Conacyt: experimento entre dudas

El cambio de rumbo al interior del Conacyt, desde la llegada de la Cuarta Transformación, sigue dejando en la incertidumbre a los científicos del país. Por una parte se limitan recursos para viajes para la investigación, pero surgen escándalos como los onerosos gastos en alimentos por parte de la institución

Los intentos por consolidar una nueva visión para el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), a poco más de seis meses de arrancar, aún no terminan de arrojar sus primeros resultados.

Durante este periodo, la comunidad científica del país ha pasado bajo el microscopio las diversas acciones que la doctora María Elena Álvarez-Buylla, actual titular de la dependencia, mantiene desde diciembre de 2018.

Un proceso que se ha caracterizado por revelar múltiples inconsistencias, opacidad y falta de comunicación con los científicos del país; poniendo en duda el éxito del experimento que representa este nuevo Conacyt.

Y es que en lo que va de su gestión, la titular del organismo más importante en cuanto a ciencia pública nacional se refiere, ha sido blanco de fuertes críticas, desde las cuestionables asignaciones de personal poco calificado a cargos directivos, el recorte de programas estratégicos como Cátedras o la Agencia Conacyt, los exorbitantes gastos aplicados en el comedor exclusivo de la sede central del Consejo y, en fechas recientes, la polémica sobre los apoyos para viajes de científicos al extranjero

La última polémica fue impulsada por el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, quien el pasado 3 de junio habló sobre los cambios en esta clase de estímulos para los investigadores mexicanos.

“Que sea lo más indispensable, que no vayan a hacer turismo político; que no vayan a pasear a costillas del erario. Que sea lo que se necesite hacer para beneficio de la ciencia y que (de verdad se) requiera del viaje. Porque ahora se pueden hacer las cosas también por internet”, expresó el mandatario en el marco de su conferencia matutina.

Con recursos limitados

Ante esta polémica, Reporte Índigo acudió con Gerardo Herrera Corral, investigador en el departamento de física del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) e integrante del equipo mexicano que trabaja en el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN, por sus siglas en inglés), quien explicó la importancia estratégica de los viajes de los investigadores, las condiciones en las cuales se llevan a cabo y las realidades que enfrentan más allá de las políticas de austeridad de la actual administración.

No es gratuito y no viajamos como dice el señor presidente ‘a donde queremos y en primera clase’ derrochando recursos. No es así; tenemos estatutos, tenemos leyes, contraloría y auditoría interna. Debemos de cumplir con una cantidad de requisitos que más bien son restrictivos, además de que los fondos con los que contamos son muy limitados
Gerardo Herrera CorralInvestigador del Cinvestav

El científico expuso que en el caso del Cinvestav, los fondos con los que cuenta el organismo para viajes anuales es de 20 mil pesos, una cantidad que ya de por sí es muy escasa como para cubrir los costos de transportación, hospedaje y alimentación de un investigador y que, aunado a los anuncios de recortes o cambios de políticas para la aprobación de los mismos, añade incertidumbre y nuevos miedos en la comunidad.

“En esa parte hay una gran confusión y desgaste de la comunidad científica. Este anuncio muy desafortunado que tocó al Cinvestav de manera directa en término de los viajes fue algo terrible (…) en lo particular a mí me va a afectar.

Herrera Corral aseguró que luego de esta solicitud y como consecuencia de la rectificación emitida por Álvarez-Buylla y la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, quienes aseguraron que los viajes de los investigadores de Conacyt y de los Centros Públicos de Investigación (CPI) no se verán afectados por las medidas de austeridad, se generó una “confusión” en los protocolos de las distintas áreas administrativas de los CPIs, los cuales desconocen los términos en los que se deberán aprobar, liberar recursos o solicitar viajes a corto plazo.

“Esto ha sido en todo lo que va del año: sumir a la comunidad en una incertidumbre”, dijo el investigador. En consideración del experto, el gran tema que enfrenta la comunidad científica con la Ley de Austeridad impulsada por el Gobierno federal va más allá, pues afecta no solo los intercambios de conocimiento en el extranjero, sino la capacidad operativa de los propios centros de investigación y los ingresos de sus integrantes.

“En esta Ley se planea quitar los estímulos a los funcionarios públicos y eso golpea de una manera fulminante. No es un golpe al que se pueda sobrevivir, es un anuncio de muerte para muchas instituciones.

“Es importante que el presidente sepa que los investigadores de los centros públicos tenemos ingresos en los que los estímulos son la mitad de lo que percibimos. Esto significa que de ocurrir –y yo creo que es inminente– es que si esos estímulos desaparecen, también lo harán las instituciones”, sentenció.

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Pocos aciertos en convenios

Pese a las inquietudes generales, Gerardo Herrera también reconoció la apertura del organismo y el respeto a los acuerdos internacionales adquiridos con el equipo mexicano que trabaja en el CERN, pues en ese aspecto ya se honraron compromisos importantes.

