El regreso a clases a distancia ocasionó que las mujeres prestadoras del servicio de alimentación en comedores del Programa Escuelas de Tiempo Completo

Esperanza de alimentar de nuevo en escuelas

El regreso a clases a distancia ocasionó que las mujeres prestadoras del servicio de alimentación en comedores del Programa Escuelas de Tiempo Completo perdieran su trabajo, lo que a su vez podría provocar afectaciones en la nutrición de los estudiantes. Aunque no saben cuándo, esperan poder volver a esta labor en cuanto la pandemia aminore

De un día para otro se quedaron sin trabajo por la pandemia de COVID-19. Aunque alrededor de 30 millones de alumnos del Sistema Educativo Nacional retomaron actividades a distancia, ellas no regresaron a sus labores en las escuelas.

Cada inicio del ciclo escolar les daba la certeza de tener empleo para todo el año pero el 2020-2021 fue la excepción. Son las mujeres que se encargaban de comprar, preparar alimentos y asear el comedor del Programa Escuelas de Tiempo Completo (PETC) del que formaban parte.

Desde hace una década, el Gobierno de México busca que los estudiantes de las escuelas públicas de nivel básico logren un desarrollo integral mediante la ampliación de seis u ocho horas de la jornada escolar. Para la cual los planteles ofrecían el servicio de alimentación a precios accesibles.

El personal responsable, en su mayoría del género femenino, ganaba una licitación, pero el pago lo hacían los padres de familia cada semana. Por lo que las mujeres que se dedicaban a atender los comedores no han tenido este ingreso desde hace cinco meses, cuando el coronavirus causó la suspensión de clases.

“Con la finalidad de contribuir a mejorar el estado de nutrición, así como a la permanencia de niñas, niños y adolescentes en el Sistema Educativo Nacional, es un elemento adicional que se brinda en algunas de las escuelas participantes”, dicen las Reglas de Operación actualizadas al 29 de diciembre de 2019 por Esteban Moctezuma, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

El PETC tenía cobertura nacional. Eran 25 mil 734 escuelas de educación básica en todo el país con más de 3.5 millones de alumnos de las 32 entidades federativas. Pero sólo en 13 mil 900 planteles se proporcionaban a diario comidas para solventar las deficiencias nutricionales de 1.5 millones de estudiantes. Decenas de mujeres les cocinaban y servían cientos de menús con sopa, complemento, cereales, plato fuerte, fruta y agua simple.

En entrevista con Reporte Índigo, prestadoras del servicio de comedor platican sus afectaciones económicas porque a pesar de que en la emergencia sanitaria la venta de alimentos preparados sí es considerada una actividad esencial, ellas no pueden llevarla a cabo.

No obstante aseguran que mantienen la esperanza de volver a darles de comer hasta a los maestros de tiempo completo de kinder, primaria y secundaria.

Asimismo, madres de familia cuentan el apoyo que representaba para ellas la alimentación de sus hijos en las escuelas. Mientras que especialistas explican las dificultades que el regreso a clases a distancia trae en la nutrición, pues para la mayoría de niñas, niños y adolescentes representaba la única oportunidad de comer en el día debido a la inseguridad de acceso a la comida en su contexto familiar.

Cuando el semáforo sea verde para las escuelas

Esteban Moctezuma, titular de la SEP, anunció la suspensión de clases como una medida para prevenir contagios de coronavirus en todas las escuelas públicas de nivel básico, medio, medio superior y universidades el sábado 14 de marzo de 2020.

Esa semana fue la última en la que el comedor de la escuela primaria Isidro Fabela, en la colonia San Lorenzo Xicoténcatl de la alcaldía Iztapalapa, dio servicio.

“Me siento agobiada porque nosotros le damos trabajo a varias personas. Es complicado porque no sólo no tengo ingresos yo, sino muchas de mis compañeras. Mi sentir es preocupación porque además con la situación no hay trabajo, menos como el que teníamos”, expresa Jessica Islas de 34 y quien se encargaba del servicio.

Islas refiere que son 14 mujeres en total las que trabajaban con ella para alimentar a entre 280 y 300 niñas y niños que pagaban desde 25 hasta 30 pesos diarios. Llevaba tres años ofreciendo el servicio de forma continua en este plantel.

“Incluía un menú saludable, de buena calidad que los padres de familia pagaban porque estábamos en zonas de nivel socioeconómico bajo. Nosotras como proveedoras de este servicio apoyábamos con un costo que se acomode a todas las familias porque hay quienes tenían más de un hijo inscrito”, señala.

Los planteles de tiempo completo se localizan en zonas con al menos uno de los siguientes criterios, conforme a las Reglas de Operación del programa: escuelas de educación indígena y/o multigrado; primarias o telesecundarias; que atiendan a población en situación de vulnerabilidad o en contextos de riesgo social por pobreza y marginación y que presenten bajos niveles de logro educativo o altos índices de deserción escolar.

Pero el apoyo no sólo era para los estudiantes, también para varias mujeres de la zona que encontraron trabajo en el comedor.

“Buscamos a personas que a lo mejor no tienen otras oportunidades en otros lugares por la edad o la carrera y nosotros les abrimos las puertas con gusto para dar nuestro servicio. Igual a estudiantes que necesitan un ingreso extra los apoyamos dándoles el empleo para que puedan llevar el sustento a casa o ayudarse para su escuela. La mayoría son mujeres, todas muy trabajadoras”, detalla.

La pandemia de COVID-19 terminó con el sueldo que ellas utilizaban para sus gastos o para mantener a sus hijos, pues algunas de ellas son madres solteras. Ahora están a la espera de que el semáforo epidemiológico cambie de naranja a verde, al menos en la Ciudad de México.

“La indicación es esperarnos hasta que el semáforo esté en verde. Cuando regresemos vamos a tener que adaptarnos a la sana distancia y redoblar los esfuerzos de higiene. Pero no tenemos una fecha concreta. Esperemos que todo fluya mejor para que en enero, yo estoy pensando que así será, tal vez hasta el próximo año, abran las escuelas”, menciona.

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