Los registros federales muestran que el virus ha traído la muerte de dos mil 850 mexicanos de 2009 al 29 de abril pasado, de estos, 211 en Jalisco -el 7.4 por ciento-. Al Estado lo supera únicamente el DF, con 429 decesos e Hidalgo con 239; las tres entidades con menos son Colima (seis); Campeche (12) y Quintana Roo (15). 

Si se obtiene una tasa acumulada de muertes por cada 100 mil habitantes (equivalente al total de los decesos en los seis años), Jalisco cae al undécimo lugar, con 2.7, y los tres primeros lugares son Hidalgo (8.6); Aguascalientes (ocho) y Querétaro (6.2).  

Sin embargo, el análisis municipal confirma a la Perla Tapatía como la demarcación con más muertes en toda la República con 104, más que cualquier delegación del DF; luego está Pachuca, con 83 y Tijuana, con 82. Zapopan es el doceavo lugar con 45. 

No en todos los municipios del estado han muerto jaliscienses por este mal, de hecho, solo ha sucedido en 22 (menos de una quinta parte); Guadalajara y Zapopan concentran el 71 por ciento de estas pérdidas.

De 2010 a 2014 siete de cada 10 fallecidos en Jalisco por AH1N1 tenían entre 30 y 59 años (95, el 72 por ciento); el 11.3 por ciento de 60 a 90 años (15); el nueve por ciento de 15 a 29 años (12); y el 7.5 por ciento de cero a seis años (10).

Los efectos del virus AH1N1 desde su llegada

Los efectos del virus AH1N1 desde su llegada

El análisis de la SSJ 

La SSJ no acepta ninguna falla propia como causa de que Jalisco presente tantas muertes hoy por AH1N1 como en 2009, cuando surgió de improviso. Yolanda Capuchino Monreal, coordinadora de Vigilancia Epidemiológica, atribuye la situación del estado a dos motivos principales: primero, que en la entidad hay un sistema de monitoreo más eficaz, por lo que se estarían detectando más muertes por el virus que en otras, y segundo, la desidia de los habitantes en atenderse oportunamente. 

Sobre lo primero: “Lo que sucede que no en todas las entidades federativas cuentan con laboratorio de biología molecular, en Jalisco tuvimos el apoyo del gobierno para instalarlo, en otros estados no hacen el diagnóstico en todos los casos, o cuentan con pocas unidades monitoras de influenza, y en Jalisco somos de los Estados que contamos con un sistema de vigilancia más amplio”. 

El argumento se cae, no obstante, pues el DF, con un sistema tan efectivo como el local, sí presenta una reducción de muertes. Y sobre lo segundo: ”Sí me gustaría recomendar a la población en no relajarse en la vacunación, observamos que en las defunciones hubo algunos factores que se asociaron mucho a las defunciones, uno de ellos fue la tardanza en recibir atención medica; la mayor parte de defunciones fueron en hombres, el 64 por ciento, habitualmente tardan más en recibir atención médica porque tienen que trabajar, deciden no ir, incluso consideran que no están enfermos”.  

El virus no ha mutado, así que ésa no es la respuesta a la agresividad de 2014. Faltan, por tanto, más estudios para conocerlo a fondo: “Ha tenido un comportamiento cíclico a raíz del año 2009, observamos que después del 2010 desapareció y luego reemerge, esos comportamientos como es un subtipo que conocemos de hace menos de cinco años, lo vamos a tener que estar analizando”.