Empresas no hicieron simulacro ese día: Raúl y sus compañeras no sabían qué hacer en estos casos

Por ley, los responsables por la seguridad e higiene, así como la prevención de riesgo de trabajo en los centros laborales

Raúl recibió un correo el lunes 18 por la noche por parte de sus superiores en el trabajo: “Por cuestiones de carga laboral, mañana no seremos partícipes del simulacro del 19 de septiembre”.

Nunca pensó que él y sus compañeras de trabajo en un cuarto piso de un edificio ubicado en Santa Fe pudieran necesitar capacitación para saber cómo actuar en estos casos.

Después de que terminó el temblor de las 13:14, los trabajadores evacuaron el edificio que presentó fallas estructurales y por supuesto el personal estaba enfurecido con las instrucciones que les dieron previamente.

“Yo no sabía qué hacer en estos casos”, admitió una colega de Raúl de la empresa de marketing en la que trabajan.

La Ley Federal del Trabajo, en su artículo 475 Bis, establece que los patrones son los responsables por la seguridad e higiene, así como la prevención de riesgo de trabajo en los centros laborales.

19 de septiembre, 11 horas, un sismo hipotético

La Secretaría de Protección Civil del Gobierno de la Ciudad de México planeó desde el 25 de julio del año en curso, sin conocer los temblores que se avecinaban, bajo qué premisa los usuarios y trabajadores deberían actuar ante cierto tipo de situación.

La hipótesis de este año era que un temblor de 8 grados con epicentro al suroeste de Tecpan, Guerrero llegaría a sentirse a la Ciudad de México a las 11:00 horas y ante esto se iniciaría el protocolo de simulacro que se ha realizado cada año en el centro del país después del sismo de 8.1 grados en 1985.

“Es recomendable establecer los protocolos de seguridad y protección civil, así como aquellos relacionados con la continuidad de negocio, en concordancia con lo que dispone la Ley Federal del Trabajo, así como las normas oficiales mexicanas vigentes”, enfatiza Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (AMEDIRH).

Otros, como Marco -del departamento de Recursos Humanos en una empresa en Huixquilucan que trabaja con químicos en sus instalaciones que asemejan más a una bodega- tuvieron que retornar inmediatamente al edificio terminado el temblor.

No pudo contradecir las órdenes de sus superiores y la estructura no se verificó como se sugiere por parte de las autoridades para garantizar la seguridad de regresar a las labores.

Una de las recomendaciones a patrones es analizar y verificar la prevalencia de daños en el edificio, a través de una brigada de protección civil conformada por la propia empresa y posteriormente por un especialista y posteriormente determinar si la fuerza trabajadora puede reingresar al inmueble en función de la magnitud e intensidad de los daños identificados.

En caso de que el análisis arroje como conclusión que el inmueble no es seguro para continuar con las operaciones en condiciones normales, el patrón no podrá condicionar u obligar al personal a laborar en dicho centro de trabajo, afirma Amedirh.

Esa misma tarde, la empresa de Marco les informó que deberían presentarse al horario normal el próximo día para trabajar de forma cotidiana.

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