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¿Hacia dónde van Calderón y el PAN?

El conflicto interno por el que atraviesa Acción Nacional le ha devuelto poder entre sus militantes a Felipe Calderón, quien podría retomar las riendas del partido en caso de que Ricardo Anaya pierda los comicios del próximo 1 de julio

De concretarse los escenarios mostrados por todas las encuestas electorales, en las que Ricardo Anaya va en un lejano segundo lugar en la contienda presidencial, el Partido Acción Nacional entrará, después de las elecciones, en una transformación que podría cambiarlo desde sus cimientos.

Muestra de ello es el enfrentamiento entre el expresidente Felipe Calderón y el candidato presidencial Ricardo Anaya, que significa más que un pleito pasajero y podría definir el futuro del partido.

El abanderado presidencial de la coalición Por México al Frente no sólo se enfrenta al grupo de los calderonistas, ya que entre sus aliados de MC y del PRD, también hay quienes no lo aprueban para liderarlos

La desventaja de Ricardo Anaya en las encuestas frente a Andrés Manuel López Obrador ha dado más poder al expresidente Felipe Calderón al interior del PAN, mismo que había perdido cuando Gustavo Madero y luego Ricardo Anaya asumieron el control del partido.

Ahora, una derrota no sólo de Anaya, sino del PAN en diferentes candidaturas, pone en riesgo la hegemonía del grupo adversario de Calderón en el PAN; el exmandatario podría volver a tomar las riendas del partido o comenzar un nuevo proyecto político y llevarse a los panistas más tradicionales con él.

El más reciente enfrentamiento en redes sociales entre Felipe Calderón y Ricardo Anaya fue sólo una muestra del cisma que está a punto de sobrevenir en el PAN; todo indica que el expresidente Calderón está dispuesto a quitarle el partido a Anaya si ocurre su anunciada derrota.

El de Calderón no es el único frente contra Ricardo Anaya y el grupo que controla a Acción Nacional.

Todo indica que el expresidente Calderón está dispuesto a quitarle el partido a Anaya si ocurre su anunciada derrota

Militantes prominentes incluso han promovido juicios contra autoridades del partido y los gobernadores del albiazul han mantenido una posición más neutral hacia su candidato presidencial.

La renovación que viene

Un resultado adverso tanto en el ámbito federal como en el local puede llevar al PAN a una crisis interna en la que podrían tomar varios caminos.

Mirelle Montes, la consejera nacional del blanquiazul que impugnó las candidaturas de Miguel Ángel Mancera y de Damián Zepeda al Senado, considera que gane o pierda las elecciones del 1 de julio, el PAN tendrá por delante un proceso en que se reformará desde sus cimientos.

Lo que pueda pasar con el partido a partir del 1 de julio, nos va a tener que llevar a un replanteamiento del partido; tenemos que hacer una reforma my fuerte a nuestros estatutos, no podemos seguir con el tema de las designaciones, y tenemos que hacer prevalecer el bien común sobre el bien personal”, señaló Montes en entrevista.

La panista afirmó que la división del PAN actualmente tiene como origen un mal planteamiento y consumación de la coalición con el PRD y Movimiento Ciudadano, pues se cedieron lugares estratégicos para el blanquiazul.

“Sí creo que trataron a la institución muy mal, que trataron de llegar al poder como fuera. Y el poder por el poder no es algo que se haya dado en el partido. El PAN siempre se ha caracterizado por ser un partido democrático, de principios, con historia, y en los últimos años hemos carecido de ello”
Mirelle MontesConsejera nacional del PAN

Para Luis Carlos López Ulloa, catedrático de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), el calderonismo lleva las de ganar al interior del PAN, pues se cumplió el presagio de que Anaya no sería competitivo frente a López Obrador.

Ahora, Anaya es visto como un político que se autoimpuso en la candidatura presidencial de su partido y eso le restará capacidad de negociación en el proceso de renovación que deberá hacerse al interior del panismo.

“Calderón va a querer llegar a administrar los escombros o, eventualmente, construir su propio partido tal como lo hizo López Obrador”
Luis Carlos López UlloaCatedrático de la Universidad Autónoma de Baja California

Si pierde la elección presidencial, Ricardo Anaya y su grupo todavía tienen una oportunidad al interior del PAN sólo si ganan algunas elecciones a gobernador y si no pierden de manera abrumadora sus lugares en el Congreso de la Unión, advirtió el especialista.

Antes aliados, hoy adversarios

El difícil escenario que se vislumbra para Acción Nacional tiene múltiples factores, pero uno de ellos es el ambiente de crispación entre dos grupos antagónicos que salieron raspados en esta elección.

Los roces entre Calderón y Anaya, que ahora son públicos en redes sociales comenzaron desde enero del 2015, cuando Ricardo Anaya era presidente interino del PAN —en sustitución de Gustavo Madero— y la Comisión Permanente del albiazul dejó fuera a Margarita Zavala de las candidaturas plurinominales.

