Experimento pone en duda la versión oficial sobre los 43

Un experimento dirigido por José Torero, experto internacional, ha puesto en duda la versión oficial sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la cual indica que los cuerpos de los estudiantes fueron incinerados en su totalidad en el basurero de Cocula Guerrero.

27 Toneladas
Es la cantidad de madera que Torero estima que se necesita para incinerar 43 cuerpos
“Hay que dejar de buscar en el basurero porque ahí no se encuentra la verdad de los hechos”
José Torero

Un experimento dirigido por José Torero, experto internacional, ha puesto en duda la versión oficial sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la cual indica que los cuerpos de los estudiantes fueron incinerados en su totalidad en el basurero de Cocula Guerrero.

La versión de la Procuraduría General de la República (PGR) indica que los normalistas fueron interceptados el 26 de septiembre de 2014 por policías, quienes entregaron a los jóvenes al grupo delincuencial Guerreros Unidos. Los estudiantes habrían sido asesinados e incinerados por los criminales en el basurero de Cocula y los restos de los cuerpos habrían sido lanzados al río.

La revista Science publicó este martes el experimento en el que Torero simuló la presunta incineración de los normalistas. El perito utilizó el cuerpo de un cerdo de 70 kilos para simular un cuerpo humano y utilizó 630 kilos de madera para realizar la incineración. Una vez que se concluyó la prueba, se advirtió la presencia de un 10 por ciento de la carne del cerdo.

De acuerdo a los resultados del experimento, se habrían necesitado 27 toneladas de madera para incinerar los cuerpos de los 43 estudiantes. El perito señaló que aunque los criminales hubieran conseguido esa cantidad de madera, deberían de haber quedado restos de materia orgánica en el lugar.

Se realizó una segunda prueba en la que colocó los cuerpos de cuatro cerdos en el fuego para determinar si la grasa corporal podía avivar el fuego. Sin embargo, las llamas no aumentaron, sino que presentaron una disminución. Torero explicó que cuerpos juntos tardarían más tiempo en incinerarse que si se hiciera de manera separada.

Para el experimento se empleó sólo madera seca y no se utilizaron llantas, aunque los detenidos por el caso dijeron que habían lanzado neumáticos al incendio. Torero explicó que dejó este elemento de lado, pues disminuiría la intensidad del fuego.

“Hay que dejar de buscar en el basurero porque ahí no se encuentra la verdad de los hechos”, dijo Torero para Science.

Añadió que espera que estas nuevas pruebas realizadas en la Universidad de Queensland, Santa Lucía, en Brisbane, Australia sean sometidas al escrutinio de la comunidad científica internacional.

Torero colaboró con el Grupo Internacional de Expertos Independientes (GIEI) en 2015. Diez meses después de la desaparición de los Normalistas, el perito visitó el basurero de Cocula para realizar la investigación sobre la presunta incineración y no encontró pruebas que indicaran que en el lugar hubiese ocurrido un incendio de las dimensiones necesarias para incinerar 43 cuerpos.

Torero es un perito de nacionalidad peruana que realizó sus estudios en la Universidad de Berkeley, California y ha participado en investigaciones internacionales como los incendios en las Torres Gemelas tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.

Además del GIEI y Torero, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) ha puesto en duda la versión de la PGR, pues en febrero pasado dio a conocer los resultados de su investigación en el basurero de Cocula, en los cuales señalaron que no era posible que en el lugar hubiera ocurrido un incendio de tales dimensiones.

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