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Frontera caliente

Los límites entre Michoacán y Jalisco están que arden. 

La división de grupos criminales ha generado disputas en las zonas limítrofes del estado (véase en la edición del 19 de septiembre, Se abren paso Los Zetas en Jalisco). 

Y es que luego del asesinato de cuatro policías municipales de Pihuamo, y cuatro más de Ayotlán –ambos municipios de Jalisco- el pasado fin de semana, se reafirma que  existe una guerra por el control de las plazas en dichos territorios. 

En la zona los altercados contra la autoridad tienen antecedentes: el 31 de octubre en Tanhuato, Michoacán fue atacado el alcalde, Gustavo Garibay
Versiones extraoficiales indican que se investigan presuntas amenazas contra el alcalde de Pihuamo Everardo Contreras López

Los límites entre Michoacán y Jalisco están que arden. 

La división de grupos criminales ha generado disputas en las zonas limítrofes del estado (véase en la edición del 19 de septiembre, Se abren paso Los Zetas en Jalisco). 

Y es que luego del asesinato de cuatro policías municipales de Pihuamo, y cuatro más de Ayotlán –ambos municipios de Jalisco- el pasado fin de semana, se reafirma que  existe una guerra por el control de las plazas en dichos territorios. 

Ahora la mitad de los policías de Ayotlán renunciaron y Pihuamo solo cuenta con 18 elementos. 

De hecho, desde inicios de año en el Blog del Narco circulan videos de interrogatorios de miembros de diversos grupos criminales que culminan con el asesinato de los entrevistados. 

La mayoría son de integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) a presuntos miembros de La Familia Michoacana.

Y aunque los limites entre Jalisco y Michoacán siempre han sido zonas en conflicto, la inseguridad se ha agravado desde inicios del año. 

La mayoría de los hechos violentos se generaron luego de varias capturas que se dieron tras la detención de Erick Valencia Salazar “El 85” en marzo. 

Valencia Salazar era el líder y fundador del grupo de “Los Matazetas”, y tras su aprehensión hubo bloqueos de vialidades con camiones en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) y algunos municipios jaliscienses aledaños a Michoacán. 

En agosto se repitió la fórmula; en ambos meses los bloqueos se dieron en carreteras de Mazamitla, Tuxcueca y Pihuamo, todos municipios cercanos al estado michoacano. 

Ahora, luego de los acontecimientos del fin de semana, la SEDENA y la Secretaría de Seguridad del Estado de Jalisco mantienen vigilancia en la zona. 

Pero aunque corren versiones extraoficiales de amenazas contra el alcalde de Pihuamo Everardo Contreras López, al cierre de esta edición ninguna autoridad había aclarado a cabalidad lo sucedido. 

Y la desinformación abona a los rumores y las especulaciones. Luego de los asesinatos de los policías las versiones sobre enfrentamientos y asesinatos han cambiado hora con hora. 

Porque durante el martes 25 circularon informaciones de que adicional al asesinato de los policías, hubo un enfrentamiento entre militares, marinos y narcotraficantes donde murieron entre 15 y 18 personas, según información en redes sociales y diversos medios. 

Pero para el cierre de esta edición el miércoles 26 de diciembre, tanto la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) como el propio alcalde de Pihuamo negaron que estos hechos hayan tenido lugar.

De hecho, por la tarde del día de ayer, la última versión que circulaba era del diario Reforma donde se reportaban 10 muertos en enfrentamientos en dicha zona. 

Divisiones y capturas  

Tras la detención de Erick Valencia Salazar “El 85” en marzo del año pasado, ha habido varios hechos vinculados a los ajustes y divisiones del CJNG. 

Y es que también en marzo fue detenido José Guadalupe Serna Padilla “El Zopilote”, cercano a Valencia Salazar y parte del grupo de Los Matazetas. 

Su captura se dio en la carretera Zapotiltic – Tamazula. 

A Serna Padilla se le vinculó como el principal responsable de las actividades delictivas en Ciudad Guzmán, Pihuamo, Tamazula de Gordiano, Tuxpan, Tecalitlán y Jilotitlán de los Dolores, entre otros municipios aledaños, cercanos a Michoacán.  

Un mes después -el 18 abril- fue asesinado por un comando armado en las calles de Tecalitlán su hermano Armando Serna Padilla. 

