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Contra los pronósticos que advertían de actos violentos y enfrentamientos, miles de mexicanos salieron ayer a las calles para protestar de manera pacífica por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
La exigencia fue la misma que han hecho los manifestantes en sus marchas desde hace casi dos meses: que regresen con vida a los normalistas desaparecidos el pasado 26 de septiembre en el municipio de Iguala.
Pero esta voz fue ahora tan fuerte que el reclamo a los tres niveles de gobierno difícilmente podrá ignorarse.
Es tiempo de escucharlos y de darles respuestas.
En la Ciudad de México fueron tres marchas multitudinarias las que encabezaron los padres de los normalistas. Todas concluyeron en el Zócalo capitalino.
“Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, fue la consigna que más se escuchó durante la protesta.
Los tres contingentes partieron de emblemáticos lugares de la capital del país: el Ángel de la Independencia, el Monumento a la Revolución y la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.
Las tres convergieron en el Zócalo que terminó repleto de manifestantes, la mayoría vestidos de negro en señal de luto por la tragedia de Iguala.
Las protestas de ayer fueron las que han convocado al mayor número de personas en las jornadas de acción global por Ayotzinapa.
Se calcula que en México -y en el mundo- hubo más de 200 acciones que reivindicaron el reclamo de justicia de los padres de los normalistas.
Las protestas se realizaron sin que se registraran actos violentos, a excepción un grupo que antes de las marchas se enfrentaron en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y otro que, después de que la mayoría abandonó la plancha del Zócalo, se enfrentaron con granaderos.
Se enfrentan al final de la marcha
Al final del mitin en el Zócalo, la paz que había reinado en la marcha concluyó cuando se registraron enfrentamientos entre un grupo de personas con granaderos.
Los manifestantes –muchos de ellos con rostros cubiertos- intentaron llegar hasta las puertas del Palacio Nacional, lo que ocasionó enfrentamientos con los antimotines.
Los elementos comenzaron agruparse y lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a los jóvenes que respondieron lanzando petardos y bombas molotov.
El mundo se une
Por Carolina Hernández
En el simbólico aniversario de la Revolución Mexicana, la indignación que se vive en el país por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa trascendió las fronteras.
La lista es enorme. Nunca antes, países tan lejanos estuvieron tan cerca. Atenas, Bolivia, Argentina, Finlandia, Estados Unidos, Berlín, Roma, Centroamérica, Londres, Nueva Delhi, Francia, Rusia Hong Kong, Nottingham, Australia, Tailandia y Madrid… salpicados por todo el mundo, cientos de personas se solidarizaron con México y su profunda pena.
La tragedia no tuvo límites.
El caso Iguala, con su venenosa combinación de impunidad y corrupción, tocó las fibras más profundas, según citó El País. Todos han alzado la voz.
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