Fiscalía en la corrupción

En la instancia encargada de la procuración de justicia en Jalisco más de 30 por ciento de las investigaciones de 2018 corresponden a delitos oficiales cometidos por elementos del propio organismo, según datos de la Fiscalía Anticorrupción

La corrupción y la impunidad se han vuelto una marca latente en la Fiscalía General del Estado de Jalisco. Investigaciones al interior de la propia dependencia, a cuyas cifras tuvo acceso Reporte Índigo, muestran que delitos oficiales han sido cometidos por elementos de la propia instancia.

El fiscal, Gerardo Octavio Solís Gómez, reconoció los altos niveles de impunidad en la dependencia a su cargo tras el señalamiento de organizaciones civiles, expertos en seguridad y estudios nacionales. En su mensaje tras su toma de protesta, señaló que aplicaría una limpia de personal

En los últimos años, el señalamiento público de funcionarios de la entidad que podrían estar ligados a grupos criminales locales ha incrementado en Jalisco. Aunque nunca se han presentado pruebas ni se tiene bajo investigación, existen acusaciones de que el extitular, Luis Carlos Nájera, favoreció a algunos miembros del crimen organizado.

En lo que se refiere a los delitos de corrupción oficiales, Reporte Índigo tuvo acceso a los datos estadísticos de las carpetas de investigación de la Fiscalía Anticorrupción. En 2018, la mayoría fueron abiertas por malas actuaciones de la dependencia.

De dicho año, la Fiscalía Anticorrupción tiene bajo investigación cerca de mil 400 carpetas, donde destacan diversas dependencias de la administración pública estatal y municipal. Esto, además, evidencia un rezago en las tareas de esta área.

De ese total, 439 carpetas se refieren a presuntos actos de corrupción, en donde se señala a la Fiscalía Estatal, es decir, 30.85 por ciento. Los delitos que más aglutinan estas investigaciones son por casos de abusos de autoridad, con 171 carpetas; seguidos por 169 que se refieren a señalamientos de tortura.

Otros de los delitos recurrentes en 2018 son los cometidos en la administración de justicia y otras ramas del poder público, donde la fiscalía ha sido señalada en 35 investigaciones, donde le sigue el cohecho, es decir, el soborno, delito por el que se desprenden 13 carpetas de investigación.

Problema de raíz

En el órgano que se encarga de la procuración de justicia hay acciones que no pueden atacarse si el personal está involucrado.

El académico de la Universidad de Guadalajara e investigador en el Departamento de Derecho del Centro Universitario de la Ciénega, Rubén Ortega Montes, expresa que es una práctica común en los funcionarios de la dependencia.

“Gerardo Octavio Solís Gómez fue procurador de justicia en Jalisco, nunca se le vio en todos esos años que ejercitara acción penal con resultado en la anticorrupción. La mayoría de los funcionarios que tiene en primer y segundo nivel y a muchos de los que les ha dado ahora posición, fueron gente que trabajó con él”, asegura.

Ortega Montes sostiene que las complejidades burocráticas se han vuelto más difíciles en la Fiscalía Estatal debido a los sobornos con los que se ejercen las prácticas de procuración de justicia.

Hay apenas una investigación en la Fiscalía Anticorrupción por delitos como ejercicio indebido y abandono del servicio público o sólo tres en cuanto a delitos cometidos en custodia o guarda de documentos.

Hace apenas unas semanas el titular de la fiscalía anunció la investigación de mandos en todas las áreas para erradicar estas prácticas y garantizar que las acciones de la dependencia a su cargo se realicen apegadas a derecho.

Pero Ortega Montes expresa que difícilmente se podrán combatir estas prácticas que ya se han vuelto una tradición en el ejercicio legal de la entidad. Destaca que no hay esperanzas en una figura que ya se encargó de las tareas de procuración, como Solís Gómez, y en cuya administración no se realizaron cambios en esta materia.

“No podemos esperar que cambie la fiscalía cuando siguen los mismos, y cuando llega alguien con un pasado oscuro, inclusive, como es el actual fiscal”
Rubén Ortega MontesAcadémico de la UdeG

Otros delitos recurrentes en la dependencia también fueron las amenazas, robos, lesiones y la desaparición forzada.

En este último delito hay una única investigación que señala a funcionarios de seguridad se de la propia Fiscalía Estatal, mientras que hay otra carpeta acerca de la privación de la libertad y cinco en cuanto a falsedad en las declaraciones.

Ante este panorama de miles de carpetas bajo investigación por delitos referentes a la corrupción, la fiscalía especializada en la materia ha sido rebasada.

Apenas cuatro investigaciones han podido ser consignadas en 2018, pero su titular, Gerardo de la Cruz Tovar, se ha escudado en que el enfoque de su área se ha centrado en las tareas de prevención.

Por otro lado, una de las críticas recurrentes a la Fiscalía de Jalisco ha sido el bajo nivel de elementos en las áreas de investigación con respecto al número de carpetas que deben ser revisadas por los agentes del Ministerio Público.

Actualmente la Fiscalía Anticorrupción opera con seis plazas y sólo tres de ellas son de agentes del Ministerio Público, mientras que en las otras están un actuario y un secretario, entre otros. El propio fiscal anticorrupción ha señalado que requeriría al menos el doble de plazas para operar en lo mínimo.