“Lo que concierne a mi actividad de investigación sí hemos tenido un cierto progreso. Por un lado porque nos acercamos, como cada año, a la administración del Conacyt para refrescar los compromisos que tiene México en nuestra colaboración con el CERN en el experimento ALICE (A Large Ion Collider Experiment).

“En este experimento y con este laboratorio se tiene firmado un convenio desde hace más de 20 años en donde México se compromete a apoyar a los grupos mexicanos que participan. Eso se conversó en meses pasados con la nueva administración y accedieron a honrar ese convenio”, afirmó.

El físico del Cinvestav añadió que la dirección adjunta de Ciencia Básica del Conacyt, a cargo de la doctora Carmen de la Peza, reaccionó de manera positiva a los convenios y se procedió con el pago de la cuota de mantenimiento y operación de los detectores del experimento, responsabilidad de los científicos mexicanos. De igual forma, comentó que hay una invitación para colaborar en la agenda nacional.

“(Cármen de la Peza) nos invitó a elaborar un documento que le permita a ella incorporar esta colaboración internacional en la agenda nacional de ciencia y tecnología. Eso nos dio mucho gusto y estamos trabajando en ese documento para presentarle cuáles son nuestras necesidades. Hay todo un historial de antecedentes del grupo y la proyección que tenemos para los próximos años”, opinó.

‘Los viajes  no son un privilegio’

Desde el ámbito político, los trabajos de María Elena Álvarez-Buylla para encauzar al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología en una nueva visión que diste de las prácticas ejercidas durante administraciones anteriores le ha valido la crítica de diversos sectores, quienes denuncian la incapacidad de la autoridad para fijar las prioridades del organismo.

“Ahora sí que aplica la frase de ‘poner la iglesia en manos de Lutero’, porque desde el inicio, lo que la doctora Álvarez-Buylla ha demostrado es que ella tiene una visión pseudocientífica y de bastante rencor hacia los investigadores y científicos del país”, comentó Jorge Álvarez Máynez, secretario general de Movimiento Ciudadano.

Los viajes de la comunidad científica han sido considerados un privilegio y es por ello que la nueva política de austeridad en el Consejo busca limitarlos

Para el exdiputado federal, existe una tendencia del nuevo régimen a orientar las necesidades de la ciencia y la tecnología del país hacia donde no corresponden. Una situación que aplicada al caso de los viajes al extranjero y los estímulos a investigadores, estos son confundidos como “lujos” del sector.

“Es claro que hay un gran porcentaje de programas, becas y apoyo que deben orientarse a quienes tengan más necesidades, ese es el principio de la política social. Pero en temas de ciencia, tecnología y educación en general, hay otro grupo de programas que no tienen que orientarse así.

“El Conacyt es de esos organismos que por definición sí deben de ser elitistas en función de que lo que privilegian es la excelencia académica, científica y la innovación. La innovación científica no la generan las masas –para eso está la Secretaría de Educación Pública y todas las políticas del sector educativo–, pero el Consejo tiene otro propósito que es construir innovación y conocimiento”, comentó.

Álvarez Máynez mencionó que justo allí se origina la confusión: cuando muchas de las cosas que la directora del organismo científico califica como privilegios, mientras por otro lado defiende aspectos como el comedor con menú que cuesta millones al interior de este instituto.

No puedes destruir el espíritu de una institución en nombre de la austeridad. Por eso me parece tan ilustrativo el ejemplo del comedor: si el Conacyt no tuviera este servicio de banquetes para sus funcionarios, no le pasaba nada al país. Pero si el Consejo corta las becas para los jóvenes; si prohibe que los científicos vayan al extranjero a realizar intercambio, sí se destruye la capacidad de generar conocimiento
Jorge Álvarez MáynezSecretario general de MC

“Le restringen los viajes a los científicos, porque dicen que eso es un privilegio, pero los funcionarios comen como sultanes y de eso no dicen que es un privilegio. Creo que denota un rencor más que una inconsistencia o una visión alternativa”, expuso

Jorge Álvarez tampoco ve con buenos ojos los manejos que la actual administración está llevando a cabo, pues considera que existe una actitud defensiva y cerrada ante los señalamientos.

“Lo que yo auguro es que, lamentablemente, van por la dirección contraria. Están destruyendo la capacidad de generar bienes públicos (…) Si algo ha caracterizado a la Dra. Álvarez y a todos los funcionarios es la arrogancia ante la crítica y el cinismo. Lo que yo esperaría es que al menos tengamos la suficiente capacidad social para proteger a los pilares de la institución: la comunidad científica, los investigadores y los jóvenes que se salen a preparar al mundo”, consideró.

El secretario general del partido Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, ve una contradicción en el cómo se dirigen los recursos al interior del Conacyt, agrega que en la ciencia y la innovación no deben escatimarse los recursos

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