Semanas después, Margarita Zavala anunciaría que buscaría ser la candidata del PAN a la Presidencia de la República, apenas horas antes de que Ricardo Anaya anunciara que iría por la presidencia del partido.

En mayo del 2017, el enfrentamiento entre calderonistas y anayistas llegó a su clímax cuando, en una reunión del Consejo Nacional del PAN se enfrentaron Felipe Calderón y Juan José Rodríguez Prats por la definición de la candidatura presidencial.

En ese momento, Calderón amenazó con renunciar al partido.

Margarita Zavala denunció públicamente el bloqueo del que era objeto y fue orillada a renunciar a Acción Nacional para buscar una candidatura independiente antes de que se venciera el plazo legal para hacerlo. Esto trajo una división interna en el partido.

Junto a Zavala salió también Luisa María Calderón, quien hoy es candidata independiente a una diputación federal por Michoacán.

Calderón ha tomado más fuerza en las últimas semanas, una vez que Ricardo Anaya se ha ido quedando rezagado en un lejano segundo lugar en las preferencias electorales.

Esto ha dado armas al expresidente de la República, que en días recientes ha recriminado a Anaya su autoimposición como candidato presidencial.

“A mí no me cuentan que una mujer es la primera en levantarse y la última en irse a dormir, yo lo vi siempre con mi mamá. Crecí en una familia donde la igualdad siempre ha sido la norma, por eso un #Méxicojusto con las mujeres es mi prioridad”, escribió Ricardo Anaya el 28 de mayo en Twitter (@RicardoAnayaC).

La respuesta de Felipe Calderón no se hizo esperar.

“Por eso abusaste de tu poder para cancelar la democracia interna del PAN y violentar los derechos políticos de una mujer que era la candidata más viable en el PAN y en el país. Pregúntale también a tu mamá si eso estuvo bien”, respondió horas después Felipe Calderón en la misma red social (@FelipeCalderon).

Otros frentes

El de Felipe Calderón no es el único frente que Ricardo Anaya y los suyos tienen en el Partido Acción Nacional.

Militantes del blanquiazul han levantado la voz en contra de las decisiones tomadas desde la cúpula, sobre todo por las candidaturas que el PAN tuvo que ceder a sus aliados de la coalición de Por México al Frente (PAN, PRD, MC).

Uno de los ejemplos es el de Jalisco, donde para la gubernatura no se concretó la alianza de los partidos del Frente y Movimiento Ciudadano decidió lanzar como su candidato a Enrique Alfaro.

Sin embargo, para los cargos al Congreso de la Unión sí hubo alianza y se cedió la mano de las candidaturas a Movimiento Ciudadano, sacrificando así a los panistas que por primera vez no competirán en la elección al Legislativo.

Esto despertó inconformidades en los panistas de la entidad; incluso, algunos decidieron renunciar a su militancia, como José María Martínez, uno de los políticos más conservadores del PAN que se unió a Morena.

Una de las militantes del PAN, Mirelle Montes, quien es consejera nacional del partido, llevó hasta el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) varias denuncias contra miembros de la cúpula del PAN.

En una de ellas, Montes impugnó la candidatura plurinominal al Senado del exjefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, pues habría sido promovida por Damián Zepeda, presidente del PAN, en el breve periodo en que éste había pedido licencia como dirigente nacional para hacerse de una candidatura a la Cámara alta.

Además, Montes denunció que su firma fue falsificada en un escrito en el que anunciaba su renuncia a una candidatura plurinominal para dársela a otra persona, carta que ella nunca firmó.

Estos asuntos se dirimen en el TEPJF, hasta donde han acudido Zepeda y Mancera a audiencias con los magistrados electorales. Aun no hay proyectos de resolución, según comentó la propia Montes a Reporte Índigo.

Los gobernadores son otro frente abierto que mantienen Anaya y la cúpula del PAN; se trata no solo de los mandatarios panistas, sino de los otros provenientes de los partidos de la coalición de Por México al Frente.

Un ejemplo es el de Javier Corral, quien se deslindó del proceso de selección de candidatos del PAN en febrero pasado.

“Es mi deber político deslindarme de todo este proceso, no quiero ser parte de un proceso de simulación política, no quiero ser parte de la responsabilidad que este hecho tendrá en el futuro de México y de Acción Nacional”, dijo Corral en una reunión del Consejo Nacional en la que se decidieron las candidaturas.

Uno de los gobernadores del PRD, partido que pertenece a la coalición Por México al Frente, de plano declaró su apoyo a la candidatura de José Antonio Meade.

Los gobernadores panistas se han mantenido al margen de la contienda presidencial en caso de que su partido pierda la elección

Si algo ha sido evidente en la campaña es que los gobernadores panistas se han mantenido al margen de la contienda presidencial por la tendencia en las encuestas, donde se muestra a Anaya en el segundo lugar y a ellos los deja en la disyuntiva de que, si pierde la elección, tendrán que convivir y negociar con el nuevo presidente.

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