Fentanilo, la amenaza crece

El uso del fentanilo por los cárteles mexicanos se ha diversificado más allá de su mezcla con la heroína, para comenzar a falsificar píldoras contra la ansiedad, analgésicos y antidepresivos de gran consumo en Estados Unidos (EU), donde esa droga sintética ha encendido las alarmas.

En México sí ha habido casos aislados de abuso de fentanilo, pero contenido en medicamentos, uno de ellos se dio en 2015 en Jalisco
En 2006 la DEA reportó la existencia de un laboratorio en Toluca, que causó la muerte de mil personas por una crisis de fentanilo
La DEA ha reconocido que el negocio ilegal de fentanilo no está sólo en manos de organizaciones criminales mexicanas
El gobierno de EU ha detectado duplicados de medicamentos y cada píldora contiene hasta 6.9 miligramos de fentanilo, siendo 2 miligramos su dosis letal  
https://youtu.be/Tpu2Uck04Vo

El uso del fentanilo por los cárteles mexicanos se ha diversificado más allá de su mezcla con la heroína, para comenzar a falsificar píldoras contra la ansiedad, analgésicos y antidepresivos de gran consumo en Estados Unidos (EU), donde esa droga sintética ha encendido las alarmas.

Según los más recientes informes de la Administración para el Control de Drogas (DEA), los cárteles no se están conformando con explotar el fentanilo para el mercado de heroína de EU, ahora han volteado la mirada al grupo de usuarios que abusan de drogas de prescripción, el segundo más grande de todos, solo abajo del de mariguana.

El fentanilo ha despertado un gran interés por haber causado la muerte de personalidades como Prince y el actor Philip Seymour Hoffman, pero está detrás de otros miles de decesos en EU, Canadá y Europa, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y la DEA.

Al ser hasta 40 veces más potente que la heroína, el fentanilo suma 700 muertes en EU de 2013 a 2014; mil 19 en Canadá entre 2009 y 2014 (más de la mitad desde 2013), y el Informe Mundial sobre las Drogas 2016 afirma que en Estonia “las sobredosis están en su mayoría asociadas al uso del fentanilo”. 


De China a EU, vía México

El rol de México en la actual “crisis” que vive EU -así la llama la DEA- por las sobredosis fatales de fentanilo, es:

Los cárteles mexicanos reciben desde China y por los puertos del Pacífico los cargamentos de fentanilo y los precursores químicos necesarios para su producción. Una vez que pisan tierra, son tres las actividades que se desarrollan en territorio nacional:

Primero: El fentanilo importado es rebajado y preparado para traficarlo a EU, donde tiene dos destinos: es vendido así haciéndolo pasar por heroína; o es mezclado con heroína por su rentabilidad.

En suelo mexicano no se mezcla el fentanilo con la heroína, eso sucede luego de cruzar la frontera con EU, según la DEA.

Segundo: Si lo que reciben en los puertos del país no es el fentanilo en forma, sino los precursores para elaborarlo, entonces las organizaciones criminales se encargan de sintetizarlo en sus propios laboratorios.

La infraestructura criminal es amplia para ello, tan solo de 2008 a 2015 la Procuraduría General de la República (PGR) reportó más de mil 300 laboratorios clandestinos para producir drogas sintéticas en el país, en su mayoría destinados a las metanfetaminas.

Tercero: Con el fentanilo listo, ya sea porque así se recibió desde China, o porque fue sintetizado aquí en el país, los cárteles también lo comprimen en píldoras que falsifican medicamentos muy populares en EU.  

Ese gobierno ha detectado duplicados de medicamentos como Xanax (contra la ansiedad y depresión) y otros a base de fentanilo, donde cada píldora llega a contener hasta 6.9 miligramos de la potente droga, siendo su dosis letal de solo 2 miligramos.

El nuevo mercado

Cuando los cárteles mexicanos explotan el fentanilo para mezclarlo con la heroína o hacerlo pasar por ésta, se están dirigiendo a un mercado de 435 mil estadounidenses: los usuarios de heroína en 2014.

Pero cuando lo comprimen en una píldora, su mercado potencial sube a los 4.3 millones de personas en EU que abusan de los analgésicos, básicamente opioides como el propio fentanilo.

