El colectivo Deuda Histórica A.C. exige que la organización de la marcha del orgullo no sea entregada a un político

Exigen despolitizar la Marcha del Orgullo

El colectivo Deuda Histórica A.C. exige que la organización de la marcha no sea entregada a un político con ambiciones presidenciales

Organizaciones y activistas de la comunidad LGBTTTIQ+ se pronunciaron en contra del protagonismo de figuras políticas en la 41 Marcha del Orgullo de la Ciudad de México, como la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.

Para Valentina Thelema, psicóloga y activista trans, la Marcha del Orgullo es un buen momento para festejar la diversidad, pero lo ideal es que esté acompañada de memoria histórica, por ello este martes, la asociación Deuda Histórica A.C. se pronunció en contra de la politización del movimiento LGBTTTIQ+ por entregar la Marcha del Orgullo a un político con ambiciones presidenciales.

La primera vez que se realizó esta marcha fue en 1979 y se calcula que participaron alrededor de 100 manifestantes en contra de la discriminación, la represión y la criminalización de quienes pertenecían a la comunidad lésbica o gay.

De acuerdo con la vedette Emajesica Duvli, quien participó en la primera marcha, ésta tuvo un carácter revolucionario y se realizó en contra las razzias policiacas –como eran conocidas las redadas ilegales en los años 70’s–.

“No podíamos estar en ningún lugar, si veían algo femenino los machos reprimidos, para ellos era malo,  era una ofensa que un hombre o un homosexual fuera femenino”, expresa Gabriela Azar, abogada integrante de Deuda Histórica A.C.

“Muchas mujeres fueron asesinadas por estos mismos agentes y salían en las revistas de nota roja (...) siempre nos decían que eran crímenes pasionales cuando eran crímenes de odio”
Gabriela AzarAbogada e integrante de Deuda Histórica

Criminalización mediática

Aunque en México la homosexualidad nunca fue un delito constitucional, la autoridad, los medios de comunicación y la sociedad de la década de los 70’s se escudaron en “faltas a la moral y buenas costumbres” para reprimir cualquier expresión de diversidad sexual.

Miembros de la policía esperaban afuera de bares, hoteles u otras zonas populares entre la comunidad para llevar a cabo detenciones basadas en señalamientos de robo, prostitución o ataques a la moral.

Las “razzias”, como eran conocidas las redadas, incluían retenes y supuestas revisiones de rutina en detenciones ilegales, además de robo, extorsión, tortura, violación y homicidio

“Ahí están todos los abusos de la policía hacia nosotras las mujeres sobrevivientes del holocausto trans, muchas mujeres fueron asesinadas por estos mismos agentes y salían en las revistas de nota roja como La Alarma! y La Alerta, pero siempre nos decían que eran crímenes pasionales cuando eran crímenes  de odio” resalta Gabriela Azar, abogada integrante de Deuda Histórica A.C.

El tiraje de La Alarma! alcanzó los dos millones y medio de ejemplares semanales y uno de sus números más populares fue el de “Mujercitos”, donde se exhibió a hombres homosexuales vestidos de mujer que fueron víctimas de linchamiento mediático lo que derivó en el asesinato y suicidio de muchos de ellos.

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