Entrón y de frente, como lo era en la cancha, así llegó el mandatario local Cuauhtémoc Blanco a la Fiscalía General de la República (FGR) para interponer una denuncia sobre las acusaciones por pertenecer al crimen organizado que han orquestado legisladores locales en su contra, y asegura que llevará la demanda “hasta donde tope”.
“Yo ya se los he dicho, que hay jueces, fiscales, policías estatales, policías municipales. Fue declarado y ustedes lo deben de tener documentado”, explica el exnúmero 10 de “Las Águilas” del América.
Cuauhtémoc Blanco Bravo dice que “los narcopolíticos” están descontentos porque “les duele que les haya sacado la verdad” una vez que llegó al poder.
“Yo no voy a parar, yo no voy a permitir que estos personajes destruyan mi imagen, y aquí estoy dando la cara”, comenta el delantero.
Además, afirma que los anteriores funcionarios, como el exgobernador Graco Ramírez y el extitular de la Secretaría de Seguridad Pública, Alberto Capella, sí pactaron con el narcotráfico local. En específico con Santiago Mazari Hernández, “El Carrete”, exlíder del grupo criminal Los Rojos.
El exfutbolista indica que la denuncia fue interpuesta contra quien resulte responsable y subraya que tiene toda la confianza en la autoridad.
Sobre las fotografías en las que aparece con supuestos narcotraficantes locales, manifiesta que él se toma fotos con quien se lo pida, sin distingo.
“Yo me tomo fotos con quien sea. Ya se los dije, no les voy a pedir tarjeta de antecedentes penales o (preguntarles) a qué te dedicas. Yo siempre me he sacado fotos con todo el mundo, en restaurantes, bares, en fiestas. Y me voy a seguir sacando fotografías”, explica.
En la rueda de prensa en Paseo de la Reforma acudieron al menos 70 representantes de los medios de comunicación. Al finalizar, un grupo de tres aficionados, además de felicitarlo por su cumpleaños 49, le solicitaron que les autografiara unas playeras del América y de la Selección Nacional, así como unos tenis con la cara impresa del mandatario nacido el 17 de enero de 1973.
De esta forma, con el mismo carácter que tenía en el campo de juego, malencarado, firme, sale de la FGR como si saliera de un vestidor, solo que ahora viste un traje azul.