Esos 4.3 millones de usuarios están dentro de los 6.5 millones de estadounidenses que abusan en general de los medicamentos de prescripción (analgésicos, tranquilizantes y estimulantes), de ahí la lógica de mercado de los cárteles:

“Las píldoras adulteradas con fentanilo brindan a las organizaciones traficantes de drogas un amplio acceso a la gran población de usuarios de drogas controladas con receta, que es dependiente del desvío de píldoras legítimas“.

Así lo indica la DEA en su reporte “Píldoras de Prescripción Falsificadas que contienen Fentanilo, una Amenaza Global”, de julio pasado.

Ese “desvío” de píldoras que cita es ya de por sí gigantesco. Por ejemplo, tan sólo en 2014 la DEA registró como “pérdidas” 10.7 millones de dosis de opioides durante toda la cadena de distribución y venta, incluyendo robos. Esa oferta es la que estarían buscando desplazar los cárteles mexicanos con sus píldoras de fentanilo.

La agencia reporta píldoras falsificadas de Xanax, en Pinellas County, Florida, que causaron nueve muertes entre enero y marzo de 2016; y también del analgésico Norco, en Sacramento, California, con 52 sobredosis y 10 muertes, en marzo y abril de 2016.

Cuando estas pastillas fueron estudiadas, se halló que estaban hechas a base de fentanilo con un rango de entre 0.6 y 6.9 miligramos, muy por arriba de la dosis letal de 2 miligramos.

El New York Times publicó que si un kilo de heroína colombiana se obtiene en 6 mil dólares y se vende en 80 mil, uno de fentanilo cuesta menos de 5 mil dólares, y se vende en 1.6 millones de dólares.

Sexo, drogas y rock&roll

En tiempos convulsos y de agitación social –como los que se viven hoy en los Estados Unidos – los jóvenes norteamericanos buscan en las drogas un escape a su realidad.

Ocurrió hace más de 40 años cuando el movimiento hippie se volcó a vivir en éxtasis la máxima de
sexo, drogas y rock and roll en protesta por la guerra de Vietnam.

Una sobredosis de heroína mató a la legendaria Janis Joplin en 1970 y un año después el abuso de esta droga causó la muerte de Jim Morrison, el mítico cantante de The Doors.

Hoy es el fentanilo, droga conocida como la “China blanca”, la que está matando a los jóvenes norteamericanos y provocando una emergencia de salud pública en el país del norte.

En Estados Unidos crecen los decomisos de esta droga, pero también se multiplican las muertes atribuidas a sobredosis de este narcótico empleado para uso medicinal.

La sombra del fentanilo

Aunque el gobierno de EU ha encontrado laboratorios clandestinos de fentanilo en su propio territorio, asegura que el mayor abastecedor de esa droga es México.

“El fentanilo clandestino es producido principalmente en México. El fentanilo decomisado en 2005-2007 fue producido en un solo laboratorio en Toluca. Reportes de investigaciones indican que el fentanilo actualmente disponible también está siendo producido en uno o varios laboratorios en México”, dice la “Evaluación de la Amenaza Nacional de Drogas 2015”.

Hay referencias periodísticas sobre laboratorios de fentanilo que habrían sido hallados en estados como Guerrero, Sinaloa o Sonora, sin embargo, el único antecedente ampliamente documentado es ese que cita la DEA de Toluca, en la primera crisis de fentanilo en EU.

Ese laboratorio se desmanteló el 21 de mayo de 2006 en la Avenida San Rafael 72, Colonia Parque Industrial Lerma, bajo la fachada de la empresa “Distribuidora Talios”.  

En el reporte de “Píldoras de Prescripción Falsificadas…” se lee: “La crisis de fentanilo de 2006 fue alimentada por un solo laboratorio clandestino en Toluca, y una vez que fue asegurado los decomisos de fentanilo y muertes por sobredosis en los EU repentinamente bajaron”.

Ello implica que ese solo laboratorio causó las alrededor de mil muertes de esa crisis de fentanilo en 2005-2007. En ese episodio el opioide llegó a los estadounidenses mezclado con heroína -sin que lo supieran- con una pureza del 20 al 25 por ciento, el actual va del 4 a 7 por ciento.

Tres de los involucrados en ese laboratorio terminaron extraditados a EU.