Posteriormente el 26 de junio se detuvo en Tlajomulco de Zúñiga a Nicolás Balcazar López “El Bronco” y a Marco Antonio Reyes Martínez “Chavita”, ambos vinculados a los bloqueos de marzo. 

El 7 de marzo se detiene también Eliot Alberto Radillo “El Pancho” en Zapopan, a quien se atribuía el liderazgo operativo del CJNG que dejó “El 85” tras su captura.

La captura del líder de La Resistencia Ramiro Pozos González “El Molca” el 13 de septiembre, trajo nueva información sobre la conformación de los grupos criminales en Jalisco. 

Porque “El Molca” declaró que la “próxima guerra” entre grupos criminales era entre el Cártel de Sinaloa y el CJNG. 

 Y es que el líder de La Resistencia, este grupo antagónico del CJNG surgido de esta agrupación antes de su escisión, decía que Los Zetas aprovecharían esta disputa entre cárteles antes aliados para ganar terreno en Jalisco. 

Días después -el 16 de septiembre- se hizo el hallazgo de 17 cadáveres en Tizapan el Alto, otro municipio cercano a Michoacán. 

En la zona los altercados contra la autoridad también tienen antecedentes. 

Y es que el 31 de octubre en Tanhuato, Michoacán –pueblo cercano a los límites con Jalisco- fue atacado el alcalde, Gustavo Garibay García, quien sobrevivió luego de recibir tres balazos.

El 20 de diciembre fueron atacados policías estatales por presuntos miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación. 

La mezcla de grupos criminales, así como la posible vinculación de algunas autoridades tienen los límites del estado con Michoacán, Guanajuato y Colima como tierra caliente. 

Y es que los altercados contra policías y autoridades tanto estatales como municipales, ponen en evidencia que la guerra de cárteles esta poniendo a las autoridades entre la espada y la pared. 

Pihuamo, entre varios fuegos

La cercanía del municipio de Pihuamo con la frontera de los estados de Michoacán y Colima hacen de esta localidad el blanco de muchos enfrentamientos.

La presencia de la delincuencia organizada en este pequeño municipio fue visible desde 2009.

Balaceras, desmantelamiento de narcolaboratorios, secuestros, narcofosas y decenas de muertos han sido parte del saldo de la guerra entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Los Zetas y el grupo de los Caballeros Templarios.

En marzo de 2012 fue capturado José Guadalupe Serna Padilla – también conocido como Oswaldo Hernández Muñiz- “El Zopilote” uno de los operadores del CJNG. 

Según información de la SEDENA y la PGR “El Zopilote” se encargaba de las actividades en la región sur de Jalisco como Ciudad Guzmán, Pihuamo, Tamazula de Gordiano, Tuxpan, Tecalitlán y Jilotlán de Dolores.

Con dicha baja los enfrentamientos en la zona se agudizaron. 

Las autoridades municipales están rebasadas: tanto el Ejército como la Marina se han enfrentado al crimen organizado en repetidas ocasiones.

En junio del 2012 el Ejército localizó un narcolaboratorio a 30 kilómetros de Pihuamo, ahí se elaboraba la droga conocida como cristal. 

En noviembre de este año se suscitó un enfrentamiento entre La Marina e integrantes de la delincuencia organizada a un costado de la unidad  deportiva Los Naranjitos de Pihuamo. 

Según información oficial resultó muerto uno de los delincuentes.

Pero los actos delictivos en la zona se remontan a enero del 2009,  cuando el comandante de la policía Adrián Rodríguez Santana, fue asesinado en una emboscada sobre la carretera al poblado del Guayabo.

En noviembre de ese año,  se suscitó otra balacera pero entre cárteles. El resultado: un muerto y cinco detenidos por el Ejército, cuatro de ellos heridos.

En julio 28 de 2010 el Ejército mexicano detuvo -tras una fuerte balacera a la altura del Guayabo- a cinco personas, una de ellas herida.

Un año después, en marzo del 2011 el Ejército desmanteló otro narcolaboratorio cerca de la comunidad de Los Huizaches en la carretera Colima-Pihuamo. 

En julio de ese mismo año se localizaron un par de narcofosas con un total de seis cuerpos, entre ellos el cadáver de Saúl Adame coordinador de asesores del gobierno de Colima que había sido secuestrado meses antes.

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