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Fronteras peligrosas

Pihuamo, Tecalitlán, Jilotlán de los Dolores, Santa María del Oro, Quitupan, Valle de Juárez, Manzanilla de Paz, Tizapán el Alto, Jamay, La Barca y Degollado son algunos de los municipios que el Ejército resguarda tras los enfrentamientos ocurridos en días pasados en la frontera de Jalisco y Michoacán.

En esos episodios resultaron muertas más de 20 personas, entre ellos nueve elementos de la Policía Federal.

Los amagos en la región no son nuevos, pero hoy ponen  a prueba al Gobierno del Estado, encabezado por Jorge Aristóteles Sandoval Díaz. 

"Buscan el control de carreteras y otros caminos que no son tan transitados (…) están peleándose por la rutas de distribución"
Dante HaroAcadémico UdeG
http://www.youtube.com/watch?v=b98ccFegT0Y

Pihuamo, Tecalitlán, Jilotlán de los Dolores, Santa María del Oro, Quitupan, Valle de Juárez, Manzanilla de Paz, Tizapán el Alto, Jamay, La Barca y Degollado son algunos de los municipios que el Ejército resguarda tras los enfrentamientos ocurridos en días pasados en la frontera de Jalisco y Michoacán.

En esos episodios resultaron muertas más de 20 personas, entre ellos nueve elementos de la Policía Federal.

Los amagos en la región no son nuevos, pero hoy ponen  a prueba al Gobierno del Estado, encabezado por Jorge Aristóteles Sandoval Díaz. 

Desde diciembre del año pasado se habían registrado amenazas a autoridades municipales de la zona: fueron asesinados cuatro policías municipales de Pihuamo, y cuatro más de Ayotlán. 

Se habló de forma extraoficial de amenazas al exalcalde de Pihuamo, Everardo Contreras López, aunque ninguna autoridad confirmó el hecho.

El fiscal general del estado, Luis Carlos Nájera, señaló el mes pasado durante el evento de la conformación de la Fuerza Única Jalisco, que en los últimos seis años se registraron 93 enfrentamientos entre células del crimen y autoridades estatales en todo Jalisco; la región Ciénaga (cercana a Michoacán), fue escenario de 21 enfrentamientos en ese mismo periodo. 

Pihuamo atestiguó numerosos enfrentamientos entre grupos criminales. Ahí se encontraron narcofosas y se desmantelaron narcolaboratorios.

La violencia se agudizó tras la captura en marzo del 2012 de José Guadalupe Serna Padilla, “El Zopilote”, perteneciente al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), personaje que presuntamente tendría el control de la zona.

Pero el recrudecimiento de la violencia en la frontera michoacana pone en alerta a Jalisco. 

El general diplomado del Estado Mayor y jefe de la Quinta Región Militar, Daniel Velasco Ramírez, informó que la presencia castrense en la frontera de Jalisco se hacía con el fin de evitar la infiltración de los grupos criminales en el estado.

Y mientras las autoridades federales iniciaron una estrategia de resguardo, en lo local la información se mantiene en sigilo.

En mayo de este año, el Gobierno del Estado informó que blindaría la frontera con Michoacán con ayuda del Ejército, a través de la instalación de un cuartel militar que desde hace un año se presupuestó y que hasta la fecha no se conocen los avances del proyecto. 

Tampoco se sabe nada sobre los resultados de las reuniones de seguridad regional que el propio Jorge Aristóteles Sandoval Díaz –entonces gobernador electo- convocó en septiembre del 2012, a las que asistieron los gobernadores de Michoacán, Aguascalientes, Colima, Zacatecas y Nayarit.

Para el especialista en seguridad y académico de la Universidad de Guadalajara (UdeG) Dante Haro Reyes, la frontera de Jalisco “es un escenario natural” en donde se pueden seguir dando enfrentamientos como los de Michoacán.

Pues, además, ese corredor de municipios fronterizos se caracteriza por tener instituciones débiles.

“La policía municipal no tiene ni la capacitación ni la infraestructura para hacer frente a la delincuencia organizada”, considera Haro.

El especialista explicó que los enfrentamientos en Michoacán se deben a la búsqueda de control del territorio que disputan tanto el grupo de los Caballeros Templarios como el CJNG, grupo que tiene amplia presencia en Jalisco.

“Buscan el control de carreteras y otros caminos que no son tan transitados (…) están peleándose por la rutas de distribución”. Y representan –en la lectura del especialista- “una derrama económica muy fuerte”.

Para Haro Reyes debe haber un plan estratégico entre autoridades de todos los niveles “está pendiente la entrada en vigor de la Gendarmería (Nacional) y de lado de Jalisco la implementación de la Policía Única (Fuerza Única de Jalisco) que tiene que atender este tipo de asuntos, porque para eso fue creada”.

Esperan mando único

En junio pasado el Gobierno del Estado dio a conocer los avances en la conformación de una Fuerza Única de Jalisco. 

Dicha corporación estaría integrada por mil 824 policías de todas las corporaciones municipales y estatales. Y a su vez estaría dividida en 29 convoys de seguridad repartidos en 19 regiones operativas.

En la presentación del proyecto de seguridad, el gobernador Aristóteles Sandoval criticó la actuación del gobierno anterior en materia de seguridad y aseguró que no existía la coordinación suficiente para combatir al crimen. 

Pero ante la urgencia de seguridad en las fronteras, el académico de la UdeG afirma que es necesario conformar planes de acción a corto plazo que permitan contener la violencia de manera efectiva. Pues si bien el mando único está programado para operar a partir de septiembre, no se pueden esperar los resultados hasta entonces. 

La frontera con Zacatecas, en alerta

La detención del líder de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño, Z-40, traerá nuevas fracturas en grupos delictivos que operan en la frontera de Jalisco con Zacatecas.

Jalisco también se verá amenazado ante el aumento de nuevas “franquicias” del grupo delictivo en diferentes puntos, sobre todo los de la región norte del estado.

La FGE Informó que en seis años se registraron ocho enfrentamientos en la zona norte de Jalisco.

Pero, a diferencia de otros grupos, Los Zetas no operan de manera piramidal, explica el especialista en seguridad Dante Haro Reyes.

El académico prevé que el combate y la desarticulación de las pequeñas células de Los Zetas traerá más complicaciones, pues fácilmente se atomizan y crean nuevas redes de poder.

“En donde se tiene que trabajar es en la parte que tiene que ver con el financiamiento y logística (de los grupos) son dos puntos que se tienen que apuntalar”, consideró Haro Reyes.

También la presencia del grupo delictivo de Los Zetas, ya no solo en la periferia del estado, sino en plena Zona Metropolitana de Guadalajara, debe encender focos sobre posibles brotes de violencia. 

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