“Óscar Jacobo Rivera, Ricardo Valdez y Alfredo Molina eran buscados para ser procesados por delitos contra la salud y asociación delictuosa ante la Corte Federal de Distrito para el Distrito Norte de Illinois”, informó la PGR el 15 de diciembre de 2010.

En este 2016 EU ha encontrado al menos dos laboratorios clandestinos de píldoras de fentanilo en su tierra, uno en Nueva Jersey, en enero, y otro en Los Ángeles, en marzo, con tres compresoras.

De ahí que la DEA acepte que el negocio ilegal de fentanilo no está sólo en manos de organizaciones criminales mexicanas, también de otras ajenas a éstas.

“Los decomisos de píldoras adulteradas con fentanilo y operaciones clandestinas de compresión de pastillas por todo Norteamérica, indica que esto se está volviendo una tendencia y no una serie de incidentes aislados”.

Infraestructura criminal

Los laboratorios de los cárteles para elaborar drogas sintéticas han crecido enormemente en los últimos años, y dado que han estado enfocados esencialmente en metanfetaminas, la búsqueda entre ellos de los vinculados al fentanilo será como la de una aguja en un pajar.

El 11 de julio pasado la PGR informó que había detectado mil 308 laboratorios clandestinos para drogas sintéticas desde 2008, en la solicitud de información 0001700159416.

Los tres estados con más fueron Michoacán, con 516; Sinaloa, 343, y Jalisco, 213. Luego están
Guerrero, con 44; Guanajuato, 30, y Durango, 29.

El Ejército ha señalado que de 2013 al 14 de junio de 2015, periodo en el que estalló la crisis de fentanilo en EU, encontró 315 laboratorios en México, pero ninguno de estos sintetizaba el opioide (0000700116615).

Algo similar pasa con la Policía Federal que detectó 84 laboratorios en el país de 2007 al 17 julio de 2016, pero sin que figure el fentanilo entre los aseguramientos de drogas y sustancias que hizo en ellos (0413100068116).  

Si bien Guerrero ocupa el cuarto lugar con respecto a estos laboratorios, es el primero si se trata exclusivamente de los que procesan la goma de opio para la morfina y heroína.

De 31 laboratorios de goma de opio que el Ejército encontró en todo el país de 2010 a marzo de 2016, el 60 por ciento estaba en Guerrero, con 18; seguido de Sinaloa, cinco; Nayarit, cuatro, y
Morelos y Durango cada uno con dos (0000700053016).

A decir del especialista en consumo de drogas, Enrique Aceves Arce, coordinador regional Centro Occidente de los Centros de Integración Juvenil (CIJ), hay más probabilidades de que los laboratorios de goma de opio para heroína migren o se vinculen al fentanilo, que los de metanfetaminas, justo por el interés comercial de la mezcla heroína-fentanilo.

“Dudo mucho que estos laboratorios clandestinos que son especialmente para la fabricación de metanfetaminas puedan migrar hacia otro tipo de sustancias, más bien los mismos laboratorios donde han localizado la fabricación de heroína son los que en un momento dado pueden estar produciendo también fentanilo”.

En Guerrero, donde existen referencias periodísticas de la producción de fentanilo, el Ejército halló dos laboratorios de goma de opio en 2010, cinco en 2012, dos en 2013, ocho en 2014 y uno en 2015.

Tres en Chilpancingo, uno en Coyuca de Catalán, nueve en General Heliodoro Castillo, cuatro en Leonardo Bravo, y uno en Zirándaro.

En poder de los capos

Un hecho significativo donde salió a relucir el fentanilo fue en el homicidio de Edgar Millán Gómez, quien fuera Comisario General de la Policía Federal, en el gobierno de Felipe Calderón. Fue ejecutado el 8 de mayo de 2008 en la CDMX.

Cuatro días después se informó de la detención de una célula de los Beltrán Leyva como responsable del hecho, y la cual poseía fentanilo.

En la persecución de Joaquín “El Chapo” Guzmán tras su fuga de julio de 2015 apareció el fentanilo: el 15 de octubre la PGR informó que había encontrado en Culiacán, en la colonia Las Quintas, 165 paquetes con “cocaína, fentanilo, heroína, metanfetamina y marihuana”, y en la Plutarco Elías Calles otros 288 con esas mismas drogas.

El opioide se introduce a EU por la frontera suroeste en manos principalmente del Cártel de Sinaloa, pero se sabe hoy de incursiones de grupos como el Cártel Jalisco Nueva Generación.

