Impacto a la competitividad del ‘burnout’ y estrés laboral

No sólo se trata del daño a la salud de los empleados, el “burnout” también afecta la productividad de las empresas que no se enfocan en atender este padecimiento entre sus trabajadores
María Fernanda Navarro María Fernanda Navarro Publicado el
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Un empleado con “burnout” tiende a ser indiferente con sus responsabilidades laborales, estar constantemente irritable, puede discutir cada uno de los procesos a realizar y hasta ausentarse constantemente.

Los anteriores son algunos de los efectos que tiene este síndrome en las actividades laborales de los trabajadores, esto sin mencionar la amplia gama de síntomas físicos y mentales que genera.

Por ello diversos especialistas advierten que el “burnout” no sólo tiene efectos directos en el bienestar de los empleados, sino en la productividad de una empresa.

“Cuando hablamos de salud mental no es lo más adecuado enfocarnos en productividad, eso es importante ponerlo en primer plano, pero en efecto, hay muchos estudios que señalan que el estrés laboral afecta a la productividad, entendida como la cantidad total de producción que puede efectuar un trabajador durante un periodo determinado”, apunta Jesús Carrillo, director de economía sostenible del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

Carrillo dice que aunque no existen datos específicos en torno al impacto del “burnout” en la productividad de las empresas del país, hay otros indicadores internacionales que pueden dar cuenta de las jornadas laborales excesivas y los bajos resultados en productividad en los espacios laborales mexicanos.

Por ejemplo, México es el país con las jornadas laborales más extensas entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con 2 mil 124 horas de trabajo al año, mientras que el promedio es de mil 687 horas.

También es la nación con el menor índice de Producto Interno Bruto (PIB) por hora trabajada de la OCDE, el cual mide qué tan eficientemente se combina el trabajo aportado con otros factores de producción. En este indicador México tiene 98.3 dólares de PIB por hora trabajada, mientras el promedio de la OCDE es de 107.9 dólares.

“Es mucho tiempo (trabajando) y aún así no se refleja en la productividad, si todo el trabajo que se hace se viera reflejado en la productividad nuestro PIB sería mucho más alto.

“Hay hábitos muy cuestionables de aplaudir las jornadas largas de trabajo en lugar de aplaudir los resultados, si hablamos de productividad laboral, creo que en lo que todo caso es digno de celebración es que las personas concluyan pronto sus labores”, advierte.

El especialista además recuerda que en México hay una norma específica para prevenir riesgos psicosociales en los centros de trabajo conocida como NOM 035, pero pese a su aplicación, no ha servido para generar un debate público amplio acerca de la salud mental de los trabajadores.

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