Fundación Mosaico Down, organización dedicada a ofrecer oportunidades educativas y laborales a personas con síndrome de Down

El Sueño de Frida KAHFÉ arte y solidaridad para personas con síndrome de Down

El Sueño de Frida KAHFÉ es una propuesta gastronómica de la Fundación Mosaico Down que, en vísperas decembrinas, añade a sus acciones de inclusión la venta de productos con causa para apoyar a personas con discapacidad

Al sur de la Ciudad de México se encuentra El Sueño de Frida KAHFÉ, una propuesta de gastronomía y esparcimiento que forma parte de la Fundación Mosaico Down, organización dedicada a ofrecer oportunidades educativas y laborales a personas con síndrome de Down y con discapacidad intelectual leve o moderada.

Aunque el propósito en materia de conciencia social de la asociación es hacer hincapié en que sus estudiantes y trabajadores son seres humanos que no están limitados ni supeditados a alguna condición, subrayar su carácter inclusivo es relevante como muestra de lo que podría replicarse en distintas industrias a nivel local y nacional.

En la época de cierre de año y con el espíritu navideño impregnado en las calles de la capital del país, Mosaico Down añade a sus actividades cotidianas la venta de productos de temporada para recaudar fondos que sirvan a la comunidad de Mosaico Down.

“Ahorita estamos vendiendo nochebuenas, cajas de vinos con semillas para hacer un regalo, y la intención es que sean regalos con causa y están hechos con mucho amor por los chicos que están estudiando en este momento la carrera de floristería”, comenta Yesenia Escobedo, directora de fundación.

La oferta de la organización para ese nivel educativo también contempla la carrera técnica de gastronomía, en donde los alumnos aprenden a preparar comida mexicana e internacional, como cocina china o española, y se preparan para ser ayudantes de chef.

A la par, pueden realizar sus prácticas profesionales en la propuesta “Catering con causa” y, posteriormente, laborar en El Sueño de Frida KAHFÉ.

Sin embargo, a la Fundación pueden ingresar personas desde la edad de la lactancia hasta la adultez e integrarse a un programa educativo acorde con su edad.

Yesenia Escobedo subraya que la importancia de que las personas con Síndrome de Down u otra condición tengan acceso a las herramientas que les permitan vivir de manera independiente radica en que son, igual que toda la población, sujetos de derechos.

“Ellos no son solamente un cromosoma ni una discapacidad, ellos son personas, como tú y como yo, que tienen derecho a una vida plena, a un trabajo digno.

“Lo que queremos es darles un lugar dentro de la sociedad a nivel, no solo educativo, sino también laboral, porque tienen mucho que dar. Lo que necesitan ellos es una oportunidad y que se les abran las puertas”, explica.

Agrega que su misión es que la sociedad no vea a una persona con discapacidad, sino a un ser que tiene todo el potencial para hacer las cosas igual de bien, solo que a un ritmo o de una manera diferente.

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