Riesgo en la frontera

El consumo de fentanilo no es un problema en México hoy en día, aunque hay cierto riesgo de que se den brotes entre los usuarios de heroína en el Norte del país, considera Aceves Arce, coordinador regional Centro Occidente de los CIJ.  

Dado que las ciudades fronterizas tienen una mayor interacción con el mercado de drogas estadounidense, es posible que la heroína mezclada con fentanilo llegue a manos de mexicanos.

“Puede ser que sí (se dé el uso de fentanilo) en aquellas zonas porque mucha de esa sustancia la intención es que llegue hacia los EU, más que el que se consuma en México, pero ante las restricciones de aduanas mucha de la sustancia se queda en frontera y puede haber algunos brotes al igual como el alto consumo de heroína”.

No obstante, “tendríamos que averiguar de una manera exhaustiva para saber si efectivamente también ya existen estas combinaciones, estos cocteles que elaboran entre heroína y fentanilo” en México.

Las clínicas de atención de consumo de heroína de los CIJ en Tijuana y Ciudad Juárez auxilian hoy a 150 y 250 usuarios respectivos con la droga de sustitución metadona; la tercera abrió hace un mes en Zapopan y ya tiene tres pacientes.

En México sí ha habido algunos casos aislados de abuso de fentanilo, señala, pero contenido en medicamentos, y no producido clandestinamente ni mezclado con heroína; uno de estos se dio en 2015 en Jalisco, por ejemplo, de un médico del Hospital Civil de Guadalajara.

“No hemos tenido registros de esta sustancia en otras partes de la República”.

De haber una producción muy extendida del fentanilo en México, apunta, ésta habría impactado ya entre los pacientes que atienden instituciones como los CIJ, lo que no ha sucedido.

Así pasó con los laboratorios de metanfetaminas o cristal: es justo a su proliferación en el Occidente y particularmente en Jalisco, a lo que se adjudica el aumento de 21 puntos en su consumo en ese estado de 2008 a 2015 entre pacientes del CIJ (de 14.2 a 35.2 por ciento; el promedio nacional es 18.5).

“Esperemos que no llegue a consumirse en nuestro país, a los grados como se está consumiendo en los EU porque el riesgo de una muerte por sobredosis es sumamente fuerte, es muy potente”.

Radares durmientes

Con la creación de un grupo binacional México-EU para combatir el tráfico del fentanilo, anunciado el 25 de julio, puede esperarse que el gobierno mexicano encienda sus radares y comience a
diagnosticar este opioide, hoy en penumbra.

Días antes, el 12 de julio, la Policía Federal reconocía que no contaba con ningún registro de aseguramientos de fentanilo al menos desde 2006 (0413100064316).

En una situación similar se halla la PGR que el 27 de octubre de 2014, cuando las muertes por sobredosis ya habían iniciado en EU, informó que no tenía ningún dato sobre incautaciones de fentanilo desde 2006 (0001700246614).

Ya en 2016, el 1 de agosto, la PGR elaboró un informe sobre las drogas aseguradas en todo el país de 2014 al 2016, pero ni rastro del opioide (0001700182716), y lo mismo resultó cuando llevó la búsqueda al 2008 (0001700298015).

Puertos burlados

Los cárteles mexicanos han tomado por sorpresa a los puertos del país con la introducción del fentanilo.  

La DEA asegura que es a través de los puertos del Pacífico que esa droga y sus precursores llegan a México, pero no hay un solo antecedente de decomisos del Servicio de Administración Tributaria (SAT) de estas sustancias en los últimos nueve años.

En su Informe Global de Monitoreo de Drogas Sintéticas 2010, la UNODC informó que el 30 de agosto de ese año: “La DEA ha declarado el precursor químico 4-anilino-N-fenetil-4-piperidina (ANPP) precursor químico del fentanilo”.

Sin embargo, ni el fentanilo ni su precursor ANPP figuran en los decomisos de todo el sistema portuario, incluyendo Lázaro Cárdenas y Manzanillo, de 2007 al 1 de noviembre de 2015 (0610100155815).  

PGR informa que…

Los cárteles mexicanos han desarrollado una gran infraestructura criminal para el desarrollo de drogas sintéticas, en su gran mayoría productora de metanfetaminas
 

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