Incendios forestales sacuden a Jalisco

La depredación de los espacios naturales aledaños a la Zona Metropolitana de Guadalajara ha ido en aumento, y el incendio en el Cerro El Tepopote elevó la cifra.

El siniestro, ocurrido el domingo pasado, inició alrededor de las dos de la tarde y la cortina de humo era visible en toda la ZMG. Tal fue su magnitud que la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) activó una emergencia atmosférica en el municipio de Zapopan.

48,255
Hectáreas de terreno incendiado en 2013, la más alta hasta antes del 2016
“(La depredación) muchas veces suele estar relacionado con las urbanizaciones (…) En el área del Tepopote es porque hay una licencia de construcción”
Héctor CastañónPlataforma ciudadana Tómala
Aunque hay pocas denuncias por incendios provocados con intención de urbanizar, las disposiciones en la ley permitirían a los constructores recurrir a estas prácticas

La depredación de los espacios naturales aledaños a la Zona Metropolitana de Guadalajara ha ido en aumento, y el incendio en el Cerro El Tepopote elevó la cifra.

El siniestro, ocurrido el domingo pasado, inició alrededor de las dos de la tarde y la cortina de humo era visible en toda la ZMG. Tal fue su magnitud que la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) activó una emergencia atmosférica en el municipio de Zapopan.

Ya desde su informe de gobierno, el pasado mes de febrero, Aristóteles Sandoval señalaba en su tomo de indicadores que la cifra de superficies afectadas por incendios forestales durante el 2016 ascendía a un total de 67 mil 118 hectáreas.

Este dato oficial revela que el número de hectáreas afectadas en Jalisco ha sido el más alto en los últimos cinco años, incluso la entidad –a decir del recuento que hace el Gobierno estatal– reconoce que no había una cifra tan alta desde el 2013, cuando las superficies ascendieron a 48 mil 255 hectáreas de terreno incendiado.

Esta cifra destaca porque incluso la Semadet consideraba que una meta ideal para el pasado 2016 hubiese sido de 48 mil 331 hectáreas.

El dato se elabora a partir de la superficie, que en algunas ocasiones es provocada por la intervención humana y/o condiciones climatológicas adversas.

Pero en el caso del Cerro de El Tepopote, que hoy despierta esta polémica, se agudiza este tema por la depredación debido a que en la zona existen intereses inmobiliarios, como ocurre con otros espacios naturales de la urbe, como el bosque El Nixticuil.

“Muchas veces suele estar relacionado con las urbanizaciones, sin embargo dentro del perímetro es poco frecuente. En el área del Tepopote es porque hay una licencia de construcción, pasa en el Bosque del Nixticuil, por ejemplo”.

Así lo señaló desde abril de 2016 la plataforma ciudadana Tómala a través de uno de sus integrantes, Héctor Castañón, durante un evento en el que se destacó la vulnerabilidad de la zona ambiental frente a la poca intervención de la autoridad por defenderla.

“Creo que se tiene que fortalecer en ese sentido las acciones del bosque de La Primavera, la dirección no puede por sí misma sin la participación activa del Estado y los Municipios”, explicó el también experto en temas de desarrollo urbano.

Calentamiento del planeta

Para los expertos de la Universidad de Guadalajara, el desastre ocurrido en el principal pulmón de la ZMG dejó un balance negativo en materia ambiental, destacan en un boletín enviado el lunes.

Las consecuencias del siniestro no sólo fueron para el municipio de Zapopan, desde la activación de la emergencia atmosférica, sino por la expulsión y dispersión de contaminantes hoy repartidos en Guadalajara y el resto de los municipios metropolitanos.

“En materia ambiental sí tenemos fuertes pérdidas en diferentes aspectos. La calidad del aire, del ecosistema y algunas especies, obviamente que la recuperación va a llevar años”, expresó Hermes Ulises Ramírez Sánchez, director del Instituto de Astronomía y Meteorología, de la UdeG.

Considerando los datos arrojados por el Sistema de Monitoreo Atmosférico de Jalisco, el académico señaló que las zonas con mayor nivel de concentración de contaminantes fueron las poblaciones del sureste de la ZMG, como Santa Fe, Las Pintas, así como los municipios de Tlaquepaque y Tonalá, que registraron estos niveles a consecuencia del siniestro.

La situación es crítica, al 5 de marzo de este año se han atendido cerca de 56 incendios en el área natural protegida del bosque de La Primavera, a decir de las cifras oficiales, 43 se han dado en la periferia de esta zona.

Mientras que 12 de los incendios se suscitaron al interior y uno fue mixto, lo que dio como resultado un área de 291.74 hectáreas afectadas por los siniestros.

Este periodo de incendios fue advertido desde inicios del mes de marzo cuando la titular de la Semadet, Magdalena Ruíz Mejía, anunció que este 2017 representaría complicaciones en materia de incendios forestales y contaminación.

“El año pasado fue el más caliente que tuvo el planeta en toda su historia de medición, este año estamos superando las variables del año pasado, entonces cada año vamos a tener el año más caliente del planeta”, dijo la funcionaria estatal.

Detener urbanización

Aunque activistas como Héctor Castañón reconocen que hay pocas denuncias por la provocación de incendios con intencionalidad de urbanizar, también aclara que las disposiciones en la ley permiten que los constructores recurran a estas prácticas.

“Hay zonas donde constantemente se quema por descuidos. (Debería haber) una modificación a la ley para que se evitara la expedición de licencias en áreas forestales que han sido siniestradas, es claro que el frente de urbanización va hacia el valle de Tesistán, la salida a Nogales, el borde Sur de La Primavera y también la carretera a Saltillo”, explicó Castañón a medios locales.

Destacando de igual forma la relevancia que tiene la zona del Cerro del Tepopote para los intereses de la construcción urbana.

“El Cerro del Tepopote es bien importante, porque está ubicado frente al poblado de La Primavera y hay una licencia de urbanización que el Ayuntamiento ha tratado de detener porque ese cerro es el que conecta a la barranca con la primavera, es clave que detenga cualquier urbanización ahí porque es el único corredor biológico que queda y es fundamental para la fauna”, agregó el activista.

Tal ha sido la problemática ambiental urbana de Guadalajara, derivado de estos casos de incendios provocados o accidentales que traen como consecuencias la generación de contaminantes, que a inicios de año la Secretaría de Medio ambiente y Recursos Naturales lanzó una alerta derivado de la mala calidad del aire en estados como Jalisco y Nuevo León.

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El asedio del hombre a las áreas naturales de la Zona Metropolitana de Guadalajara es el tema de las últimas semanas ante los incendios que las autoridades locales han tenido que controlar.

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